VALÈNCIA. ¿Puede un destino reunir todas las cualidades posibles? La respuesta es sí. Así es la Costa Blanca, donde se une el sol, la aventura, el mar Mediterráneo y una vibrante cultura. Y todo a un paso, en la propia Comunitat Valenciana, a menos de dos horas. Un destino perfecto, en cualquier momento del año, para disfrutar de la playa y, a la vez, de una variada oferta de ocio y gastronomía con la que despertar todos los sentidos, al tiempo que permite gozar en kilómetros de playas doradas y entusiasmarse con emocionantes actividades al aire libre que harán de una sencilla escapada de fin de semana toda una experiencia inolvidable. Desde Dénia, hasta Pilar de la Horadada.
Un clásico conocido es Alicante, capital de la Costa Blanca, una de las ciudades más emblemáticas de la Comunitat. En su casco antiguo se puede admirar la arquitectura desarrollada desde los orígenes urbanos de esta villa, incluyendo el Castillo de Santa Bárbara. De hecho, allí arriba, desde lo alto del castillo, las vistas panorámicas son espectaculares y se observa una imagen apabullante del mar y del casco urbano.
Muy cerca el edificio modernista del Mercado Central, acerca a vecinos y visitantes las delicias locales como salazones, encurtidos o dulces típicos. Y en las proximidades del mercado o en el centro de la ciudad hay una gran oferta para degustar un verdadero arroz alicantino. Después puede ser un buen momento para una animada terraza o para descansar relajándose en la playa del Postiguet, su hermoso arenal urbano con aguas cristalinas y vistas al castillo. Es sabido que cualquier opción es un acierto.
Se puede tomar el sol, nadar o simplemente disfrutar de un cóctel en uno de los chiringuitos. La avanzadilla perfecta para vivir más tarde la noche alicantina y, a la hora de la cena, la oferta gastronómica de Alicante hace las delicias de cualquiera. La Rambla o la Explanada de España son lugares encantadores para una cena al aire libre mientras se observa o se disfruta la vida nocturna.
Las experiencias al aire libre son uno de los puntos fuertes de la Costa Blanca, así que, después de un buen desayuno, puede ser el momento perfecto para vivir una emocionante aventura, por ejemplo, en el Parque Natural de Penyal D'Ifach, en Calpe. Esta majestuosa formación rocosa es perfecta para una caminata matutina. La ascensión es un poco desafiante, pero serán las vistas desde la cima lo que dejarán sin aliento.
En el puerto de la localidad se pueden degustar platos locales, para almorzar, como una inigualable caldereta de langosta en uno de los restaurantes locales de pescado fresco. Pero después la playa de la Fossa, con su arena dorada, será la elección perfecta para nadar y relajarse. El más aventurero puedes alquila una tabla de paddle surf o una moto acuática para divertirte en el agua.
Un fin de semana inolvidable
Una escapada a la Costa Blanca brinda la oportunidad de combinar la belleza natural, la cultura vibrante y la emoción de las actividades al aire libre. Ya se busque el relax en la playa, como explorar la historia y la arquitectura o embarcarse en aventuras emocionantes, la Costa Blanca tiene todo lo que se necesitas para un fin de semana inolvidable bajo el cálido sol mediterráneo. Las experiencias son infinitas en cualquier municipio de la Costa Blanca como Altea, Guadalets o Benidorm, entre otros.
Sobra decir que la Costa Blanca presume de atesorar hermosas playas de arena dorada y aguas cristalinas en las que tomar el sol, nadar o relajarse. Por todos es conocido, pero es que también es el lugar idóneo para encontrar la dosis de adrenalina en deportes acuáticos como el snorkel, windsurf, paddle boarding o incluso alquilando un jet ski.
Si se prefiere una pequeña evasión conectando con la naturaleza o conociendo un poquito más de la cultura e historia que nos rodea, las alternativas son muchas. Desde sus yacimientos arqueológicos por toda la provincia, hasta los museos de referencia nacional e internacional como el MARQ o el MACA, en Alicante, pasando por maravillosos enclaves como las lagunas de La Mata o las salinas de Santa Pola y Torrevieja.
Cuando la diversión es el objetivo, Benidorm es la apuesta, por su animada vida nocturna con música en vivo, espectáculos y bares en la zona de ocio de la ciudad. Con todo, la deliciosa gastronomía mediterránea da el broche de oro a cualquier experiencia en la Costa Blanca, con sus platos tradicionales como el arroz a banda o el pescado fresco en los restaurantes locales o en chiringuitos junto a la playa.