El director de Riesgos de Ebury cree que un IPC decepcionante de la Eurozona del mes pasado presionaría al euro al extremo inferior de su reciente rango
MADRID. Siempre es difícil asociar motivos macroeconómicos a movimientos de divisas al final del trimestre. A menudo, esto obedece a la necesidad de varios propietarios o titulares de activos para equilibrar sus carteras. El repunte del euro ha dejado a muchos gestores de activos subexpuestos a activos definidos en dólares, de ahí la necesidad de nuevas compras. Tampoco ha ayudado al euro las débiles cifras de inflación en Alemania.
El aspecto más destacable de las operaciones con divisas sigue siendo la falta de un impacto visible entre las monedas del G10 respecto a las fuertes ventas de activos de riesgo que presenciamos en todo el mundo. Incluso las monedas de los mercados emergentes se mantienen extraordinariamente bien debido a los movimientos en el mercado. Las divisas continúan ignorando la aversión al riesgo en otros mercados. El mejor ejemplo en la última semana, el won coreano, que subió bruscamente frente a las demás monedas importantes por las noticias de la visita sorpresa de Kim Jong Un a China y lo que augura menores riesgos geopolíticos en la península coreana.
Las decepcionantes cifras del IPC alemán fueron probablemente el principal factor que pesó sobre el euro la semana pasada y que hace predecir un riesgo a la baja en dicho dato de la zona euro. Se espera que la cifra clave, la que excluye los componentes volátiles de alimentos y energía, llegue al 1,1%; pero las cifras alemanas nos llevan a pensar que es más probable repetir el nivel del 1% visto en febrero. Tal resultado seguramente presionaría al euro hacia el extremo inferior de su reciente rango, el que lo sitúa entre el 1,21 y el 1,25 frente al dólar estadounidense.
A falta de grandes noticias económicas, la libra pasó la semana de vacaciones siguiendo al euro frente a las monedas no europeas. El evento principal de esta semana es la publicación de los diferentes datos de PMI el miércoles y el jueves. El consenso no espera grandes sorpresas aquí y nosotros, desde Ebury, tampoco. Por tanto, por el momento esperamos que continúe el patrón en el que está operando la libra con el euro frente a otras monedas.
Un tono más fuerte en las declaraciones y una mejoría en cuanto a noticias macroeconómicas se refiere en Estados Unidos impulsó al dólar la semana pasada contra la mayoría de sus pares del G10. La cotización del dólar esta semana debería estar impulsada por dos eventos clave. En primer lugar, la publicación de la lista concreta de productos chinos para los que se evaluarán las tarifas. En segundo lugar, el informe mensual de nóminas no agrícolas para el mes de marzo. Esperamos otro mes fuerte con más de 200.000 empleos netos, una caída en la tasa de desempleo al 4% y una modesta aceleración del crecimiento salarial al 2,8% en términos anuales.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Las restricciones de la pandemia, las discrepancias sobre los estímulos fiscales de Estados Unidos y el Brexit marcan el devenir de las monedas, tal y como explica el director de Riesgos