CASTELLÓ. En enero de 2018 comenzó a operar la primera línea de AVE entre Castelló y Madrid. Pero no lo hizo gracias a la reivindicada plataforma exclusiva de alta velocidad. Entre la capital de la Plana y València, el Gobierno había optado por introducir en la red ferroviaria convencional un tercer raíl para permitir la circulación en ancho europeo. Una opción más económica pero que ha generado durante las obras una retahíla de problemas en la red, fundamentalmente en el servicio de Cercanías, al compartir tránsitos de alta velocidad, cercanías y mercancías. En 2018 se había ejecutado el tercer raíl en una de las dos días. En dicho año se iniciaron los trabajos en la segunda, una fase que ahora está previsto que concluya en el primer semestre de 2024. Si se cumplen las previsiones, la ejecución de las dos actuaciones para implantar el tercer raíl entre València y Castelló acabará tras 11 años.
Desde el Comisionado del Corredor Mediterráneo explican a Castellón Plaza que las obras de la segunda fase del tercer carril ya han completado los desvíos en las estaciones del tramo entre València y Castelló y ahora queda pendiente una conexión de mercancías con Sagunt y la colocación del tercer raíl en sí mismo. La previsión es que acaben en la primera mitad de 2024, y a partir de ahí esta vía mixta se activará cuando lo autorice la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), con lo que su puesta en marcha podría alargarse hasta el final del próximo ejercicio.
Las dos vías, con el tercer raíl, estarán así operativas para los servicios de alta velocidad (aunque sin alcanzar el mismo nivel que en las zonas donde la vía es exclusiva), lo que potenciará "la fluidez y la seguridad en el tráfico ferroviario". "El AVE discurrirá con más fluidez y los Cercanías mejorarán al tener más capacidad", apuntan desde el Comisionado del Corredor Mediterráneo.
El tercer raíl forma parte del proyecto del corredor mediterráneo, que adapta la vía al ancho europeo para mejorar las conexiones de mercancías con Europa y potenciar la alta velocidad. La siguiente actuación pendiente en el trazado Castelló-València pasa por la ejecución de una nueva doble plataforma reservada para los viajes de alta velocidad (AVE y Euromed). Esta nueva vía permitirá concentrar en la red de tráfico mixto a los Cercanías y mercancías.
En este caso, según el Comisionado, el Ministerio de Transporte está a punto de enviar el estudio informativo definitivo al Ministerio de Transición Ecológica para que apruebe la preceptiva declaración de impacto ambiental. En este proyecto de momento no se concretan plazos. En su día, el Gobierno indicó que la obra podría comenzar en 2025, pero con los plazos actuales esto es imposible, ya que todavía se debe redactar el proyecto constructivo. Después, las obras podrían durar siete años si se ejecutan de forma independiente, tal y como recoge el documento preliminar.
En cuanto al tramo entre Castelló y Tarragona, el Ministerio ya ha comenzado las obras, que comportarán la conversión del actual ancho ibérico en internacional. Por ahora se han dispuesto algunas traviesas, aunque la idea es coordinar su puesta en marcha con la ejecución en el tramo anexo entre Tarragona y Castellbisbal.
La programación contempla que en dos o tres años esté completado este tramo, con lo que en 2025 o 2026 Tarragona, Castelló y València podrían estar unidas por ancho internacional ferroviario. El presupuesto de esta actuación se sitúa en los 350 millones de euros. Dado que el ancho del futuro será exclusivo en UIC, los convoyes de los trenes que actualmente circulan por este trazado deberán adaptarse al ancho internacional.
Por último, en la provincia de Castellón las obras del corredor mediterráneo incluyen también el acceso ferroviario sur al puerto de Castellón, una obra que conectará a las instalaciones portuarias con el ancho internacional.
Respecto a todo ello, y muchas otras actuaciones, este pasado mes de noviembre la Asociación Valenciana de Empresarios reunió a 1.800 empresarios para reclamar celeridad en las obras del corredor mediterráneo.
