VALÈNCIA (VP/EP). El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha exigido al alcalde, Joan Ribó, que aclare si las gradas de los conciertos de Viveros se instalaron y usaron antes de adjudicarse el contrato. El portavoz de Cs ha reclamado al alcalde "máxima transparencia" y colaboración con los tribunales en la investigación que realizan sobre el fallecimiento de un trabajador durante el montaje de las gradas para los conciertos de la Feria de Julio, en los jardines de Viveros.
"La contratación se hizo después de que el concejal [de Cultura Festiva, Pere] Fuset ordenara, de palabra, el montaje a los promotores de los conciertos. Eso es un procedimiento anómalo. En el pleno de julio conocimos las fechas del inicio del procedimiento administrativo, a pocos días del inicio del montaje, y públicamente el concejal Fuset había anunciado meses atrás su intención de instalarlas", ha recordado Giner.
Giner aludió también a que en julio su grupo municipal, igual que el PP, alertaron de las irregularidades. En concreto desde su formación se puso hincapié en que “se habían vendido más de 1.000 entradas antes de tener todas las autorizaciones”. “Cuando obtuvimos la documentación no constaba el permiso, pero sí los primeros documentos para tramitarlo. El procedimiento ha sido una chapuza y los primeros conciertos se hicieron con las gradas instaladas”, ha criticado el portavoz de la formación naranja, quien ha exigido también a Ribó que aclare si había o no había contrato.
La investigación judicial ahora en marcha ha saltado a la palestra, poniendo de nuevo en el disparadero las irregularidades administrativas que rodearon a las gradas. El concejal Pere Fuset se ha referido hoy a ella y ha sostenido que colocar las gradas fue una petición de los promotores, a la que el consistorio accedió porque "no suponía ningún coste al ayuntamiento ni procedimiento administrativo, al igual que accede a que se instalen barras".
En su intervención, recogida por Europa Press, Fuset ha explicado que el contrato "histórico", que "no cuesta ni un duro a las arcas municipales", es que los promotores traen los grupos a los conciertos de Viveros a cambio de que ellos exploten una serie de condiciones, como quedarse con los beneficios íntegros de las entradas. En ese sentido, ha explicado que el Ayuntamiento pone la instalación del escenario y el equipo de sonido y los promotores plantearon esas medidas como “una serie de mejoras para poder explotar el espectáculo” ya que alegaban que instalando gradas podían cobrar diferentes precios y ser "una herramienta útil" en la negociación de patrocinio.
Posteriormente, ha enseñado una documentación de Julio Martí, en representación de las promotoras, fechada el 20 de junio de 2017 y cuñada por el Ayuntamiento, en las que pedía autorización para la instalación de dos gradas y de césped artificial. Asimismo, otro documento fechado el 2 de julio, tras el accidente, este promotor expone que las empresas citadas "se hacen responsables del montaje y desmontaje de las gradas y del césped instalado" así como los accidentes que se pudieran derivar del uso de las mismas siempre y cuando no se produzcan por el correcto uso de ellas.
Fuset ha insistido en que fueron los promotores los que solicitaron al Ayuntamiento que estudiase esta medida y que luego lo formalizaron por escrito ante la Concejalía. "El contrato no es del Ayuntamiento, ni las instaló ni era responsable de su uso sino que accedió a la petición de los promotores porque no suponía ningún coste al ayuntamiento ni suponía ningún proceso administrativo especial", al igual que se accede a que se instalen barras, dijo. Fuset se ha justificado con que todos los contratos se someten a la asesoría jurídica y siguen las recomendaciones que les formulan. "Los técnicos de Cultura Festiva firman los contratos como estipulan los técnicos del Ayuntamiento tras pasar todos los filtros", ha recalcado.
De hecho, ha señalado que fue una petición en 2017 y "lo vuelve ser en 2018", pero cuando la decisión del Ayuntamiento es no volver a instalar esas gradas, los promotores han presentado “un escrito de queja explicando los motivos por los que consideran imprescindibles” su instalación al igual que en 2017. Fuset ha admitido que en esta decisión de no volver a colocarlas ha influido "los problemas del año pasado". "Si no ofrecen garantías, no es conveniente", ha señalado.