VALÈNCIA. Las actividades basadas en el conocimiento, aquellas que requieren utilizar recursos productivos más cualificados –capital humano, activos TIC y maquinaria, equipo, elementos de transporte y activos intangibles-, han ganado peso en la economía española. Entre el año 2000 y el 2014, este tipo de actividades ha pasado a representar el 60% del VAB (valor añadido bruto) de la economía, frente al 54% que suponía a finales del siglo pasado.
Aunque en la Comunitat Valenciana el peso de las actividades basadas en el conocimiento también ha crecido en este periodo, lo ha hecho a menor ritmo que en el conjunto de España. El VAB basado en el conocimiento aumentó un 7,6% entre 2000 y 2013, frente a un aumento del 9,3% en España, y ha pasado a representar un 54,6% del VAB total. Esto supone que el peso del VAB basado en el conocimiento de la Comunitat Valenciana es un 8% inferior al del conjunto del país.
El informe El valor económico de las actividades basadas en el conocimiento en España y sus regiones, presentado esta tarde en Valencia por la Fundación Ramón Areces y el Ivie, analiza el papel de este tipo de actividades en el desarrollo económico de las 17 Comunidades Autónomas.
Para ello, identifica los factores productivos (trabajo y capital) más cualificados (y por tanto más intensivos en conocimiento) y cuantifica la parte de la renta (VAB) que se destina a remunerarlos. En concreto, los factores basados en conocimiento son el trabajo cualificado (ocupados con estudios superiores o en puestos cualificados), las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y la maquinaria y equipo (incluidos elementos de transporte y activos intangibles). Por otra parte, el capital inmobiliario y el trabajo no cualificado se consideran activos productivos no basados en el conocimiento.
En el caso de la Comunitat, el estudio la sitúa en una posición rezagada, la sexta por la cola, en cuanto al peso en su economía del VAB basado en el conocimiento. Uno de los principales motivos que explican el bajo aprovechamiento de los factores intensivos en conocimiento es el menor empleo de trabajo con estudios superiores (su remuneración supone 4,2 puntos porcentuales menos del VAB que en el resto de España).
El peso de los ocupados con estudios superiores y en puestos cualificados representa en la Comunitat Valenciana el 36,4% del empleo total, mientras que la media nacional se sitúa en el 40,8%. También influye en la situación más retrasada de la comunidad, la limitada utilización de capital TIC, cuya retribución tiene un peso en el VAB casi un punto porcentual por debajo de la media española.
Por último, la especialización en algunos sectores más tradicionales, como el textil o la fabricación de productos de caucho y plástico, así como el mayor peso del sector inmobiliario y la menor presencia de sectores intensivos en conocimiento (tecnologías de la información y los servicios de comunicaciones o las actividades profesionales) han contribuido a relegar a la Comunitat Valenciana a una posición por debajo de la media nacional en economía basada en conocimiento.
La autonomía es la tercera, sólo por detrás de Extremadura e Illes Balears, con mayor peso de las rentas que retribuyen el capital inmobiliario (un 28,8%, frente al 25,6% de la media nacional). También está un punto por encima de la media en cuanto al porcentaje del VAB que se destina a remunerar trabajo no cualificado (16,6%, frente a 15,2% de España).
Según ha advertido, en la presentación de esta tarde, el director adjunto de investigación del Ivie y uno de los autores del informe, Joaquín Maudos, “el menor peso del VAB basado en el conocimiento de la Comunitat Valenciana en relación a España ayuda a explicar que su productividad y PIB per cápita también sean inferiores. En 2016, la productividad por ocupado en la región se situaba un 3,8% por debajo de la media de España, mientras que el PIB per cápita era un 11,2% inferior al promedio nacional.
El acto de presentación del informe elaborado por el Ivie para la Fundación Ramón Areces ha contado también con una conferencia invitada a cargo de Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI).