La Seguridad Industrial es responsabilidad de toda la ciudadanía

Hace apenas un mes vimos cómo un incendio en una vivienda, originado por una explosión de gas, ocasionó la muerte de un niño de seis años en Granada. Ante casos como este, que podrían haberse evitado con un buen mantenimiento o sustitución del equipo defectuoso, es cuando por desgracia echamos en falta la importancia de mantener las instalaciones en el mejor estado de funcionamiento. Y es aquí donde el papel de la seguridad industrial adquiere su mayor protagonismo.

Porque la seguridad industrial se compone de un conjunto de regulaciones que tutelan el correcto diseño, instalación, certificación, puesta en marcha, mantenimiento e inspección de instalaciones instalaciones, aparatos y equipos con los que interactuamos en nuestro día a día como ascensores, escaleras mecánicas, puertas automáticas, aires acondicionados, fogones, enchufes y puntos de luz. O aquellos que pasan desapercibidos, pero están ahí para protegernos, como extintores o detectores de incendios, entre otros. 

Y en todos, independientemente de su uso, debe asegurarse que cumplan con unos requisitos mínimos de seguridad industrial. Sobre todo, porque están presentes en nuestros hogares, colegios, hospitales, oficinas, bares, restaurantes, comercios y en todos los aspectos de nuestra vida diaria. 

Por tanto, es fundamental concienciar a la ciudadanía de los riesgos que entraña una mala instalación o mantenimiento de los mismos en sus viviendas. A las personas usuarias para que velen por comprar productos seguros con marcado CE, y que reclamen que los edificios que visitan también dispongan de unas instalaciones adecuadas y mantenidas correctamente. Y a las personas trabajadoras para que exijan que los equipos e instalaciones en sus empresas estén en perfecto estado.

Toda una labor de concienciación social en la que la administración, organizaciones empresariales y sindicales, colegios profesionales, entidades de inspección y los propios medios de comunicación debemos poner el acento en informar no sólo de las consecuencias de los accidentes, sino también de las causas que los han ocasionado, pero sin caer en "la caza del culpable". 

No se trata de buscar quién ha cometido el fallo, sino de saber por qué ha ocurrido. Seguramente, con ello se demostrará que muchos sucesos se deben a una falta de concienciación a la hora de contratar “chapuzas” para reparaciones sin importancia. Un gran error porque muchos accidentes se pueden evitar con la contratación de empresas instaladoras y mantenedoras habilitadas como como garantes de la Seguridad Industrial a todos los niveles.

El concepto de seguridad industrial genera confusión y puede llevar a pensar que se refiere únicamente a entornos industriales o a prevención de riesgos laborales, pero no es así. La Seguridad Industrial tiene un alcance más amplio y su misión es asegurar el bienestar de las personas y de nuestro entorno. 

Por eso, las empresas tendrían que integrar la Seguridad Industrial en su gestión diaria, y la ciudadanía ser cómplice como agente activo, vigilando y demandante de seguridad industrial en sus entornos más inmediatos, desde su hogar a su puesto de trabajo o de ocio. 

En esa labor, trabajamos el Consell Valencià de Coordinació de la Seguretat Industrial, desde 2019, en el impulso de campañas fundamentales para promocionar la Seguridad Industrial en la Comunidad Valenciana.

Vicente Lafuente Martínez, presidente de Femeval