"Las familias son las que soportan la presión fiscal en España"

VALENCIA. Durante la crisis, la aportación que hacen las familias a los ingresos fiscales tanto a través de impuestos directos (IRPF por ejemplo) como indirectos (IVA) ha ido aumentado mientras la parte de las empresas y las grandes fortunas ha disminuido, según datos aportados en la I Jornada de Periodismo y Desigualdad: Justicia Fiscal. La cita fue organizada por esta entidad en colaboración con la Unió de Periodistes Valencians, y en la que también tomó parte el sindicato de técnicos de ministerio de Hacienda (Gestha).

En el acto, intervino el secretario general de Gestha José Mollinero, quién destacó que el artículo 31 de la Constitución señala que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo”. Sin embargo, apuntó, “para adecuarnos a la realidad habría que cambiar la redacción e incluir la expresión ‘casi todos’, ya que no existe esa igualdad”.

“El problema prioritario debería ser la investigación de la defraudación de las grandes empresas y las grandes fortunas, aunque no parece que sea prioridad de la Administración. El motivo puede ser la existencia de las puertas giratorias ya que ningún político quiere renunciar a la posibilidad de ocupar un cargo en el consejo de administración de una gran empresa”, explicó Mollinero.

Entre los datos que aportó el secretario general de Gestha destaca que aunque la presión fiscal en España es ligeramente inferior a la media europea, la recaudación por este concepto es muy inferior: unos 71.743 millones menos. “Si ingresáramos esta cantidad, tendríamos para pagar los casi 55 millones de déficit y aún sobraría 16.000 millones adicionales para pagar deuda publica o dedicarlos a inversión”

Desde Gestha señalan que sin tocar las leyes, simplemente cumpliendo las que hay, y logrando que la economía sumergida estuviera a los mismo niveles que la media de los 15 primeros países de la Unión Europea, España recaudaría anualmente 38.500 millones de euros.

Por último, apuntó que en España “en los últimos años se han producido dos aumentos impositivos en renta, en el IVA y en los impuestos especiales, pero no en lo que tributan las empresas (sólo se ha limitado el máximo que se pueden desgravar). “En otras palabras, las familias son las que más han soportado la presión fiscal”.

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El problema de la evasión fiscal

La primera intervención de la jornada corrió a cargo de la experta en fiscalidad internacional de Oxfam María Villanueva, quien abrió su charla recordando que “siete de cada diez personas viven en países en los que la desigualdad ha crecido en los últimos años, y que 62 personas tienen la misma riqueza que la mitad del planeta”. Citó como causas de esta situación “la suma de la desregularización financiera, la caída de los tipos impositivos máximos y el aumento de la diferencia salarial, un dato que va en correlación con la disminución del número de empleados sindicados”.

Para Villanueva, la principal prioridad a nivel internacional debe ser “acabar con los paraísos fiscales, porque es lo que permite ocultar quién es el beneficiario de la empresas, y los que ofrecen los servicios que permiten que las empresas y las grandes fortunas la posibilidad de no pagar impuestos”.

Sin embargo, la tarea no será fácil. “En todos los organismos que tienen que tomar decisiones contra los paraísos fiscales”, explicó, “están presentes estos países —no olvidemos la gran responsabilidad de EEUU, Gran Bretaña u Holanda—y las decisiones se tiene que adoptar por unanimidad con lo cuál las vetan. Nosotros abogamos por una institución internacional que pueda implementar medidas de manera efectiva para acabar con estos territorios y con la carrera fiscal a la baja”.

“Estas inversiones”, añadió, “no compensan los beneficios que generan a los países que las acogen, porque económicamente no tienen ninguna función económica. Lo que hacen es distorsionar la economía global”. Además, apuntó que el dinero que pierden los estados por la evasión  y la elusión fiscal supone un 65% del total, más del doble que las actividades criminales (30%) y quince veces más que la corrupción (5%).

El último en tomar la palabra fue Sergi Pitarch, presidente de la Unió de Periodistes Valencians, quien recordó que "las deducciones fiscales a las empresas nos cuestan 50.000 millones de euros, más que suficiente para hacer frente a la desviación del déficit que nos impone Bruselas, y las reducciones del IRPF a las rentas más altas suponen unos 1.582 millones menos al año".