VALÈNCIA (EP). El equipo Hyperloop de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) ha terminado entre lase ocho mejores universidades del mundo en la Hyperloop Pod Competition celebrada este fin de semana en Los Ángeles (EE.UU.), pese a sufrir una avería eléctrica, en un desafío para desarrollar "el transporte del futuro".
El grupo de la UPV, con su prototipo bautizado como 'Valentia', era el único español en la final y se enfrentaba a 17 equipos de todo el mundo --nueve estadounidenses, seis europeos y uno asiático-- en el desafío lanzado por Elon Musk para desarrollar el "transporte del futuro", según ha informado la institución académica en un comunicado.
Valentia' logró superar un total de 50 tests y validaciones antes de sufrir una avería eléctrica que les impidió continuar en la competición, donde terminaron en octava posición, igualando sus resultados de 2017, en una edición "mucho más dura" y con un prototipo que, para los jueces, es "el mejor diseño visto en la prueba".
En los tres primeros días del torneo, el equipo de la UPV llegó a estar situado en el primer puesto de la tabla, ya que el pod contaba con una tecnología superior a la desarrollada en 2017, lo que se notaba a la hora de salvar pruebas y certificaciones. "La robustez del proyecto hacía que todos los tests se rebasaran con gran fluidez. Allí estábamos, los primeros clasificados, y llegó el problema con las baterías. Fue un golpe de mala suerte y ya no pudimos solucionarlo a tiempo", ha explicado el project manager del equipo, Javier Arroyo.
Los jueces, ingenieros voluntarios de las empresas de Elon Musk --SpaceX, The Boring Company y Tesla--, han destacado dos fortalezas del prototipo 'Valentia': el concepto desarrollado en el sistema de ruedas, una propuesta "innovadora" que se distinguía del resto de ideas presentadas, y por otro lado, el "espectacular diseño exterior" del pod, que les supuso un punto extra.
"Les resultaba difícil de creer que hubiésemos realizado el carenado nosotros mismos, porque muchos de los equipos en competición simplemente encargan a proveedores las piezas más complicadas. Nosotros construimos en el taller prácticamente todos los componentes de 'Valentia' y eso nos dio una ventaja sobre el resto, porque comprendíamos al detalle el funcionamiento de nuestro prototipo", ha señalado Arroyo.
Asimismo, la diferencia de recursos entre unos equipos y otros también ha resultado decisiva a la hora de inclinar la balanza. Arroyo ha manifestado que son "conscientes" de que parten con "desventaja". "A pesar de que, para ser un proyecto universitario y español, contamos con numerosos patrocinadores y apoyos, estamos a años luz de los presupuestos que manejan los equipos alemanes o estadounidenses", ha indicado.
"El jurado nos ha comentado que el trabajo que hemos hecho es asombroso, realmente muy SpaceX. En su opinión, después de revisar todos los pods en competición, el nuestro era el proyecto que mejor encajaba con la filosofía de la empresa. Por el diseño, por los planteamientos y por la forma de hacer las cosas" ha destacado Arroyo.
Uno de los fundadores de Zeleros, la empresa valenciana surgida a partir de la primera generación de alumnos de Hyperloop UPV, David Pistoni, también viajó a EE.UU. para apoyar a sus compañeros y ha indicado que quedar entre los ocho primeros del mundo, es "un sueño hecho realidad", ya que están por encima de la media, y por delante de universidades "tan prestigiosas" como Berkeley o Michigan.
"El equipo está muy contento. He estado en las tres ediciones realizadas hasta ahora y puedo decir que el nivel de las universidades y la exigencia de SpaceX son cada vez más altos. Hyperlooop es, sin duda, una de las competiciones de ingeniería más complicadas del planeta. Cada pod que lleva aquí es una auténtica obra maestra de la ingeniería".
La Universidad Técnica de Munich, con su prototipo 'Warr', fue la primera clasificada por tercer año consecutivo y con un registro de 467 kilómetros por hora, que es "difícil de igualar". A la última prueba llegaron tres equipos con posibilidades: los alemanes, los holandeses de la Universidad de Delft, con el 'Delft Hyperloop' y los suizos de l'École Polytechnique Fédérale de Lausanne, con 'EPFLoop'.