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Culturplaza consulta a varias de ellas

Las compositoras no encuentran su hueco más allá del 8-M y las cuotas 

Muchas de ellas están cansadas de que, desde los centros, muchas ocasiones contacten con ellas por tener cifras paritarias y no por su talento

27/08/2021 - 

VALÈNCIA. La presencia de mujeres en las instituciones musicales es muy reducida en los puestos de dirección y composición. Esto es una realidad bien conocida por la mayoría, pero al parecer los intentos por cambiar esto se ven limitados a conciertos de mujeres el 8 de marzo y a alguna que otra iniciativa sin demasiado calado y solo por cumplir con las cuotas. Muchas de estas compositoras están cansadas de que, desde los centros, muchas ocasiones contacten con ellas por tener cifras paritarias y no por su talento.

La musicóloga Sakira Ventura daba buena cuenta de esto hace unos días cuando su proyecto saltó a los medios internacionales. Ha creado una plataforma web en la que, en un mapa, se puede consultar un minucioso listado de buena parte de las mujeres compositoras de la historia y la actualidad. En él se puede acceder a información detallada de cada una de ellas, y a través de la plataforma se puede llegar a sus webs y redes sociales.

El caldo de cultivo es óptimo para que la infrarrepresentatividad deje de ser un problema. Sin embargo, instituciones como Les Arts siguen sin tener en sus filas a una sola mujer compositora o directora de las formaciones musicales. En un estudio de la Fundación SGAE publicado este año, teniendo en cuenta datos ofrecidos por las orquestas sinfónicas españolas durante la temporada 2016-2017, se extraía que el total de obras representadas compuestas por mujeres es de tan solo el 1%.

Ante una realidad tan cuestionable, Culturplaza viaja a la Comunitat Valenciana en el mapa de Sakira Ventura y consulta a tres de estas compositoras para que hablen de su posición como compositoras; de lo que, según ellas, debería cambiar; y de sus expectativas en un sector tan poco igualitario.

Un problema mayor

María José Belenguer trabaja como arreglista y orquestadora para la orquesta SAMVO, con la que realiza arreglos de todo tipo de repertorio. Ha obtenido multitud de galardones a lo largo de su carrera musical. Cuenta a este diario que, más allá de fechas puntuales como el Día de la Mujer, no se integra a las mujeres en los repertorios. “En los festivales quizás sí que se busque cierta representación. Es cierto que ha habido cierta progresión, se nos busca más, pero el problema es que siempre se hace desde una perspectiva de género”. La arreglista indica que “al final sientes que no se valora tanto tu música como tal, sino tu género”.

No obstante, tanto Belenguer como Raquel Sánchez (componente de la banda y orquesta de la Unión Musical de Llíria), están de acuerdo en que el problema de la paridad responde a un asunto mayor. Sánchez explica que además de no programar a mujeres, tampoco se programa casi música contemporánea. “Se da demasiada prioridad a la música clásica, y eso siempre lleva a la misma situación: no se da oportunidad a nuevos talentos”. Evidentemente, dentro de esta problemática, las mujeres son las más afectadas, pero la realidad es que no se deja demasiado espacio a los talentos jóvenes.

Belenguer matiza que “lo que se programa sigue estando muy dentro del canon musical: grandes maestros conocidísimos como Verdi, Puccini, Mozart… No se renueva el repertorio, y ya no solo en el Palau, sino en todas las salas del ámbito nacional”.

Raquel Sánchez

Paula Traver Navarro, además de compositora y doctora, ha sido profesora en diversidad de conservatorios y ha publicado libros sobre arte y música contemporánea. Resume muy bien el problema fundamental al que se enfrentan las mujeres del sector: “En el siglo XXI la situación  ha cambiado -explica-. Ya no estamos en la época negra para las compositoras. Ahora estamos en una segunda etapa en la que los cupos en las orquestas, los concursos de composición específicos de mujeres y la inclusión casi políticamente correcta son aún muy necesarias. Sin embargo, anhelo que lleguemos a una tercera etapa de verdadera igualdad en la que no se nos vea como una especie a proteger, sino que se nos valore por nuestro talento independientemente de que seamos mujeres. Si alguien se interesa por mi obra quiero que sea porque es buena, no porque soy mujer”, sentencia.

El cambio está en la educación

Raquel Sánchez explica que hay “muchísimas personas jóvenes que están trabajando por hacerse hueco”. Son artistas, según ella, que pueden ampliar el registro, refrescar el sector y abrir un nuevo panorama. ¿Cómo llegar a una situación así? La compositora considera que “el problema está en la base”. Ni ella ni Belenguer tuvieron una educación musical mínimamente enfocada a mujeres de la historia. “Si no muestras que la música no solo han sido hombres, ¿cómo lo va a aprender un niño? ¿Cómo van a cambiar las cosas?”, comenta.

María José Belenguer

Belenguer concreta el problema: “Hay una carencia inmensa de referentes. En la educación primaria no se estudia a ninguna compositora. La idea que tenemos de un compositor en nuestra mente es la de un señor viejo, de pelo blanco, trajeado y con una batuta en la mano. Se hace muy raro pensar en una mujer compositora o directora por este motivo”. Llama la atención esta declaración: “En catorce años de estudio de flauta toqué una sola obra de flauta escrita por una mujer. La recuerdo y todo: era de Cécile Chaminade".

Pese a una situación tan compleja, las compositoras van haciéndose hueco como pueden. Es cierto que Traver Navarro está bastante consolidada, y María José Belenguer, en buena medida, también. La segunda orienta sus expectativas a la docencia: “Quiero contribuir a que en la educación haya más referentes mujeres y que programarlas sea un ejercicio habitual. También estoy deseando que llegue el día en que alguien me diga que quiere tocar mi obra, no porque está buscando mujeres, sino porque le ha gustado. Por desgracia, hasta ahora, el primer contacto siempre es así”.

Paula Traver Navarro

Raquel Sánchez ve el futuro un poco más complicado, pero no por ello se rinde: “Hay algunos directores que empiezan a contactar. Me gustaría poder llegar a tener mi música, que sonara y se conociera. Es muy difícil que te programen algo. Intento moverme, pero me gustaría que se me conociera más”.

Sobre los futuros proyectos de las compositoras, María José Belenguer ha estado componiendo música para pianos y de estilo minimalista, está acabando la masterización de su próximo álbum de piano El hilo rojo y en diciembre tiene un reestreno con la Banda Municipal de Vitoria. Por su parte, Raquel Sánchez está en una compañía musical que actuará en diciembre en el Rialto y sigue apostando por sus proyectos personales. Además, pronto estrenará su obra The Open Window en la Banda Municipal de Vitoria. Paula Traver Navarro ha estrenado diversidad de obras como Samarkanda o Tombatossals.

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