toma de posesión de amparo navarro 

La reválida de Mazón en la UA tendrá que esperar: su golpe de efecto se queda en risas 

18/01/2025 - 

ALICANTE. Había mucha expectación para ver cómo aceptaría el Paraninfo de la Universidad de Alicante el acuerdo entre la propia UA, la UMH y la Generalitat sobre las prácticas de Medicina, cristalizado el pasado lunes, dentro del conflicto generado desde el verano de 2024, cuando el Consell de Mazón abrazó las tesis contra el grado autorizado por Ximo Puig. Había expectación porque hace cuatro meses, en septiembre, el conseller de Educación y Universidades, José Antonio Rovira (profesor de la UA), había proclamado, a los cuatro vientos y en el mismo auditorio, que el grado de Medicina había sido autorizado casi por el demonio y que estaba plagado de irregularidades y anomalías, de ahí que la Generalitat se hubiera puesto del lado de la UMH. Y había expectación porque, entre un acto, el de este viernes, y el del pasado septiembre, sucedió una Dana, en la provincia de Valencia, con consecuencias catastróficas en vidas humanas y daños materiales, que ha puesto la credibilidad del president Carlos Mazón en términos negativos. 

Pero han pasado tantas cosas, más allá de la Dana y del fallo del TSJ que ha avalado con contundencia el grado de Medicina, que había expectación por ver al renacido (tras el abrazo de Feijóo y la ovación en Asturias) Carlos Mazón en su universidad, la de Alicante, donde el PP valenciano siempre ha querido ejercer una influencia ante un feudo considerado, a priori, progresista y de nubes bermellonas. Fue Zaplana quien se llevó Medicina de la UA; ha sido el PP de Mazón el que no ha querido defender la permanencia de Medicina en esta segunda acometida.  ¿Las razones? Cada uno tiene las propias.

Así que en este contexto, la cita prometía. Y vaya que lo ha hecho. En primer lugar, porque ha sido de las primeras protestas contra el papel de la Generalitat en la Dana, fuera de València, y con Mazón presente; lo cual ha desembocado en una concentración de un centenar de manifestantes y la interrupcion del propio acto, por parte de una joven, que ha centrado el tiro dialéctico sobre el president ante la expectación del auditorio; en segundo, por que el propio Mazón, sabedor de lo que barruntaba, ha acudido rodeado de todos los cargos del PP con más peso en la provincia de Alicante (alcaldes de Elche y Alicante; presidente de la Diputación y otros munícipes y diputados), y sobre todo, porque había curiosidad por si se daba a dar un intercambios de golpes entre la primera interviniente, la ministra Diana Morant, y Mazón, o la segunda, la propia rectora de la UA, Amparo Navarro, y el president por las desaveniencias gestadas en estos meses. 

Morant ha comenzado el acto anteponiendo el valor de la ciencia y la innovación frente a los que niegan el cambio climático, para continuar con el debate de Medicina. “Hoy algunos, cuatro meses después, van a tener que cambiar de nuevo su relato después de verterse muchas mentiras”, ha dicho la titular de Ciencia y Universidades, mientras por detrás el rector de la UMH, Juan José Ruiz, negaba con la cabeza. 

Era el turno de la rectora. Y, a diferencia de lo que quizás la mayoría esperaba, no hubo alusiones a Medicina, ni al grado, ni a la sentencia del TSJ ni al reciente acuerdo de las prácticas. Para la rectora, a tenor de su discurso, se trata de un tema zanjado. Solo ha dejado entrever como un "caso de éxito" que "todas las universidades" vayan "a compartir los recursos públicos de los hospitales" y que construyan "un espacio común de entendimiento", pero sin más mención específica. El objetivo de la rectora, en su toma de posesión, ha sido otro: defender el sistema universitario público, el trato a los alumnos, la formación al personal de la UA y la financiación para poder crecer. Una sonora ovación y con el público puesto en pie ha finalizado la intervención de Amparo Navarro, casi de igual manera que en septiembre defendió la autonomía universitaria para poder implantar Medicina con el único propósito de formar y aportar a la sociedad. Así que la pelota lanzada por Morant ha seguido botando hasta que Mazón la ha cogido. 

Y ha sido cuando se ha atribuido el fin del conflicto de Medicina, entre la UMH y la UA, lo que ha generado una cascada de risas entre el público asistente, y no de manera premeditada. Ha sonado, más bien, espontáneo y general. Sólo cuando el president ha mencionado la contribución de los rectores, especialmente la de la UA, es cuando han sonado los aplausos. 

Mientras, Mazón ha puesto tanto tesón en ganarse al respetable con un alud de datos y de políticas universitarias, que cuando se ha producido la mención a Medicina (y las risas), el público ha ido desconectando sin valorar el esfuerzo del jefe del Consell por exhibir esa realidad paralela que ahora parece apocada por la Dana. Que si la convalidación de los títulos extracomunitarios; que si la financiación estable y suficiente; que si la creación de la Beca ‘Manuela Solís’; la nueva convocatoria de ayudas denominada Becas GV-Talent, el convenio con el Ministerio del Programa María Goyri, en el que asume la financiación del 40% de las 707 nuevas plazas de ayudante doctor que se van a convocar en las próximas fechas -con puyita a Diana Morant incluida-: el programa GenT2; la iniciativa ValER... 

Cuando iba por esos párrafos, el respetable ya maquinaba otras cosas (no sé si buenas o malas). Y si de verdad Mazón quería un golpe de efecto con el acuerdo de las prácticas de Medicina y con su afán de ganarse a parte de los asistentes -también había de los suyos-, desde luego no lo ha conseguido: el discurso de Rovira del 12 de septiembre y el fallo del TSJ a favor de Medicina siguen pesando demasiado en ese paraninfo (sin olvidar a los más mayores que todavía tienen en su retina la succión de la primera facultad). La reválida de Mazón, al menos en la UA, tendrá que esperar. No serán fáciles de olvidar estos cuatros meses en el campus de Sant Vicent, pese al saber estar de Amparo Navarro. De la otra reválida, el tiempo dirá. 

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