VALÈNCIA. Miguel Delibes, en su primera novela La sombra del ciprés es alargada, galardonada con el Premio Nadal de 1947, nos inundaba de pesimismo con su crudo relato, pero también lo impregnaba de una esperanza sutil a lo largo del mismo. Haciendo un poco de paralelismo con la vida política nacional y autonómica, si el lector cerrase los ojos y fuera capaz de trasladar el relato a ésta, podría armar un puzle con muchas semejanzas a lo que ha ocurrido, y puede aún ocurrir, hasta las próximas elecciones autonómicas y municipales previstas para mayo de 2023.
Mi partido, Ciudadanos, está sumergido en una refundación que debería servir para sentar las bases de un partido de centro en el que tuvieran cabida tanto personas de corte liberal, socialdemócratas, de izquierdas, de derechas y demócratas cristianos. Un partido que huya de los extremos pero que vuelva a ser considerado por la ciudadanía como una opción útil y necesaria. La situación actual y el desenlace tras la Asamblea de enero puede dar al traste con muchos sueños, con muchos proyectos. No pinta nada bien pese a los mensajes de unidad que hemos escuchado de las distintas candidaturas. La sombra del ciprés acecha y así lo indican los resultados de las últimas encuestas electorales que se acaban de publicar.
Las elecciones del próximo mayo no pueden ser excusa para alterar una refundación, reorientación y consolidación de lo que se quiere ofrecer al votante, por lo que debería seguir su propio camino. Desde el 2019 las citas electorales que se han sucedido en el territorio español han dejado claro el desapego a nuestras siglas y lo que representan por parte del electorado. También lo demuestran la cifra de afiliados que ha ido menguando hasta cifras alarmantes para un partido nacional. Aquí en la Comunitat no iba a ser una excepción. Además, siguen muchos agujeros por tapar en una nave que hace agua por todos los lados. No se han querido dar soluciones a su debido tiempo, no se sabe muy bien porqué o por quién. Y tiempo es lo que necesitamos en estos momentos para evitar un mal mayor. Un tiempo que va más allá de los cuatro meses que quedan para la próxima cita electoral.
Siempre he denunciado las políticas cortoplacistas del Consell durante estos ocho años, que no daban soluciones a los problemas reales de la Comunitat Valenciana. En mi anterior artículo ponía sobre la mesa la situación en la que se encontraban las cuentas de la Generalitat a final de año. El Síndic de Comptes, en su último informe del pasado 30 de diciembre, volvía a denunciar el “grave desequilibrio” en las últimas cuentas de este Consell.
Comparto y aplaudo la iniciativa valiente y necesaria que se ha anunciado en la localidad alicantina de Sant Joan y en la que Partido Popular y Ciudadanos irán unidos a las elecciones municipales de mayo en una única lista. Todo mi apoyo a mis compañeros de Sant Joan d’Alacant y a la figura de nuestro alcalde Santi Román y a Julia Parra que afirmaba “no hay que esperar a las elecciones para empezar a trabajar juntos”. La utilidad de unas siglas en beneficio de los ciudadanos.
A nivel autonómico decidimos no apoyar la modificación de la Ley Electoral Valenciana y la bajada de la barrera del 5% que quería la izquierda. No hay que mirar al pasado y sí al presente y futuro, porque superar la barrera del 3% hoy día se antojaría también inaccesible para Ciudadanos. Soy de la opinión de que el destino de un voto debe ser determinante y no podemos permitir que se pierdan en el camino. Las encuestas en estos momentos dan un empate técnico en el resultado electoral valenciano a nivel autonómico, incluso algunas una leve victoria a los partidos de la izquierda. No solamente va a ser determinante ese porcentaje de votos que otorgan a Ciudadanos las encuestas actuales, ya que utilizados de forma análoga a como ocurrirá en Sant Joan podrían significar que la balanza se incline del otro lado evitando un Botànic 3. No podemos permitírnoslo. Es más, hay que motivar a esa bolsa de votantes desencantados, unos cien mil aproximadamente, que en estos momentos no parece quieran ejercer su derecho a voto y prefieran quedarse en casa. Hay que empezar a trabajar juntos. La única posibilidad que hay y que habrá el próximo 28 de mayo para evitar un nuevo gobierno tripartito de izquierdas es la solución de Sant Joan d´Alacant.
Buscar la unidad, la utilidad y reforzar la opción de un centro-derecha en nuestra Comunitat, que sume y que no reste, es tarea de todos nosotros. No es lo mismo hablar de un resultado de 49-50 frente a otro más distinto de 50-49. Me niego a aceptarlo y hay que trabajar para ese vuelco. Como también me niego a aceptar la proclama del mapping de la Plaza del Ayuntamiento de València donde la Navidad se reduce a un estado de ánimo. La Navidad es una de las fechas más importantes para todos los cristianos. El 25 de diciembre conmemoramos el nacimiento de Jesús. Me quedo con el verdadero significado de las palabras que escuché ayer en la Basílica de la Virgen en la primera Hora Santa de Hakuna: Pobreza, Frustración, Indignación y Conciencia.
Manos a la obra.