MADRID. 2015 llega a su fin con un escenario clave en política monetaria a ambos lados del Atlántico. El evento clave global en 2016 será la divergencia de tipos de interés en un entorno con una visión positiva general sobre la economía global, donde creemos que el crecimiento se mantendrá entre el 3%-3,5%.
Ante la probable subida de tipos en diciembre en EE UU, si comparamos las expectativas del mercado con lo que dice la Reserva Federal, nos mostramos más cerca de las expectativas de la Fed, es decir, creemos que veremos una subida de tipos en cada trimestre del próximo año, lo que fomentará un aumento del dólar. Un dólar fuerte dañará los beneficios de las compañías estadounidenses. En Europa, la política seguirá siendo muy acomodaticia y seguimos viendo un aumento del crecimiento gracias a estas medidas, lo que a su vez dará apoyo al mercado de acciones de la zona euro.
Ducha fría en Fráncfort
Con el anuncio de una bajada de la tasa de depósito a un -0,3% y una ampliación de 6 meses en las operaciones de compra de activos hasta marzo de 2017, la reinversión del principal, además de la inclusión de deuda de entidades regionales y locales al universo de compras, Mario Draghi ha decepcionado las previsiones de los mercados, lastrando con fuerza a la renta variable y provocando una considerable subida del euro y de los tipos.
En su conferencia de prensa, Mario Draghi recalcó la recuperación económica de la zona euro y la mejora del mercado de deuda. Las previsiones económicas de los equipos del BCE se han revisado ligeramente al alza para el crecimiento y a la baja para la inflación, justificando de este modo sus nuevas medidas. Por otro lado, ha dejado un margen muy dovish, insistiendo en la posibilidad de nuevas medidas en el caso de que la inflación sorprenda a la baja.
La violencia de la reacción de los mercados puede explicarse por la decepción con respecto a las anticipaciones que no habían dejado de inflarse en los últimos días, con una rivalidad de audacia entre los comentaristas reflejada en sus previsiones. Los actores del mercado acabaron por convencerse de que Mario Draghi siempre iba más lejos de lo esperado y apostaban por que volviese a sacar de nuevo su bazuca.
A pesar de que sus declaraciones desde septiembre habían llevado a los inversores a esperar nuevas medidas, podemos constatar otras opiniones, como la de Benoît Coeuré, que sin estar del lado hawkish en los temas monetarios, había relativizado la necesidad de nuevas medidas, pero este punto de vista tiene menos peso que el de Mario Draghi. El hecho de que la decisión no haya sido tomada por unanimidad muestra que los debates han debido ser turbulentos. Entonces, ¿se trata de un problema de comunicación? (problemas del BCE para calmar las anticipaciones del mercado), ¿o bien se trata del
resultado de los desacuerdos internos del BCE? (rechazo de dejar hacer a Mario Draghi lo que quiera por parte de algunos gobernadores). La lectura de las minutas de esta reunión, publicada en una semanas, será instructiva.
Renta variable europea
Nos parece importante destacar que los fundamentales de la zona euro continúan bien orientados. Los índices PMI no han cedido a pesar de las inquietudes sobre el crecimiento global, la tasa de desempleo prosigue su descenso y el crédito sigue desbloqueándose tal y como lo muestran las últimas cifras del BCE.
A pesar de su fuerte rebote, el euro se mantiene por debajo de su nivel de este verano y pensamos que debería continuar bajo presión una vez que la Fed comenzará a subir sus tasas. Para terminar, el BCE está dispuesto a actuar en caso necesario. Creemos que más allá de la reacción actual de los mercados, el contexto debería mantenerse favorable para la renta variable de la zona euro.
En este sentido, las acciones cíclicas y sectores industriales serán las mejores opciones para invertir ahora. El sector automovilístico también puede ser un buen sector ya que, si analizamos los datos de la industria tras el escándalo de Volkswagen, no han sufrido un impacto. Además, veremos una mayor estabilización del sector de la construcción de cara a 2016.
España es el país con mayor crecimiento y creemos que será así de cara al próximo año. También vemos beneficios en Italia, ya que la tasa de desempleo esta cayendo.
Seguimos esperando un crecimiento global del 3%, lo que es bueno para las acciones, pero tenemos que ser selectivo en los mercados porque creemos que tenemos mejores oportunidades en la zona euro y en Japón. A pesar del “Abenomics”, muchas compañías han empezado a mejorar balances y rentabilidad y ahora es un mercado mejor que hace años.
______________________________
Julien Pierre es economista jefe de Lazard Frères Gestion