Algunos participantes han reclamado asesoramiento jurídico para comprobar que no se está cometiendo un delito de prevaricación a partir de la normativa estatal de convocatorias públicas
VALÈNCIA. La reubicación del Espai Mutant sigue provocando convulsiones en su camino. El próximo 1 de enero de 2018 la Fundación Las Naves se desvinculará de este espacio (La Nave 3) para que la concejalía de Acció Cultural pase a gestionarlo. De esta forma, la edil María Oliver reunirá bajo su paraguas la programación del Teatre el Musical y el Espai Mutant, pero también sus convocatorias de residencias escénicas, coproducciones y producciones propias. La actual coordinadora del TEM, Olga Álvarez, será la responsable de todo ello.
La voluntad por remunicipalizar espacios ha provocado que, tras el cese del anterior gerente de Las Naves, su responsable actual haya tomado una decisión drástica: Roberto Jaramillo, ha optado por cancelar la programación, producciones y coproducciones con las que ya se había comprometido la fundación. Así se desprende del correo electrónico enviado a los 36 participantes propuestas de coproducción presentadas y que no se resolvieron a lo largo de este año.
Las fuentes consultadas aseguran que la decisión no pertenece al equipo futuro de gestión. Los afectados sí entienden que si hubieran querido sus responsables a partir del 1 de enero, "esas convocatorias se podrían haber resuelto a futuro". Sin embargo, no es menos cierto que el cuerpo gestor de este año no acometió una solución a un concurso publicado en enero y cerrado en marzo. El cierre del teatro por la filtración de aguas (que ahora empieza a repararse) y la inestabilidad del equipo gestor que acabó con el cese de su máximo responsable, Rafael Monterde, llevaron a que la comisión de seleccionadores nunca se convocara.
De hecho, se podría haber acometido ahora o en el futuro inmediato la resolución de la convocatoria de 10.000 euros para coproducciones ya que, según la documentación publicada por el Ayuntamiento, era para “incorporarlas a la programación durante la temporada 2017-2018”, siempre desde el presupuesto de la Fundación Las Naves. En el primer trimestre y, precisamente, con el TEM como aliado, se logró poner en marcha la producción I tornarem a sopar al carrer. Pero Qué pasó con Michael Jackson, un proyecto de Las Naves con La Teta Calva aupado con 15.000 euros, también ha sido cancelado.
"Entiendo que el nuevo organigrama es el que tiene que decir, pero no entiendo las formas", apunta Xavo Giménez", socio de la compañía valenciana. "No entiendo que se nos informe a escondidas. Hemos parado la producción a mitad, tras 10 días de ensayos, con parte de la escenografía creada, con músicas compuestas... pero me sigue preocupando el por qué de las formas". La Teta Calva, además, había pedido unas ayudas a CulturArts que ha pasado de ofrecer apoyo de coproducción a ser la base de la misma: "de hecho, lo que vamos a hacer es reconvertir el espectáculo al pequeño formato manteniendo la idea".
Giménez va más allá y muestra su confusión ante el estado del complejo durante los últimos años en el centro: "nuestra compañía tiene su trabajo más bien fuera de València [atiende a este diario desde la Feria Internacional de Teatro y Danza de Huesca] y si había un espacio reconocido fuera era Las Naves. Al nivel al que antes salías fuera y te reconocían por el VEO. Y hemos pasado a señalar ese sitio que estaba programando de manera excelente, arriesgando y llenando, no como otros teatros públicos; hemos señalado el que era el ejemplo para decir, 'no, esto no vale, vamos a hacer otra cosa'".
La compañía ha optado por no litigar, pese a que consultó que suponía que la Administración local cancelara la producción: "es que nosotros no nos dedicamos a eso. Eso es dinero, tiempo y desgaste y no lo necesitamos para vivir. Pero entrar en terrenos oscuros nos quita energía".
Del lado de las coproducciones, Javier Sahuquillo, socio y miembro de la compañía valenciana Perros Daneses se pregunta "qué interés hay en cancelar el plan de coproducciones. ¿A quién beneficia? Las partidas estaban aprobadas. ¿A dónde se destinan?.
Toda la programación pendiente (entre la que se encontraba la esperada representación de Iván y los perros, dirigida por el Max valenciano Víctor Sánchez) ha sido borrada, con coproducciones y producciones. A partir del 1 de enero de 2018, lo que se programe y gestione desde el TEM partirá de cero y, según han confirmado fuentes de Las Naves a Valencia Plaza, las obras de rehabilitación permitirán que se pueda programar desde sus primeras semanas.
La decisión se hizo pública a través de varias publicaciones en Facebook de autores que apelaban tanto al alcalde Joan Ribó como a Roberto Jaramillo por el mensaje de disculpas. En este, el propio Jaramillo informaba hace unos días de la cancelación del programa de coproducciones y pedía disculpas. Sin embargo no son pocas las compañías que invirtieron recursos en realizar la propuesta. Al menos dos de ellas, en comunicación, han consultado a nivel jurídico sobre si se está realizando un delito de prevaricación al resolver una convocatoria pública “con un mail de despedida. Nos han dicho que incumple el reglamento de convocatorias públicas y vamos a estudiar si se puede denunciar”.
La decisión no ha caído en saco roto precisamente. De hecho, en los comentarios al hilo de las publicaciones se insiste en la necesidad de contemplar la idea de huelga ante los problemas que se han ido acumulando por parte de la gestión política de las artes escénicas desde el Ayuntamiento. Desde las concejalías implicadas no se tiene esa percepción por parte de los sectores, pero la tensión es palpable en cada uno de los agentes consultados por este diario que habían presentado propuesta al concurso.
En el concurso se buscaban proyectos que tuviera en cuenta “la innovación, la creación, la investigación y la difusión de nuevas propuestas escénicas, especialmente aquellos más relacionados con las nuevas escenas, que tengan un interés específico y un carácter multidisciplinar, teniendo como eje principal el teatro y/o la danza”. Un proceso abierto y público que tenía “un tercer objetivo: localizar el talento creativo y retenerlo, facilitando el acceso en el proceso de desarrollo productivo”. Para ser una coproducción seleccionada había que aportar un documento de máximo 15 páginas con solicitud, descripción, ficha artística y técnica, trayectoria de la empresa, plan de producción e información complementaria de interés.
El PSPV de la ciudad de València se ha mostrado contrario a esta decisión y ha reclamado un plan para Las Naves ante su situación generada durante los dos últimos años. A medio y largo plazo, Oliver ya ha dejado claro que Las Naves volverán a ser un espacio para la cultura tal y como se ideó. Para que eso suceda, la actual entidad conformada por la fusión de Inndea y Crea tendrá que trasladarse a La Harinera. Ese espacio, en obras actualmente y con licitaciones en curso, no estará abierto como pronto hasta la próxima legislatura.
Este miércoles el patronato de la Fundación Las Naves elige precisamente a su nueva gerente, Sonia Gadea. La actual jefa de servicio de la DIputación de València, sin vinculación política y a propuesta de Jaramillo, será según está previsto la sustituta de Rafael Monterde. No obstante, en su haber no estará el ámbito cultural ya que está todo previsto paara que a partir del 1 de enero de 2018 esas competencias sean defendidas por Acció Cultural, con Álvarez al frente de la operativa habitual del Espai Mutant. Además, en el espacio trabajarán miembros del Ayuntamiento de València o bien se sacarán a concurso cargos específicos por convocatoria pública. Motivo por el cual, la edil Oliver ya avanzó que los actuales trabajadores de programación y desarrollo técnico no continuarán en la nave 3.