CASTELLÓ. El sector azulejero, como el resto de actividades económicas, alberga en su seno grandes diferencias. Y estas se dejan notar en prácticamente todos los aspectos de su quehacer. Incluso un tema tan grave como el incremento de precio del gas tiene repercusiones muy diferentes en función de cada empresa.
Así lo señala la aseguradora Solunion, que en el avance de su informe anual sobre el sector recoge que el aumento del coste del gas ha provocado "medidas contrapuestas". Así, junto a las paradas de producción (y los consiguientes ERTE) por las que varias firmas optaron en diciembre, cuando el precio del gas tocó techo, también hubo compañías que tomaron la dirección contraria: "el aumento del ritmo de producción".
Y esto se debe, aparte del vencimiento de los contratos de abastecimiento, fundamentalmente al tamaño y lo saneadas que están las empresas. Así, los paros "ha sido la alternativa elegida por las compañías con dificultades para trasladar el incremento de precios al cliente", normalmente pequeñas firmas con escaso peso en el mercado. La segunda opción "es la escogida por aquellas empresas que confían en esa traslación de costes al precio de venta y que cuentan con circulante suficiente para financiar una acumulación de stock antes de que venzan los contratos gasísticos y las tarifas vuelvan a crecer", recoge el documento de Solunion. Es decir, grandes sociedades.
De hecho, este incremento, unido al de otros factores productivos, ha motivado "subidas generalizadas de los precios de venta de dos dígitos", recoge el flash de Solunion sobre la industria cerámica. Esto ha sido posible gracias a "la fuerte demanda" de baldosas, en detrimento de otras soluciones de revestimiento, como "el mármol, el parqué o la moqueta". Y también por el vigor del sector de la construcción, fundamentalmente de la reforma.
El documento que ha dado a conocer la aseguradora destaca, entre los otros costes que también han aumentado, el de los derechos de emisión -"que casi se ha triplicado en los últimos doce meses"- y el de "la electricidad, arcillas, colorantes y materiales de embalaje". Asimismo, resalta que la logística "no solo ha resultado cara, sino que ha llegado a haber falta de contenedores para carga".
En cuanto al incremento de precios de venta, el informe señala que este es una de las razones que explica el espectacular alza de la exportación, que el año pasado se situó por encima de los 3.660 millones de euros, lo que supone un 24,6% más. Este aumento de precio se produjo, sobre todo, en el cuarto trimestre, apunta Solunion. Pese a ello, la razón principal del alza exportadora se debe a un mayor volumen de producto vendido, apunta.
La conjunción de ambos factores hizo que la principal industria castellonense prácticamente quintuplicase el año pasado el crecimiento medio de la última década, que la aseguradora cifra en un 5%. Eso sí, pese al incremento de precios, los márgenes se han estrechado.
Ahora, después de que a principios de este 2022 el gas iniciase una desescalada importante de precios, la invasión rusa de Ucrania puede volver a reproducir esta situación. Y es que, aunque el incremento desorbitado de precio de la semana pasada se ha frenado, las cotizaciones están bastante más altas que unas semanas atrás.
De hecho, el informe de Solunion ya avanza que estima "un contexto de materias primas caras durante la primera mitad de 2022 no trasladadas en su totalidad al precio de venta". Es decir, todavía márgenes más estrechos. Asimismo, y pese que las empresas han hecho acopio de arcilla y pueden tener stock para unos seis meses, tal y como el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, señaló a Plaza Cerámica, la situación en Ucrania podría hacer que los fabricantes se vieran "obligados a parar la producción por interrupciones en el suministro".
Para tratar de evitarlo, en enero la importación de esta materia prima a través del puerto de Castellón, su vía de entrada a la provincia, aumentó un 74%. Habrá que ver si esto (y los barcos en tránsito) es suficiente o no, algo que depende, sobre todo, de la duración de la escalada bélica en la zona en conflicto, ya que la expedición de materia prima ya se ha interrumpido y habría que buscar alternativas en otras zonas, algo muy complicado.