Grupo Mixtour trae a València la obra de George Aperghis, “maestro vivo de la vanguardia, al nivel de John Cage”, un programa que incluirá también piezas del japonés Hosokawa y la alemana Isabel Mundry. Además, estrenarán una obra del valenciano Carlos Fontcuberta
VALÈNCIA. La directora y compositora Jamie Man (Londres, 1987) nos hablaba ayer a través de Culturplaza de la importancia de que las programaciones de los teatros incluyan piezas operísticas de autores vivos. En el mundo de la música clásica hay una nueva generación llamando a la puerta que no siempre encuentra oportunidades para ser escuchada. Quizás no tanto en países de nuestro entorno como Inglaterra, Alemania, Austria u Holanda, pero desde luego sí en España, donde esta función pública elemental recae en festivales veteranos como Ensems y en algún que otro de nuevo cuño como el Resis de A Coruña (nombre cuya traducción al gallego lo dice todo: “Resistir”). Aunque suene muy descorazonador, no se puede decir que las cuatro décadas de existencia de Ensems hayan dejado huella en las temporadas regulares de nuestros auditorios, donde la presencia de la contemporaneidad y la vanguardia sigue siendo meramente testimonial.
Aguantar el tipo en este “microsector” cultural no es fácil para los creadores, que apenas reciben encargos, pero tampoco para los intérpretes interesados en este repertorio. Los ensembles de música clásica contemporánea suelen ser formaciones poco estables, que se activan y desactivan en función del contexto que les toque vivir en cada momento. Es el caso de Grup Mixtour, ensemble formado en 2011 por músicos valencianos que habían estudiado juntos en el conservatorio de Ámsterdam. Después de superar algún parón y una pandemia, el grupo dirigido por Pablo Rus volvió con fuerzas renovadas en 2021 y llega ahora a Ensems con un programa ecléctico que compagina la música de reciente creación -el estreno de una pieza encargada por el IVM a Carlos Fontcuberta- con la de compositores consagrados vivos: George Aperghis, conocido por haber reinventado el teatro musical utilizando sonidos, gestos y tecnologías y por haber incorporado a los intérpretes en el proceso creativo de composición; el japonés Toshio Hosokawa, cuya obra escogida está inspirada en un extraño sueño intrauterino, y la alemana Isabel Mundry, una de las compositoras más reconocidas de Europa y un potente referente femenino para las nuevas generaciones. Mundry viajará a València el próximo 20 de septiembre para disfrutar en directo de este concierto.
“Llevamos años tratando de invitar a Aperghis a Ensems, pero tiene ya cierta edad y arrastra problemas de salud. Estaba previsto que viniese, pero lamentablemente ha tenido que cancelar su visita a València hace unos días. Junto a John Cage y Mauricio Kagel, es uno de los pilares fundamentales de la música de vanguardia del siglo XX, y un creador imprescindible para comprender la hibridación de la música con lo gestual y teatral. Además, por lo general tiene un estilo de escritura muy personal y bastante minimal, lo que hace que sea fácil de seguir también para el público que no está familiarizado con la música de vanguardia”, opina Voro García, director del festival desde 2017.
La pieza del maestro griego que interpretará Grup Mixtour no es una de las más conocidas. Se titula In extremis y fue compuesta en 1998. “Es una obra muy frenética en la que cada uno de sus ocho instrumentistas puede verse como un actor diferente dentro de una pieza teatral. Es una pieza histriónica, loca, atrevida, en la que se superponen unas voces con otras y a veces no sabemos quién está hablando ni qué está diciendo. Juega con los extremos, desde fortissimos muy grandes hasta pianissimos casi inaudibles. Quince minutos de sorpresa constante”, nos explica el violonchelista Víctor Trescolí, miembro fundador de este ensemble.
“Va a ser un concierto que pasa por muchos estados de ánimo diferentes -continúa-. La música de Mundry es fresca, a pesar de que precisamente esta obra mira al pasado. Las piezas que se han escogido para este concierto son una especie de reelaboración de diversas canciones de amor de Guillaume Dufay (compositor del siglo XVI). Es muy curioso el sonido particular de esta música; es como si hubiesen metido en una caja de metal la música de Dufay hace cinco siglos y la hubiésemos encontrado hoy como una reliquia, un poco desgastada o corroída. Es, en suma, una combinación de música del pasado mezclada con multitud de efectos sonoros que la hacen más actual”.
Por su parte, la pieza Drawing for 8 players (2004) del compositor Toshio Hosokawa (Hiroshima, 1955) es la más zen, la que juega más con el latido sosegado de la calma. “Está inspirada en un sueño, lo que le confiere un carácter muy onírico y mete al oyente en una especie de submundo. Es quizás también la pieza más oscura y menos rítmica del programa, que contrasta mucho con la de Aperghis”, apunta Trescolí.
“Soñé que todavía estaba en el vientre de mi madre -describe el compositor nipón-. Al principio estaba en completa paz; era la unión con el cuerpo materno. Entonces, los latidos de su corazón comenzaron a resonar con dureza y sentí la presión de un proceso que se iniciaba: el nacimiento. Nacer: ¡Algo difícil, que te puede llevar tanto a la vida como a la muerte! En este sueño muy real, sentí una multitud de sentimientos primitivos: angustia, presión, miedo, deseo y finalmente alegría de nacer. Quería expresarlos musicalmente, dibujando las grandes líneas”.
Dentro del mismo concierto, titulado Cicles, el Grup Mixtour estrenará Star-Isles, una pieza del compositor valenciano Carlos Fontcuberta para clarinete bajo y ensemble. “Es una música muy luminosa y es curioso ver al clarinete bajo como solista, algo muy poco común y que tiene el aliciente añadido de que contará con el clarinetista Eduardo Raimundo, que es un gran músico de la Orquesta Nacional de España”, añade Trescolí, quien lamenta que muchas veces pensemos erróneamente que la música contemporánea es demasiado cerebral y está alejada de los sentimientos. “Este programa del día 20, por ejemplo, es profundamente humano y comunicativo. Más cercano al sentimiento que a la razón”.
“Me gustaría que un festival como Ensems no fuese necesario, pero lo es -explica Voro García-. El también músico y compositor valenciano reconoce con resignación que las cuatro décadas de existencia de Ensems no han permeado en las temporadas musicales de los auditorios y teatros de la Comunitat Valenciana, “ni de España en general”. Apenas hay rastro en ellas de un tipo de música que consideran deficitaria en términos económicos y cuya limitada afluencia de público incomoda a los programadores. La clásica contemporánea se relega a fechas puntuales en el calendario, lo que da a lugar a situaciones sorprendentes, como el hecho de que estemos a punto de dejar atrás el centenario del nacimiento de Iannis Xenakis, uno de los grandes pioneros de la música de vanguardia del siglo XX, sin que apenas ninguna orquesta española haya programado una obra suya. (Sí lo han hecho, por ejemplo, el grupo gallego Arxis Percussion Group o la Orquesta de Cámara del Auditorio de Zaragoza. En el contexto de Ensems, la Orquesta Sinfónica ADDA Si y la Spanish Brass rendirán homenaje al músico y arquitecto rumano en sendos conciertos en Alicante y València).
En opinión de Voro García, “es una lástima que formaciones del nivel de Grup Mixtour no puedan tener temporadas estables a lo largo del año”. “Nacimos en uno de los peores momentos económicos, el año 2011 -explica Trescolí-. Al principio nos sustentamos con campañas de crowdfunding y con el apoyo económico por parte de los propios miembros. Creo que poco a poco nuestro sector va creciendo, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Desde el nacimiento del ensemble la situación ha mejorado indudablemente, pero no será nunca suficiente si la actividad y las propuestas no pueden llegar al público de una forma constante, en forma de ciclos, laboratorios e implicando no solo a entidades públicas, sino a salas, auditorios y fundaciones. Creo que se debería tener en cuenta que València tiene un público especialmente curioso”.