VALÈNCIA. (EP) La vicealcaldesa de València y concejala de Desarrollo Urbano en la ciudad, Sandra Gómez, ha destacado este martes que antes de que empiece la peatonalización de la plaza de San Agustín se redirigirán las líneas de la EMT --Empresa Municipal de Transportes-- que pasan por este enclave "para que pasen por la continuación de la calle San Vicente".
Gómez, que ha visitado el inicio de las obras y ha explicado su desarrollo, ha señalado que se contempla también "el cambio de las paradas de la EMT" para posibilitar que cuando empiece la intervención en San Agustín, "las líneas de autobús tengan garantizada una nueva parada" y que así puedan "circular con normalidad".
La responsable municipal ha indicado que estos cambios suponen "la primera obra y la más importante" en esta remodelación de la plaza. Asimismo, ha detallado que tras esos cambios en la EMT se realizará el proyecto de peatonalización en sí.
Sandra Gómez ha comentado que el espacio que actualmente ocupan las paradas de los autobuses públicos se mantendrán aunque adecuados como "pequeños espacios" de sombra y de descanso para los peatones.
Igualmente, ha apuntado que se incrementarán los espacios de vegetación y se instalarán jardineras. Al mobiliario existente se sumarán "elementos cedidos por la Marina al Ayuntamiento como jardineras y bancos que no se usaban y que encuadran en el entorno".
El plan de trabajo prevé, como ha recordado la vicealcaldesa, actuar para "evitar desniveles" en este nuevo espacio peatonal. De esta manera, ha expuesto que se va a realizar un reasfaltado hidráulico para poner la calzada a la altura de las dársenas en las que actualmente se ubican las paradas de autobús.
La titular de Desarrollo Urbano ha agregado que la actuación en San Agustín contempla también la "dignificación" de "la fachada histórica protegida" de la iglesia que da nombre a esta plaza. Ha afirmado que esta fachada, "a día de hoy no tiene el cuidado y la protección que debe tener un entorno como este".
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València aprobó el pasado 26 de junio iniciar los trabajos de peatonalización provisional de la plaza de San Agustín. Se trata de una actuación enmarcada en una primera fase en las hechas para ganar espacio público en favor de los ciudadanos ante la pandemia de la Covid-19 y sentará las bases de la futura peatonalización de este espacio, como precisó entonces Sandra Gómez.
Los trabajos se llevarán a cabo durante un mes y tendrán un coste de 64.000 euros. El objetivo es además de ganar espacio público para el peatón, liberar de tráfico y de otros elementos el entorno de la iglesia de San Agustín para mejorar la visualización del edificio y de algunas de sus partes como la torre campanario, la fachada y el portón de acceso.
Igualmente, se pretende contribuir a la conservación de este inmueble e introducir nueva vegetación ante "la ausencia de arbolado y poca infraestructura verde" que hay ahora en este entorno, convertido "actualmente en una dársena de autobuses".
El proyecto de esta peatonalización afecta a una superficie de unos 300 metros cuadrados de la citada plaza, situada entre las tres dársenas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) que sirven como distribuidoras de las líneas de autobuses que pasan por allí y la fachada de la iglesia.