CASTELLÓ. Castelló volverá este otoño a darlo todo por el diseño. Después de tres años sin celebrarse, la capital de la Plana está preparada para acoger de nuevo el Besing Fest. Esa cita que durante 48 horas convierte la ciudad en una plataforma creativa donde se celebran conferencias, talleres y otros eventos relacionados con el diseño en todas sus facetas: gráfico, de producto, interiorismo, ilustración, multimedia o editorial. Además, gracias al convenio de colaboración que sus impulsores, la asociación La Exprimidora, firmó a principios de año con la Capital Mundial del Diseño de València, el evento forma parte de su programa oficial, sirviendo así como oportunidad para afianzar esta iniciativa bienal que nació hace siete años en Benicàssim.
Cuando se dio la noticia de que València acogería la Capitalidad del Diseño en 2019, ya por entonces la presidenta de La Exprimidora, Cris Cavaller, manifestó que se haría lo posible para que la profesionalidad que hay en la provincia también pudiera verse reflejada en el proyecto. Así, en estos meses no solo ha viajado la asociación local hasta València sino que también diferentes agentes valencianos se han desplazado hasta Castelló para apoyar algunos de los eventos que aquí se han desarrollado. Desde el mismo aniversario de la Asociación de Diseñadores y Creativos de Castelló, que el año pasado cumplía una década, hasta una exposición de cerámica coorganizada con la Universitat Jaume I. El colofón de esta fructífera relación llegará el 28 y 29 de octubre con la celebración del IV Besing Fest.
Se trata, la de este año, de una edición donde además se quiere reivindicar la relación del diseño con el territorio. Por eso, a diferencia de las convocatorias anteriores, todos los invitados que darán las charlas e impartirán los talleres son artistas afincados en la Comunitat Valenciana, en su mayoría de València. "Queremos poner de manifiesto que también en nuestra tierra hay muchos profesionales, algunos todavía estudiantes, y también que el diseño tiene un papel fundamental en la construcción de un territorio", señala Pepa Casado, vicepresidenta de La Exprimidora.
Aunque la mayoría de su programa todavía está por desvelar, el Besing Fest ya ha avanzado tres de sus talleres. Uno de los fuertes, en realidad, de este evento que año tras año cuenta con lista de espera de creadores interesados en las masterclass. Por lo que hace a la próxima edición, los talleristas son Ana Illueca, Koi Samsa y El Fabricante de Espheras.
Como no podía ser de otra forma la valenciana Ana Illueca impartirá un taller de cerámica. Sus piezas investigan las raíces de las culturas mediterráneas. Illueca entiende la identidad local como un lugar al que aferrarse para crear. Por ello, en su caso, actualiza los símbolos, formas, técnicas y pigmentos de la cerámica llevándolos al Mediterréneo. Desde ahí genera piezas que reflejan la convivencia de civilizaciones y culturas a través de los siglos. "Amor por lo propio y amor por lo extraño. Trabaja para dar forma con barro a la luz, a la alegría y a la viveza de mar Mediterráneo", señalan desde la Exprimidora. En la actualidad, la valenciana dirige además un proyecto, 'ADN cerámico', con el que se pretende reforzar la reputación y prestigio del diseño mediterráneo creando una enorme hemeroteca que albergue el trabajo de todos aquellos profesionales cerámicos que la Comunitat Valenciana tiene.
Quien también visitará el Besing Fest es la artista multidisciplinar, diseñadora y creadora de contenido Koi Samsa, quien impartirá un taller de lettering. Ya ofrece la valenciana más 20 lecciones sobre ilustración en un curso de tres horas de Domestika donde enseña a cómo crear un cuaderno artístico. Es, en su caso, la literatura y más concretamente la poesía contemporánea una de sus mayores fuentes de inspiración. Por eso, en sus collages es muy fácil encontrar pequeñas historias y versos incrustados.
Por su parte, El Fabricante de Espheras participará en el evento con una intervención urbana de la que hará partícipe al público. El estudio de arquitectura que trabaja día a día en acciones de recuperación del patrimonio y regeneración urbana, ha dejado su huella por todo el territorio valenciano con intervenciones en la plaça de la Sinagoga de Onda, el Palau-Castell de Betxí, la Casa dels Bous de València o la Fàbrica de la Llum en La Vall d'Uixó.
Doce meses después de que València dejara de ser Capital Mundial del Diseño, la ciudad tiene pendiente desatascar el Consell del Disseny o regular su uso de la IA. La Fundació del Disseny ha mantenido una parte del calendario de actividades, aunque también acaba el curso con conflicto
