VALÈNCIA. June’s Kaleidoscope estrena su nuevo videoclip, Brave Journey Into The English Sea, título también de su galardonado EP. Un vídeo preciosista y onírico, que narra la historia de un viaje de redescubrimiento.
El trabajo audiovisual busca reflexionar sobre la valentía de dejar el pasado atrás como una memoria, que trae buenos momentos, aunque signifique avanzar en solitario.
“Intento transmitir un camino a la introspección y al autoconocimiento en una etapa de la vida que, aunque no hubiera acabado como se presuponía, aportó también lecciones, que de otra manera no podrían haber llegado a mí”, explica Arantxa Iranzo, la cantautora detrás del nombre de June’s Kaleidoscope.
En Brave Journey Into The English Sea, producido y protagonizado por la misma June’s, se describe todo un universo narrativo, que recoge el lenguaje intimista pero orquestal, tan característico en las canciones de la artista valenciana, a menudo asociadas a la melancolía neofolk.
El videoclip es a la vez una oda al Atlántico a través de los ojos del Mediterráneo -fue rodado entre Dénia y la costa de Jávea- para el que se rescató una cámara de los años 90, con el fin de recrear la estética casera de un viaje entre amigas: despreocupado, sensorial, lleno de matices y detalles espontáneos.
La historia se desenvuelve como un roadtrip durante un verano de cambios, en el que se aprende, se viven toda clase de emociones nuevas y se mexcla con otra estética más cinematográfica y sobria, donde se hace énfasis en los sentimientos duros y profundos que emana la historia que late debajo: la fuerza que conlleva dejar atrás personas y lugares que amamos.
“La mezcla entre ambas formas de filmar, consiguió que el vídeo pudiera percibirse más dinámico, liviano, pero sin perder de vista el mensaje intimista final”, agrega Iranzo.
Para la realización del vídeo, June’s se rodeó de todo un equipo de creativas valencianas, dirigido por Laia Lluch. La decisión de trabajar con un equipo conformado por mujeres partió de la canción y el momento personal en el que se encontraba June’s. “Esta historia es tan personal y tan propia, que pensé que sería más complicado plasmar la sensibilidad que surge en esas imágenes dese la mirada masculina, sin que esto signifique discriminarla . Buscaba también la sororidad que un proyecto así puede conseguir. No es frecuente encontrar un equipo enteramente femenino de creativas en el campo audiovisual, unido a la música. Era la primera vez que trabajaba únicamente con mujeres, y el resultado fue como una reunión de amigas, que aún sin conocernos lo suficiente, esforzándose entre sí y apoyándose para rodar unas vivencias que fueran lo más completas posible”, detalla Iranzo.