MADRID, (EP). Las mujeres que viven cerca de autopistas o grandes carreteras, donde hay una elevada contaminación, tienen un mayor riesgo de padecer problemas de fertilidad que aquellas que viven más lejos, según ha mostrado una investigación realizada por expertos de la facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos), liderados por Shruthi Mahalingaiah.
Para alcanzar esta conclusión, que ha sido publicada en la revista 'Human Reproduction', los investigadores analizaron entre los años 1993 y 2003 a 36.000 mujeres y estudiaron la contaminación por el humo de los coches que había cerca de sus casas. El objetivo fue conocer si lo que respiraban podría estar relacionado con su capacidad para concebir.
Durante los diez años de estudio, se produjeron 2.500 casos de infertilidad. En este sentido, los científicos comprobaron que las mujeres que vivían a 199 metros de una carretera principal eran un 11 por ciento más propensas a experimentar este problema, en comparación con las mujeres cuyas casas se situaban más lejos de una carretera.
"Para una mujer los resultados pueden no ser tan importantes debido a que el riesgo de infertilidad sólo aumenta ligeramente, pero si lo son para la sociedad debido a que muchas están expuestas a la contaminación del aire", ha comentado el investigador del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental y el Instituto de Salud Global de Barcelona, Mark Nieuwenhuijsen.
Para conocer la relación entre la infertilidad y la contaminación, los expertos examinaron la presencia de partículas sólidas y líquidas, presentes en el polvo, la suciedad, hollín o el humo, en los alrededores de las casas, así como la distancia que había con las principales carreteras.
Se centraron en lo que se conoce como infertilidad primaria, es decir, cuando las mujeres tratan de concebir durante al menos un año sin éxito, así como en la infertilidad secundaria, que se refiere a las parejas que luchan por la concepción después de haber tenido, al menos, un embarazo previo.
De esta forma, los científicos comprobaron que las mujeres que vivían cerca de la carretera eran un 5 por ciento más propensas a tener infertilidad primaria y un 25 por ciento a padecer infertilidad secundaria.
Esta asociación se ha encontrado incluso en concentraciones relativamente bajas de partículas, o aire menos contaminado, aunque la conexión se hizo más fuerte cuando los niveles de contaminación eran más altos.