CASTELLÓ. Patronal y sindicatos han arrancado las negociaciones del nuevo convenio de manipulado y envasado de cítricos de la Comunitat Valenciana en un contexto marcado por los efectos Dana en Valencia. La parte empresarial plantea limitar las cuestiones a tratar por este motivo y quiere ampliar la jornada de lunes a sábado, una última condición que es inasumible para los sindicatos y que amenaza con resquebrajar la paz social en el sector en plena campaña de recogida.
La organización empresarial, formada por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC) y la Federació de Cooperatives Agroalimentàries, y los sindicatos de UGT y CCOO han mantenido tres reuniones para tratar el marco laboral, que emplea a unas 30.000 personas en la Comunitat, de las que 7.000 están en Castellón. El actual expiró en septiembre tras cuatro años y se encuentra prorrogado. En el último encuentro, el 11 de noviembre, desde la patronal pidieron circunscribir el acuerdo a dos asuntos por la irrupción de la Dana; las tablas salariales y la jornada laboral.
El temporal ha afectado a infraestructuras y producción de las comarcas de la Ribera Alta y Ribera Baja, mientras no se han visto dañados los almacenes. Aunque no se ha llegado al meollo de la negociación, desde la patronal pretenden que el convenio se adapte a esta realidad. Incluso, fuentes de la comisión negociadora no descartan que se reduzca el tiempo de vigencia del convenio.
La patronal insiste con una demanda que intentó introducir sin éxito en el convenio de 2020, como es la prolongación de la jornada laboral de lunes a sábado, manteniendo las 40 horas semanales. Hace cuatro años se acordó 8 horas al día de lunes a viernes. Con este cambio habría más flexibilidad y los almacenes harían menos uso de horas de trabajo extraordinarias. Las empresas arguyen que así ganarían en competitividad en un momento de crisis del sector, pero esta medida es una línea roja para UGT y CCOO, que advierten que menoscabaría la conciliación familiar en unas plantillas formadas en buena parte por mujeres.
"Consideramos que esta postura es una estrategia clara de la patronal para dinamitar cualquier avance en la negociación, acotando los puntos a negociar e intentando dejar fuera aquellos aspectos fundamentales que deben ser mejorados en el convenio", indican desde Comisiones Obreras en un comunicado, que remarcan que "los derechos laborales y las necesidades de los y las trabajadoras del sector son mucho más amplias y no pueden quedar reducidas a un mínimo".
El lunes habrá otro encuentro en Valencia de la comisión negociadora. De manera paralela, UGT ha convocado este viernes a sus delegados en Castelló para informar de la situación, mientras Comisiones Obreras lo hará el martes. Desde la patronal aplazan una valoración al lunes pero parece que ese día no habrá muchos avances por las diferencias respecto a la flexibilidad horaria.
Cabe recordar que en 2020 se llegó a un acuerdo in extremis, con mediación de la Conselleria de Agricultura, cuando ya se había convocado una huelga. Hace cuatro años se pacto un aumento de las retribuciones de un 1% al año en los cuatro de vigencia, más un 5% en las horas extraordinaria. Ahora, la plataforma sindical reclama primero una compensación salarial de un 11% por la inflación de estos cuatro años.