Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. La resaca del golpe recibido por parte del todavía presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, por las candidaturas al Congreso y Senado ha durado varios días. El jefe del Consell reaccionó con rapidez e intervino en el Comité Federal del PSOE apenas 24 horas después de conocer el desplante de Ferraz para quitarle hierro al asunto. El propio Pedro Sánchez le mencionó en su discurso: un gesto de cariño que nadie del PSPV creyó.
Los secretarios provinciales de Alicante y Valencia, Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa, habían ganado el pulso al mismísimo Ximo Puig. El líder del PSPV había modificado las listas presentadas al Congreso y Senado propuestas por estas direcciones provinciales: pese a tener el compromiso de Ferraz (aseguran que tanto del secretario de Organización, Santos Cerdán, como del propio Pedro Sánchez) de que mandaría el criterio de Puig, las reuniones con Soler y Bielsa terminaron por devolver las listas casi a su estado inicial con una sonora desautorización al secretario genera de los socialistas valencianos.
De esta manera, la alianza Soler-Bielsa cosechaba un éxito orgánico de gran relevancia. De hecho, en el entorno de Puig ya venían maniobrando internamente y explorando otras opciones para evitar que Bielsa fuera presidente de la Diputación de Valencia. Una operación que, tras el varapalo de las listas, parece ya descartado puesto que se necesitaría para ello el aval de Ferraz.
Así, y aunque Puig por el momento tiene clara su continuidad al frente del PSPV, el frente para marcarle de cerca y evitar que pueda atrincherarse en el puesto ya está conformado. Soler y Bielsa han abierto fuego y se han llevado el primer round. Bien es cierto, y así lo apuntan algunos de los estrechos colaboradores de Puig, que no conviene subestimar la fortaleza del aún presidente de la Generalitat: todavía está por ver lo que ocurre en las elecciones generales del 23J y las consecuencias que pueda tener en el PSOE si se pierde el gobierno, pero el mencionado tándem tiene claro de que se apostará por un congreso extraordinario cuanto antes para elegir a un nuevo liderazgo. El objetivo común es evidente, aunque la tradición en el PSPV suele dirigirse a la creación de dos o incluso tres bloques discrepantes.
En Valencia, todo apunta a fortalecimiento de Bielsa si alcanza, tal y como está previsto, la presidencia de la Diputación de Valencia. Rodeado de algunos de los alcaldes que han vuelto a triunfar en municipios como Paterna, Burjassot, Cullera o Sagunt, la lógica indica que su influencia crecerá en los próximos meses. En cuanto al futuro, al alcalde de Mislata siempre se le ha considerado un firme candidato a liderar el PSPV y a presidir algún día la Generalitat.
Pero en esta operación Alicante tiene mucho que decir. El líder provincial, Alejandro Soler, no tiene una institución con presupuesto como Bielsa pero sí repetirá como diputado en el Congreso, donde ha podido comprobarse su habilidad para granjearse influencia en Madrid. Esto, unido a maniobras estratégicas como su reconciliación con el histórico Ángel Franco, le han permitido aumentar su poder en la provincia de Alicante.
Así, parece que el objetivo común de ambos referentes está claro. La pregunta que muchos se hacen en el partido es si Soler funcionará como escudero de lujo de Bielsa ofreciéndole sus tropas para que sea líder del PSPV a cambio de las garantías de autonomía provincial. Algunas fuentes del partido así lo creen, si bien hay quien no descarta que Soler pudiera reivindicar el liderazgo autonómico para Alicante, quizá no en primera persona pero sí a través de otras figuras consolidadas como el alcalde de Elda, Rubén Alfaro.
Ahora bien, si algo caracteriza al PSPV es su heterogeneidad. Si bien un acuerdo entre esos dos bloques citados daría a su cara visible grandes opciones para suceder a Puig, existen otras familias que puede decantar la balanza o realizar sus propias propuestas.
El 'ximismo', a falta de lo que Puig decida para su futuro, se encuentra en una situación delicada: la gran mayoría de dirigentes que han tenido cargos o puestos destacados en los últimos ocho años, se enfrenta ahora a una nueva realidad laboral. Aunque la lealtad con el presidente ha sido total durante este tiempo, no son pocos los que admiten los desaciertos protagonizados por el líder del PSPV en lo que se refiere a la gestión orgánica del partido. Los principales núcleos de apoyo a Puig, al margen de posibles alianzas comarcales o ciudades concretas, se sitúan en València ciudad, Gandia, Alcoi, parte de L'Alacantí, Marina Alta, Vega Baja y una parte de la provincia de Castellón, donde el secretario general, Samuel Falomir, es afín al todavía presidente. Unos apoyos cuya consistencia será puesta a prueba en los próximos meses.
También ha llamado la atención el aparente regreso del exministro José Luis Ábalos a la primera línea política, concediendo entrevistas a colación de ser designado 'número dos' por Valencia en la lista al Congreso. Un puesto para el que contó con el respaldo del propio Puig, dado que la relación personal entre ambos siempre ha sido cordial.
Otro dirigente que también se está moviendo es el alcalde de Almussafes, Toni González, que en los últimos meses ha centrado sus esfuerzos en aglutinar, precisamente, a muchos de los afines a Ábalos que se habían quedado descolocados tras la caída del ministro. Un grupo que, pese a ser de la provincia de Valencia, mantiene buena relación con Alejandro Soler.