Unides Podem EU defiende que la presentación en solitario del proyecto buscaba abrir el debate y cree que hay espacio para el acuerdo.
VALÈNCIA. El anuncio de Unides Podem EU de que presentará este mes en Les Corts una propuesta de ley de salud mental está tensando la relación de los partidos del Botànic. Tanto el PSPV como Compromís, sus socios en el Consell, ven con recelo la iniciativa pero en ambos casos aseguran que los enfados ya no son como antes, que no se toman las cosas tan a la tremenda.
Ambos socios coinciden en que se trata de un tema muy delicado y que el partido morado se ha internado en un área ajena como la sanitaria sin contar con nadie. ¿Cómo les sentaría que cualquiera de ellos hiciera una propuesta en ámbitos de Vivienda?, se preguntan desde el grupo socialista.
Remarcan, además, que hay iniciativas en marcha para cubrir estas carencias tanto por parte de la Conselleria de Sanitat i Salut Pública como por parte del propio president Ximo Puig con el comisionado Rafael Tabarés, que acaban de activar una 'convención ciudadana' para diseñar el Plan Valenciano de Acción para la Salud Mental.
Aún así, se muestran comprensivos y creen que se trata de una manera de buscar visibilidad por parte de Unides Podem EU ante unas elecciones que aparecen cada vez más cerca en el calendario.
Desde Compromís creen que la iniciativa es un "error" de sus socios, aseguran que esa manera de proceder no es la 'fórmula botànica' y remarcan que esta es una cuestión troncal que se debería haber afrontando de manera conjunta.
No obstante, afirman que están dispuestos a debatir la propuesta aunque admiten que será complicado sumarse a una iniciativa que les llega hecha.
En cualquier caso, desde la formación remarcan que los problemas coyunturales que en salud mental ha provocado el covid-19 necesita soluciones más rápidas que una ley y apuntan que ya hay en marcha iniciativas desde la Generalitat y la Conselleria para establecer cuestiones estructurales sobre un asunto que no debería ser objeto de confrontación política.
Pero desde Unides Podem EU aseguran que si tomaron la inicativa de presentar en solitario el borrado en octubre fue para abrir un debate que temían que quedara aparacado y dicen que lo enviaron a sus socios al mismo tiempo que al resto de la sociedad civil, de la que ya están recibiendo aportaciones tras más de una decena de reuniones con sindicatos o colegios profesionales, explican. Apuntan, además, que ha sido un movimiento parecido al que han hecho en Madrid y que el PSOE ha admitido a trámite su iniciativa en el Parlamento.
Señalan que desde el Consell se están poniendo en marcha actuaciones en este ámbito que aplauden y defienden que esta ley es algo "paralelo" para "blindar" un derecho más allá de cambios de gobierno. También afirman que no quieren hacer "bandera" de este tema pero sí asegurarse que está en la mesa de debate. Las próximas semanas determinarán si las posturas de los socios se acercan o si la iniciativa decae, con lo que ello implica de desgaste en la relación del pacto.