la posible remodelación y la entrada de podemos, puntos de fricción

La resaca de la austeridad: el debate sobre el aumento de consellerías tensa el eje PSPV-Compromís

1/07/2016 - 

VALENCIA. El debate sobre la composición y estructura del Consell además de los posibles cambios en el segundo escalón del Ejecutivo que pueden producirse este mismo mes de julio sigue intensificándose en los últimos días, que preceden además a la segunda cumbre del Gobierno valenciano que tendrá lugar en el municipio de Torrevieja a finales de la próxima semana. Un cónclave en el que, además del balance de gestión y los nuevos objetivos que deberán fijarse para los próximos seis meses, también se abordarán cuestiones estructurales del Ejecutivo, tal y como apuntó este miércoles el propio presidente de la Generalitat

Hasta el momento, dos cuestiones son las que se vienen poniendo encima de la mesa -de manera interna- desde los respectivos socios de gobierno, PSPV y Compromís, que además cuentan con la cada vez mayor necesidad de incluir al artista invitado, Podemos, en el Ejecutivo. 

La primera se refiere a los posibles cambios en el segundo escalón del Consell, un asunto sobre el que este diario ha informado en los últimos días y que podría afectar a departamentos donde el mestizaje no está terminando de funcionar, como Economía y Sanidad, si bien distintas fuentes empiezan a señalar otras áreas "menos mediáticas" pero donde también existe conflicto, como la Conselleria de Justicia.

La segunda encrucijada es la que atañe al modo en el que Podemos podría entrar en el Ejecutivo, tal y como pretende su líder autonómico, Antonio Montiel. Una circunstancia que, además, afecta a uno de los problemas de discurso que el Consell -o al menos alguno de sus sectores- empieza a replantearse: la austeridad. 

El propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hablaba este miércoles de una Administración valenciana "raquitizada", una mención dirigida a, entre otras cuestiones, el bajo nivel númerico de funcionarios con los que cuenta la Comunitat, situada a la cola de España en este aspecto. No obstante, y al margen de que las quejas internas por la falta de medios humanos para hacer frente a la gestión suelen escucharse entre los altos cargos, uno de los problemas del actual Ejecutivo es precisamente haber utilizado en su etapa de oposición un discurso muy crítico respecto a los dispendios excesivos en personal del Gobierno valenciano en la etapa del PP.

En esta línea, uno de los puntos del Acuerdo del Botánico, concretamente el número dos, referido a la regeneración democrática y lucha contra la corrupción hace hincapié en la "eficiencia: reducción de los gastos superfluos (altos cargos, coches, oficiales, etc.)". A día de hoy, el Consell tiene un total de 98 altos cargos (subsecretarios, secretarios autonómicos y directores generales). Una cifra superior a la que manejaba el gobierno anterior de Alberto Fabra (PP), que se situaba en 93, si bien el actual Ejecutivo ha insistido siempre en la reducción aplicada en materia de asesores (de 182 a 162).  

Ahora bien, un incremento en el número de consellerias obligaría, lógicamente, a un ascenso de altos cargos que, por mínimo que fuera, ya dejaría la cifra por encima del centenar. Por otro lado, se superaría también la barrera psicológica de las 10 carteras (Fabra tenía nueve), y los números se acercarían más a las cifras que se manejaba en la era Camps, que se movió entre 11 y 15 consellers.

Así pues, incrementar el número de consellerías para facilitar la entrada de Podemos -se presupone que si hubiera ampliación se habilitarían dos departamentos para que el PSPV no perdiera la mayoría en el Ejecutivo- es una cuestión complicada de afrontar toda vez que hace solo un año que se conformó el Consell. En este sentido, las fuentes socialistas vinculadas al gobierno consultadas por este diario no lo descartan, aunque en Compromís es donde existen opiniones más contrapuestas.

Así, desde el entorno de la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, miembro de Iniciativa, rechazan la posibilidad de incrementar el número de carteras por las razones antes mencionadas. Sin embargo, desde el Bloc, la pata mayoritaria de la coalición, se muestran más receptivos a esta opción sobre todo si se aplica desgajando consellerias ya existentes de manera que los gastos fueran modestos. En este sentido, la conveniencia de que Podemos entre en el Gobierno valenciano se prioriza, dado que la intención es fomentar la implicación de la formación morada en el Ejecutivo y así elevar la armonía del Acuerdo del Botánico, evitando conflictos como los que se han producido en Les Corts.

Con este escenario, y a la luz de los últimos movimientos que parecen gestarse en el seno del Gobierno valenciano, la presidenta del PPCV y portavoz del grupo popular en Les Corts, Isabel Bonig, ya preguntó este jueves a Ximo Puig si la remodelación que se avecina a raíz del 26J conllevará "más altos cargos, más consellerias y, por tanto, más gasto". Toda una declaración de intenciones de por dónde van a venir las críticas de la oposición.

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