VALENCIA. Todavía no saben si para quedarse o de paso, pero el VLANC, la versión valenciana del festival de diseño gráfico catalán BLANC, promete ser uno de los puntos de encuentro más interesantes del año. Concebido por los diseñadores David D'Eboli y Raúl Ramos, la edición que acogerá Las Naves el 14 de octubre es un aperitivo de su festival madre y, a la vez, un experimento con su propia identidad. Con ocho ediciones a su espalda, Raúl Ramos sigue apelando a una política de "corazonadas" a la hora de saber hacia donde llevar el proyecto, que ha pasado de celebrarse en Vilanova i la Geltrú a Barcelona y, ahora, a tener una subsede también mediterránea. Para entender de qué se trata, nada mejor que poner cara al proyecto aunque, para esto, su creador opta por no elegir la suya.
"Ramon Carreté es un gran ejemplo. Es un diseñador de Badalona de 50 años que había trabajado para la banca. Pues bien, vio una una conferencia de Toormix y le dio tal carga de energía que se puso a trabajar en un proyecto con el que acabó ganando el Laus Plata. Rejuveneció profesionalmente". Un año después, Carreté volvió, pero para dar una de esas charlas que a él le había inspirado. Pero, ¿qué pinta Valencia en todo esto? La propia conexión entre ambas ciudades hizo que cada año se sumaran nuevos creadores de la terreta a BLANC hasta que decidieron que la montaña fuera a Mahoma. "En el BLANC no somos grandes estrategas, lo hacemos por corazonada. Hablando con Ana Illueca por Facebook planteamos hacer algo por mensaje y lo movimos junto a Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV). Teníamos pensado hacerlo el año que viene, pero hicimos una visita relámpago en Euromed y tiramos adelante".
Cuestión de corazonadas, el inicio de BLANC también fue de manera espontánea, una primera fase en la que un grupo de estudiantes de Vilanova aprovecharon que Barcelona celebraba en 2003 l'Any del Disseny para hacer el mes del diseño gráfico en su ciudad, experiencia que se repitió hasta 2005. Volvieron en 2009 con el festival propiamente dicho y con un perfil más profesional. "Fue un proyecto colaborativo. En la primera edición hicimos la carta a los Reyes Magos, parecía el FIFA, queríamos lo más puntero. Pensábamos que vendría solo gente de Cataluña pero ya entonces gente de fuera se interesó por el evento y un gran porcentaje eran valencianos, con Andrés Sanchis o Ana Illueca".
Con tres meses de margen para su organización, VLANC (con uve de Varverá) cuenta entre sus potentes con Joan Quirós, Andrés Requena, America Sánchez, Casasín, Monsalvatje, Miguel Bustos y Pepe Gimeno y los estudios Hey, Kilo, Yinsen, Mr. Cärton, Ladyssenyadora, La casa de Carlota. Aunque con un sector amplío en la Comunitat Valenciana, el evento sí espera llenar un hueco en el aspecto social y divulgativo. "Sabemos que en Valencia hay tirón, por eso nos ha chocado, como pasa en Madrid, que hay mucho profesional de diseño gráfico pero no hay eventos. Lo bueno de BLANC es que detrás no hay ninguna institución, hay diseñadores gráficos. El fin de semana hacemos un festival en lugar de jugar a la Playstation".
Cuenta Raúl Ramos que, más que un desembarco, esperan que este sea el germen para que surjan más eventos de este estilo. "Al final tiene que ser el propio diseñador el que se mueva, quizá alguien que venga se anime a hacer otro certamen. Todo puede convivir". Por el momento, los ojos de sus organizadores están puestos en el evento de Las Naves del próximo 14 de octubre, siendo la idea de Valencia como subsede fija una hipótesis todavía. "Nos gusta probar. Valoraremos una vez acabe si se hará más años, nuestra idea era hacer algo más pequeño pero esta cogiendo cuerpo, está funcionando, a los ponentes les gusta mucho y el espacio acompaña".
El objetivo es que se genere diálogo, que la comunicación no sea en una sola dirección, fomentar el networking entre unos profesionales que están más cerca de lo que parece. "Estamos en la época de la comunicación, estamos al día de lo que hace Iban Ramón en Valencia o los estudios de Alicante, lo bueno es poner cara a las personas. Eso es lo que ganamos, hacer comunidad. Estamos a 300 kilómetros, somos del mediterráneo, no hay tanta diferencia a nivel gráfico". En su lista de deseos para la programación, en la que siempre trata de crear "un equilibrio entre maestros estudios emergentes", confiesa Rául que se cumple este año el de contar con Yinsen y le queda en el tintero el de llevar a Barcelona a Mariscal. Otro deseo es también llegar antes en Euromed, pero eso es otra cosa. Próxima parada: Valencia.