VILLENA. La fotógrafa Eva Máñez participa este viernes, 27 de octubre, en las jornadas de memoria histórica de Villena recordando uno de los capítulos más sangrantes de la posguerra. Es el caso del cementerio de Paterna, en Valencia, el primero en que hay constancia de un fusilamiento tras la Guerra Civil, fechado el 3 de abril de 1939, y el segundo cementerio de España con más fusilados durante la posguerra. Episodio que la fotoperiodista ha reflejado en su libro Paterna, la memoria del horror y que ahora lleva en formato expositivo, en imágenes y con fragmentos del libro, a este municipio alicantino, a partir de las 19:30 horas, en la Casa de Cultura (KAKV), donde se inaugurará la exposición y se llevará cabo un coloquio con la autora. Una muestra que se podrá visitar hasta el 30 de noviembre.
El proyecto se remonta a 2016, cuando comenzó a documentar las exhumaciones de dichas fosas para publicarlas en los medios de comunicación. Durante el proceso, se fue encontrando con decenas de mujeres que le transmitieron una antología de historias sobre el dolor y la búsqueda. Unos hechos que, en 2021, le llevaron a tomar la decisión de recopilar todas esas voces de abuelas, viudas, hijas, hermanas, nietas: crónicas de quienes nunca perdieron la memoria. "Hablar de la memoria es hablar del futuro", apunta la autora, quien explica que "ellas son las guardianas de la memoria, las mujeres que sufrieron represión y ahora buscan los restos de sus padres, abuelos y bisabuelos fusilados, reclamando verdad, justicia y reparación para poder construir un futuro mejor". Y el fruto de ese viaje, a través del espacio y el tiempo, es esta exposición.
De esta forma, la exposición se divide en dos partes. Primero se exhiben las fotografías que han relatado el proceso de exhumación de las fosas en el cementerio de Paterna. Después, aborda mediante retratos y testimonios la lucha de las mujeres descendientes de los fusilados, como herederas de la memoria. "En total, fueron asesinadas un mínimo de 2.238 personas provenientes de diferentes municipios valencianos, así como de otras localidades del territorio español", apunta la fotoperiodista. Y es que allí existen alrededor de 135 fosas comunes donde fueron depositadas las víctimas de la represión franquista, después de ser ejecutadas en el Terrer, situado a unos 500 metros del cementerio. "Es por ello que se ha erigido como 'el paredón' de España y símbolo de la lucha por la memoria histórica", añade.
El proceso de recuperación de los restos óseos, junto con los retratos y testimonios de hasta 60 mujeres descendientes de los fusilados, en un diálogo continuo, revelan la dimensión de la tragedia hasta hoy. La muestra, que ya se ha podido ver anteriormente en el Centre del Carmen de Cultura Contemporánea (CCCC) del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, así como en el festival Imaginaria de Castellón y en la Fototeca Nacional de Cuba, recoge, sin embargo, algunas piezas inéditas, fruto de la colaboración de la fotógrafa con la Col.lecció memòria democràtica L'ETNO de la Diputación de Valencia. Es el caso de las imágenes de ligaduras de los condenados a muerte y la trenza de una mujer rapada. Además, se exhibe una pieza de papel de dieciocho metros que, suspendida en la pared, muestra la intimidad de estas historias femeninas de silencios y búsquedas.
La voz de las mujeres que luchan por recuperar a sus familiares enterrados en las fosas protagoniza esta exposición en la que, a través de imágenes y documentos orales, Eva Máñez acompaña a estas mujeres en su proceso de búsqueda, "pretendiendo ser una mirada de género a la memoria histórica visibilizando el trauma, la resiliencia, la identidad y la memoria de las mujeres", explica la autora. "Asistimos a la memoria viva de varias generaciones de mujeres que sirven de interacción entre la memoria individual y la memoria colectiva", describe. Hijas, nietas y biznietas de fusilados y desaparecidos de diferentes lugares de España que encontraron en Paterna una bala y la fosa común. Historias de silencios y búsqueda que ahora reclaman verdad, justicia y reparación. Una exposición que se trasladará a Argentina, donde se mostrará en el Centro Cultural Parque de España, en Rosario, formando parte de las actividades culturales relacionadas con el cuarenta aniversario de la democracia de ese país.
El sábado, a las 19 horas, un día después de la inauguración y el coloquio con la autora de la muestra, habrá una pequeña actuación del dúo electroacústico Pequeño Mulo & Charlie Milf, que combina el preciosismo barroco y el crawl & roll (gatear y rodar). Una propuesta que parte de la música de raíces, combinada con el espíritu enérgico del folk, el blues y el pop-rock. El pianista Carlos Espina, así como el guitarrista y cantante Raúl Abeledo, son quienes se encuentran detrás del nombre de este dúo, uniéndose así, tras una dilatada trayectoria de más de 20 años, en un disco-libro de cuatro canciones. La Tierra es plana es el título de una colección de canciones escritas durante la pandemia y azuzadas por las diversas crisis, e inspiradas por la memoria de lucha y resistencia de las generaciones precedentes. Un cancionero que se inspiró en el trabajo de Eva Máñez durante la producción del proyecto y que cuenta con la colaboración, también, de Elías Taño, en la elaboración de las ilustraciones que contiene este disco-libro. De nuevo, todos unidos, ahora en Villena, este sábado, 28 de octubre, también en la KAKV, con entrada libre.
