VALÈNCIA (EP). El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que este jueves decidió el primer recorte de los tipos de interés en la eurozona desde 2019, seguirá aplicando un enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión por lo que la entidad no se compromete por adelantado con ninguna senda de las tasas en el futuro.
Así lo ha querido dejar claro la presidenta de la institución, Christine Lagarde, en la rueda de prensa posterior a la reunión del órgano de gobierno del BCE, que ha acordado una rebaja de los tres tipos de interés de 25 puntos básicos, a pesar de haber revisado al alza sus proyecciones de inflación.
"Estamos decididos a garantizar que la inflación regrese a nuestro objetivo de medio plazo del 2% de manera oportuna", ha subrayado la francesa, añadiendo que el BCE mantendrá los tipos de interés oficiales lo suficientemente restrictivos el tiempo necesario para lograr ese objetivo.
Asimismo, la presidenta del BCE a reiterado que el Consejo de Gobierno continuará siguiendo un enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción.
En particular, Lagarde ha recordado que las decisiones sobre tipos de interés se basarán en la evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los datos entrantes, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria.
"No nos estamos comprometiendo previamente con una trayectoria de tipos particular", ha repetido en varias ocasiones la presidenta del BCE, añadiendo que, en cualquier caso, la entidad está dispuesta a ajustar todos sus instrumentos dentro de su mandato para garantizar que la inflación regrese al objetivo de medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria.
En este sentido, a pesar de los avances de los últimos trimestres, Lagarde ha reconocido que las presiones sobre los precios internos "siguen siendo fuertes" a medida que el crecimiento de los salarios es elevado, por lo que ha advertido de que es probable que la inflación se mantenga por encima de la meta hasta bien entrado el próximo año.
De hecho, las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema para la inflación general y básica se han revisado al alza para 2024 y 2025 en comparación con las proyecciones de marzo.
En concreto, se anticipa que la inflación general de la zona euro se sitúe de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026. En comparación con las estimaciones de hace tres meses, esto supone dos décimas más para este año y el siguiente.
De excluirse el impacto de la energía y los alimentos, la variable subyacente se quedará en el 2,8% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 2% en 2026.
De su lado, se anticipa un crecimiento del PIB del 0,9% en este ejercicio, un 1,4% en 2025 y un 1,6% en 2026. Esto supone una modificación de tres décimas más y una décima menos para 2024 y 2025, respectivamente.