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'Qué sabe nadie o les cançons de Penèlope'

Lara Salvador debuta como dramaturga en El Micalet con un "cabaret de autoficción"

16/05/2022 - 

VALÈNCIA. En su debut como dramaturga y directora teatral, Lara Salvador ha elegido revelar una herida familiar y darle estructura de cabaret. La obra resultante es una pieza de autoficción que reconstruye el dolor que acompañó a la desaparición de su tío. Se titula Qué sabe nadie o les cançons de Penèlope y tras alzarse en su versión breve con el premio Russafa Escénica 2020, se estrena en formato largo y en valenciano en el Teatre Micalet, donde está programada del 18 al 29 de mayo.
 
“Hemos trabajado sobre una consecución de fotografías vivas que se entrelazan entre sí a través de un hilo conductor: las consecuencias que se desencadenan en una familia a partir de una ausencia”, avanza Lara Salvador, quien desde el principio tuvo claro que además de firmar y dirigir esta pieza tan personal, también iba a protagonizarla.
 
La pieza evoca un cabaret en su estructura, pues se compone de una sucesión de pequeñas escenas de tonos, estilos y disciplinas diferentes. En cuanto a la subversión propia del género se ha sustituido por el desnudo emocional. “En esta obra le ofrecemos un espacio seguro, honesto y bello al dolor para que pueda resultar catártico”, avanza la creadora.
 
La actriz y cantante juega en su dramaturgia con los límites entre ficción y realidad. Valiéndose de la autoficción profundiza en experiencias propias que estiliza con el uso de la poesía, la metáfora y la música. Este último aspecto es el que le permite una mayor conexión emocional para expresarse.

Canto para deshacer nudos

Sobre el escenario la acompañará su padre, el reconocido percusionista y compositor Jesús Salvador ‘Chapi’, que se ha encargado tanto de componer canciones como de arreglar los éxitos del folklore popular que conforman la banda sonora de la obra para ser interpretadas con vibráfono y voz. Lara asegura que no podría interpretar la función acompañada por otro músico. “Siento que me sostiene, me acompaña, me da el anclaje que me permite volar y adentrarme en este terreno”, agradece.
 
Las composiciones nuevas ayudan a explicar la historia y a trascender el punto de vista original, mientras que los temas elegidos hablan de la espera, del anhelo de alguien que no está. “Son canciones que le gustaban a mi abuela, pero no se atrevió a cantarlas para no deshacerse en el intento. Tratamos de evocarlas con una intención de liberar algo, de deshacer un nudo”, explica la autora, quien considera que los traumas familiares se heredan.

 
De ahí que Salvador haya decidido verbalizar el dolor sufrido por su familia para poder romper el silencio y reconciliarse con la tragedia. “Lo que no se sana, se transmite de generación en generación para que sea curado. En cada árbol genealógico hay unos temas que se van repitiendo y cada generación tiene la oportunidad de liberarlos”.

Acabar con las esperas

Si Lara ha elegido subtitular la obra Les cançons de Penélope es para evocar la espera del regreso de su tío entre las mujeres de su familia: su abuela, sus tías, su madre y sus primas: “El mito de Penélope evoca el arquetipo de la mujer que aguarda el retorno de un hombre. En el caso de la mujer de Ulises esperaba a su marido, pero podemos extrapolarlo a la espera en un sentido más amplio”.
 
De hecho, la autora ha reparado en que nuestras vidas están basadas en la espera. Su intención es subrayarlo y romper con el arquetipo. “Aguardamos un trabajo mejor, la pareja perfecta, las vacaciones, el fin de semana, ganar más dinero. Todo el tiempo estamos esperando una situación mejor de la que estamos viviendo con la promesa de la felicidad. Muchas veces al no conseguirlo nos sentimos frustrados e incluso cuando lo conseguimos, la satisfacción se desvanece rápidamente y fundamos nuevas esperas, y así hasta el infinito”.

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