VALÈNCIA. La mayoría de los emprendedores españoles tienen formación universitaria y algún MBA. Al menos eso es lo que pone de manifiesto el mapa anual del emprendimiento que realizan los responsables de South Summit. Sin embargo, y aunque algunos insistan en subrayar el carácter puntual de estos casos, lo cierto es que cada vez surgen más emprendedores que se resisten a pasar por el campus y las aulas universitarias.
A veces la deserción llega antes. “Yo ni siquiera llegué a terminar segundo de Bachillerato. Lo dejé a los 19 o 20 años”, cuenta Sergio de Pazos, cofundador de Whymaps y del Instituto para el Avance de la Narrativa. De Pazos abandonó el Instituto, pero no el aprendizaje porque siguió formándose de manera alternativa en otras especialidades a demanda de sus propios avances. Nunca le ha faltado trabajo ni se ha visto obligado al desempeño de puestos de ‘inferior categoría’.
De hecho ha trabajado como desarrollador de software especializado en datos para clientes como BBVA, Navantia, TNS o Renfe Integria. Actualmente es también miembro de la red Global Shapers del Foro Económico Mundial. “Que no pasase por la Universidad no significa que no la valore- dice de Pazos-. Sencillamente fue que ni yo encajaba en el sistema educativo ni el sistema encajaba con lo que yo quería: el pragmatismo, encontrar el sentido de las cosas que estudiaba”.
Pero el pragmatismo que menciona de Pazos como excusa para abandonar la enseñanza reglada le sirve a otros como argumento para permanecer en ella. “Yo creo que hay un problema general que es una insatisfacción creciente con la Universidad, tanto por parte del alumnado como del ámbito receptor, sobre todo la empresa, que encuentra que la Universidad se adapta despacio a sus necesidades reales”, afirma Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología y autor del libro ‘La profesión docente y la comunidad escolar. Crónica de un desencuentro’.
El profesor resalta la situación paradójica que se vive en este momento. “Al mismo tiempo vemos, por un lado, que la Universidad crece, que los precios aumentan, que las diferencias de ingresos en empleo entre quienes van y los que no se ensanchan pero, por otro lado, vemos que esto satisface cada vez menos, y que muchos siguen estudiando como algo necesario. Esto parece que seguirá aumentando, por eso hay que cambiar la Universidad”. Bueno, por eso y porque, como el mismo profesor dice, “hoy prácticamente no hay nada en el sistema educativo que no se pueda aprender sin él”.
Karel Escobar, anteriormente CEO de Tetuan Valley y ahora en Startupxplore, parece compartir la opinión de Fernández Enguita, al menos en lo que atañe al mundo de las startups donde, a su juicio, en estas organizaciones, “ya no vale tanto el título universitario, vale lo que has hecho, es pura meritocracia”.
Y mientras la Universidad, especialmente la pública, averigua el camino a su digitalización sectorial y la reinvención, otros que aprovechan el vacío para hacerse hueco en el sector del conocimiento. Es, por ejemplo, el caso de The Valley, reconocida como una de las 1.000 empresas europeas con mayor crecimiento y potencial en el ranking “FT1000: Europe’s Fastest Growing Companies realizado anualmente por Financial Times y Statista.
The Valley figura en el puesto número 320 de la lista como empresa dentro del sector del conocimiento, pero lo que llama la atención es su rápido ascenso. Fundada en el año 2011 como una escuela de negocios, en 7 años de actividad se ha convertido en un hub de conocimiento especializado y de referencia en el mundo digital y tecnológico con presencia en Madrid, Barcelona, Canarias, Chile y Colombia.
“Esta posición reafirma nuestro alto compromiso y firme apuesta por fortalecer el Plan Estratégico de desarrollo del ecosistema y seguir creciendo a corto y largo plazo. Este prestigioso premio no solo consolida a The Valley como una de las compañías europeas con más rápido crecimiento, sino también la posiciona como la entidad educativa más innovadora gracias a las diferentes actividades que desarrolla dentro del mundo digital”, dice Arantxa Sasiambarrena, CEO en The Valley.
Hacia esa digitalización deberían ir todas las Universidades. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado la Fundación Cotec para la innovación tras un trabajo de investigación realizado en colaboración más de 50 colaboradores expertos y representantes del mundo universitario. De este trabajo surge un decálogo presentado la semana pasada donde se aportan ideas para renovar la Universidad por dentro. #ReiniciarLaUni es el nombre de la campaña que quiere promover el debate y recopilar casos de éxito de cambio universitario en España.
La idea no es convertir la universidad en una fábrica de emprendedores sino la de reinventar la Universidad en sí, en su forma de relacionarse, de generar y transmitir el conocimiento, de trabajar y de educar partiendo del escenario actual. Entre algunas de esas prácticas innovadoras que están llevando a cabo universidades públicas de forma puntual figura la de Alicante que ha integrado en su infraestructura un fablab para que los estudiantes desarrollen sus propios proyectos maker dentro de la tendencia del do it yourself.