En muchas ocasiones las conmemoraciones de días internacionales o mundiales suenan a palabras huecas, pero en esta ocasión la celebración de este 22 de marzo es de lo más apropiado
Este mismo viernes acabamos de celebrar el día Mundial del Agua -el oro azul-, acordado por una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1992, bajo el lema de “No dejar a nadie atrás”, en un entorno tanto nacional como internacional en el que los intereses y claro está los conflictos por lo recursos hídricos se prodigan.
En nuestra querida piel de toro se acaba de emitir un informe de la AEMET en el que se hacia balance del último invierno definiéndolo como muy seco pues la “precipitación media sobre España ... queda un 51% por debajo del valor medio del trimestre según el periodo de referencia 1981-2010” y se nos avisa de una primavera sin lluvias. Es decir, que para las regiones españolas sedientas, y entre ellas, y casi de forma más angustiosa, está nuestra Comunitat Valenciana, nos espera un complicado año (y sobre todo verano) dado que estamos frente al tercer gran desafío nacional (casi empatado con el segundo).
Ya saben, tras el problema político de la cohesión territorial y de ciertos individuos que no quieren convivir democráticamente en España (desafío a la conservación de las estructuras político-estatales y régimen de libertades), y después del problema demográfico (desafío a la supervivencia de la propia sociedad), está el estrés hídrico que tenemos en la tradicionalmente llamada España Seca que nos lastra tanto desde la perspectiva del consumo doméstico, como sobre todo para nuestra ya muy castigada agricultura especialmente la valenciana, objeto de ataques de grandes empresas y lobbies y sus practicas de dumping y deslocalización, que antes que después tendrá un negativo impacto sobre nuestro medio ambiente, e inevitablemente sobre la estructura socioeconómica de nuestras más de medio millar de localidades que forman nuestra comunidad autónoma.
A todas esas penurias climatológicas le hemos de añadir en los últimos días, los posibles reveses (para los intereses de nuestra comunitat) en los Tribunales, donde el Tribunal Supremo (TS) ha declarado la nulidad de varios artículos del Plan Hidrológico del Tajo, para gran alegría del PSOE castellano manchego pues han dicho que la resolución judicial "pone patas arribas la mala política de Rajoy y de Cospedal en materia hídrica" y además "es muy importante porque obliga a repensarse los trasvases", y, ya saben, el afectado es el trasvase Tajo-Segura. ¿Y qué han dicho nuestros líderes? Pues no mucho. El president Ximo Puig ha enviado un mensaje de “tranquilidad a los regantes”, ya saben su mantra de, tranquilos, tranquilos, repetido también con ocasión de la última crisis de la Ford y el traslado de una parte de su producción a América, y poco más, dado que estaban todos los partidos inmersos en su cuitas internas de confeccionar las listas electorales, aunque, eso sí, ASAJA, Asociación Jóvenes Agricultores, ha anunciado que recurrirá ante la Unión Europea la sentencia del TS y señala que también han existido “presiones políticas”, ¿será objeto del debate político electoral? o los partidos harán un pacto de no agresión en este tema en nuestro perjuicio.
Y el mundo como anda se preguntarán, sufre estrés hídrico o no, pues según el ultimo Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2019, publicado durante estas Fallas, la situación pinta mal. Fíjense que por el aumento del consumo industrial y doméstico “más de 2.000 millones de personas viven en países que sufren una fuerte escasez de agua, y aproximadamente 4.000 millones de personas padecen una grave escasez de agua durante al menos un mes al año”. Son unos datos y cifras que asustan pero además en su informe la ONU nos recuerda (para que nos tomemos muy en serio el problema) que “alrededor del 90% de todos los desastres naturales están relacionados con el agua”. Por otra parte y para terminar de cuantificar el problema, unos últimos datos, según Solutions for the Global Water Crisis de Citi GPS, mientras que en América del Norte existe un exceso de recursos hídricos, pues tienen para un 5 % de la densidad demográfica mundial, un 29 % del agua dulce del mundo, por su parte Asia que concentra un 60 % de la población tiene solo un 33 % del agua mundial para consumo, todo un desequilibrio que puede generar problemas.
Pero lo triste es que los problemas ya están ahí, son múltiples las cuencas de los ríos por todo el mundo donde colisionan los intereses de diferentes países, generando todo tipo de conflictos. Así por ponerles ejemplos tenemos tensiones en; Iberoamérica entre Bolivia y Chile por las aguas de la cuenca del Silala que tiene su origen en el departamento boliviano de Potosí desembocando en el Pacífico en la región chilena de Antofagasta; o el problema de la degradación del acuífero Guaraní que se sitúa por debajo de parte de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay; o el conflicto por los ríos Tigris y Éufrates (en el que están presentes los Kurdos) pues de estos ríos depende hídricamente en un 100 % Irak, en un 85 % Siria y sólo en un 30 % Turquia que lleva idea de explotarlo de una forma más intensa y que ha construido la presa Ataturk; o los problemas por el agua en Asia Central que enfrentan a China, India, Bangladesh y los 7 Tanes, y que se ven incrementados por el enfrentamiento entre Pakistan y la India por el rio Indo; y así una larga lista (hasta 300 potenciales conflictos están contabilizados) en la que destaca el último (o tristemente penúltimo) episodio del conflicto Árabe-Israelita por los Altos del Golan.
Así es como estamos contemplando otra batalla por el agua -oro azul- (aunque no se cite mucho que es también parte del problema), y tiene lugar, cómo no, en Oriente Medio precisamente en la frontera entre Siria e Israel en una meseta llamada los Altos del Golan, ocupada por Israel desde 1967, y ha sido a raíz de un Tweet sorpresivo y sorprendente, del rey de los titulares y presidente USA, Mister Donald Trump, en el que afirmaba: “Después de 52 años es hora de que Estados Unidos reconozcan plenamente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán”, y se ha armado la trifulca como podría esperarse, además de gran alegría para Israel pues esa zona es, como decía Trump, de “importancia estratégica y de seguridad crítica para el Estado de Israel”, pues si se dan cuenta actúa de buffer zone, zona colchón o amortiguadora de amenazas para Israel, desde su vecina Siria, y tiene físicamente una posición geográfica de dominio sobre Damasco y la alta Galilea por su elevada altura respecto el nivel del Mar.
Pero además de la anterior importancia defensivo-militar, tiene una gran importancia hídrica, dado que esa área es el nacimiento del bíblico río Jordan y fuente de las reservas acuíferas israelitas, por lo que dado lo desértico de aquella región la posesión del agua puede ser más valiosa incluso que el petróleo, y que por ejemplo ha hecho ocupar a Israel una zona reclamada por el Libano las Granjas de Chebaa (o Shebaa) para dominar toda la vertiente montañosa que aprovisiona con las lluvias, las fuentes del Jordán.
Por supuesto han surgido inmediatamente protestas como la del presidente turco Recep Tayyip Erdogan que ha afirmado que "esta declaración desafortunada pone la región de Oriente Medio al borde de una nueva crisis"; o la de la China de Xi Jinping que ha recordado que "respecto a los territorios árabes ocupados, incluidos los Altos del Golán, existen unas pautas muy claras marcadas por la ONU en las resoluciones 242 y 338", a través del portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, ya saben que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 242 pide el "retiro de las fuerzas armadas israelíes" de los territorios ocupados durante la Guerra de 1967 (la de los Seis días) y la resolución 338, tras la Guerra de Yom Kippur en 1973 pide a las partes que implementen en su totalidad la resolución 242, e incluso existe una mas explicita como la 497 del año 1981 sobre el Golán.
Hasta ahí todo lógico, pero claro, los chinos son los primeros que no cumplen, por ejemplo, con la resolución 1.723 de 1961 de la Asamblea General de la ONU donde se reconoció el derecho a la libre determinación del Tíbet; y no olvidemos que en el conflicto palestino, Israel no ha sido el único ocupante, por ejemplo Jordania ocupó durante dos décadas la Cisjordania que incluso la incorporó a su territorio en abril de 1950, hasta que Israel se la arrebató en 1967, o las antes citadas Granjas Chebaa que Líbano considera que Siria se las arrebató, para que después Israel se las quitase a Damasco; en fin, una situación muy muy complicada y, como ya les he dicho alguna vez, no es una historia de buenos y malos, que aunque los hay, geopolíticamente hablando es una historia de la supervivencia de dos pueblos: el de Israel y el Palestino.
Y para acabar muchos de ustedes echaran de menos en esta crisis a otro líder de perfil duro, a Vladimir Putin, que parece en el momento de escribir estas líneas no ha dicho aún nada, será porque acaba de celebrar, este 18 de marzo pasado, el quinto aniversario de la anexión de Crimea a Rusia, ellos lo llaman “la vuelta a casa”, y estará disfrutándolo; ya saben que mientras los americanos en geopolítica juegan al poker, los rusos juegan al ajedrez, y van paso a paso recuperando su orgullo patrio y su músculo militar; por eso deseémosle larga vida a la OTAN.