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AL OTRO LADO DE LA COLINA  / OPINIÓN

Las Guerras del Agua, otra vez

Hay épocas, y creo que me repito (lo siento), que el ruido mediático nos impide ver lo importante por culpa de lo urgente, la actual es una de ellas

24/04/2021 - 

Esta Semana se ha  celebrado el día internacional de la Tierra, también conocido como planeta azul por el agua que ocupa casi tres cuartas partes de la superficie de la tierra pero que sólo el 3 % es agua dulce, y además si hablamos en términos geopolíticos, este líquido vital para la vida, es uno de los grandes desafíos que tenemos en las décadas venideras.

Porque el agua es base y origen de la vida, y eso se puede ver muy claramente en la exploración espacial, como por ejemplo pasa ahora mismo en Marte, que lo primero que se busca y se intenta analizar son los rastros de existencia de agua, pues va unido y ligado a los seres vivos, que por lo menos tenemos como base quimica el carbono. Además el ciclo del agua es uno de los procesos que está viéndose alterado por el cambio climático y, como no, está originando una serie de alteraciones que provoca y provocará cada vez más la aparición, por ejemplo, de emigrantes medioambientales. Esto es así pues en las zonas actuales de habitabilidad la falta de agua o estrés hídrico les hará trasladarse a otras áreas con disponibilidad de agua; y en otras zonas en cambio el exceso de agua o subida del nivel del mar provocará el traslado a terrenos más altos donde haya tierra firme.

Por eso el agua, también llamada el oro azul, va a ser uno de los factores de disputa en las relaciones internacionales, que ya lo es en múltiples frentes y que en estos tiempos han producido, o continuan produciendo, distintos enfrentamientos o tensiones por los problemas generados tanto por su disponibilidad como por su calidad, o por ambos supuestos.

En primer lugar por el problema de la calidad del agua, es decir de su contaminación, este incidente viene provocado por la decisión del gobierno japonés de verter más de un millón de toneladas de agua radiactiva en el Océano Pacífico, utilizada para enfriar la planta nuclear de Fukushima destruida por el tsunami de 2011, que aparte del general rechazo de ecologistas y pescadores, ha generado las lógicas protestas diplomáticas de los vecinos China y Corea del Sur.

Por otra parte hay un episodio que crece en las ultimas semanas, y hace referencia a la disponibilidad del agua, en concreto en la cuenca del Nilo, y que surge como consecuencia de la construcción de la Gran Presa del Renacimiento de Etiopía, prácticamente en la frontera con el Sudan, y que ha generado enormes tensiones geopolíticas al romperse las conversaciones entre los tres países afectados Etiopía, Egipto y Sudan. Éstos pretendían llegar a un acuerdo en cuanto la regulación del usos de los caudales del Nilo Azul que provee a la presa y que aporta el 80 % del caudal del Nilo, y no olvidemos como en su momento el gobierno del Cairo amenazó con destruir la presa con un ataque militar. Como verán se avecinan grandes tensiones en torno a ese oro azul que es el agua.

Pero estos dos incidentes no son los únicos sino que existen otros muchos, incluso anteriores. Por ejemplo, y sin ser exhaustivos, podríamos citar que gran parte de la tensión entre la India y China, a lo largo de su frontera en el Tíbet-Himalaya-Cachemira, proviene de la necesidad de dominar las fuentes del agua que surgen en esas inmensas montañas nevadas, dado el gran estrés hídrico que sufre China, pero que el gran perjudicado en éste enfrentamiento está más aguas abajo, y se llama Bangladesh, en el que 40 millones de sus ciudadanos viven expuestos, además, a beber agua contaminada por arsénico.

Otro foco de tensiones se produce en el Oriente Medio, en los Altos del Golán cuya soberanía israelí fue reconocida por los USA hace pocos meses, en perjuicio de Siria, y que son una gran fuente de agua de esa región, y fundamental para la cuenca del río Jordan, esta ocupación genera una continua tensión entre Israel y Siria. También en América existen casos de estrés hídrico que generan problemas políticos como la llamada Guerra del agua en Bolivia por su privatización; o el conflicto cerca de la frontera de los Estados Unidos y Méjico por el uso de la presa de La Boquilla, en el estado mejicano de Chihuahua, y la regulación y distribución de su agua hacia el estado norteamericano de Texas que ha provocado la sublevación de los campesinos de la antiguo virreinato de Nueva España en esa zona que han paralizado ese trasvase de agua.

Pero nosotros no somos ajenos a esos problemas, porque por el cambio climático estamos francamente mal, la España Seca es cada vez más seca, y la España Húmeda cada vez menos húmeda, a diferencia del centro de Europa que es cada vez más húmeda, por eso la UE no nos presta mucha atención, no es sensible como se dice ahora, a nuestros problemas de sequía. Además nosotros mismos nos ponemos la zancadilla, recordemos como un partido catalanista entonces como Esquerra Republicana de Cataluña (hoy ya es claramente separatista) exigió y consiguió la derogación del trasvase de los sobrantes del agua del Ebro para la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería, y ahora mismo, por diferentes intereses, se nos quiere quitar o reducir al mínimo posible el Trasvase Tajo–Segura, dando lugar a lo que algunos ya están llamando como la segunda guerra del agua.

Y no olvidemos como decía el comandante de la Marina francesa (entre otras muchas cosas) Jacques Cousteau “Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son lo mismo“, ya saben el dicho piensa en global pero actúa en local, si queremos tener futuro como sociedad debemos de conseguir la suficiente agua y de calidad para vivir.

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