Casi medio millón de personas apoyan el trabajo de las ONGD desde la Comunitat Valenciana. Las personas cooperantes (en su mayoría mujeres) trabajan principalmente en acción humanitaria, derechos de las mujeres, derechos a la salud, la educación y la alimentación, y educación para la ciudadanía global. Este mes de septiembre se ha celebrado el Día de las Personas Cooperantes.
Una encuesta entre 48 ONGD con presencia en la Comunitat muestra la radiografía de un sector que impulsa proyectos en 42 países empobrecidos, en los que participan más de seis millones de personas, el 74% mujeres y niñas.
Las mujeres suponen el 68% de las personas que trabajan en cooperación en las ONGD que tienen presencia en la Comunitat Valenciana, según la encuesta realizada por la Coordinadora Valenciana de ONGD en la que han participado casi medio centenar de entidades. Las ONGD que han participado en la encuesta cuentan con más 476.000 personas socias y donantes, y 38.500 personas voluntarias en toda España.
En el Día de las Personas Cooperantes, que se celebraba este mes en todo el mundo, la Coordinadora Valenciana de ONG, llama la atención sobre el importante respaldo social que sigue teniendo la cooperación internacional.
En nuestro país, el voluntariado participa principalmente en acciones de sensibilización, movilización, educación para el desarrollo, comunicación, gestión de proyectos, captación de fondos, asesoría técnica y labores administrativas.
En cuanto a las personas cooperantes voluntarias en el extranjero, que apenas supone un 0,3% del total de voluntariado, participan principalmente en proyectos relacionados con la educación, la defensa de los derechos humanos, los derechos de las mujeres y la salud. Un total de 27 organizaciones ofrecen voluntariado en América y 20 lo hacen en África.
“Puede sorprender que las cifras de voluntariado en otros países es pequeña, pero hay que entender que hoy en día la cooperación trabaja principalmente apoyando a comunidades y asociaciones de los países empobrecidos, para reforzar su trabajo en lo que necesiten pero dejando el protagonismo de la acción a la propia comunidad, para que sean ellas dueñas y responsables de su presente y su futuro”, explica Cristina Ramón, presidenta de la Coordinadora Valenciana de ONGD.
Y es que la tendencia desde hace años es a profesionalizar el sector y a que cada vez los perfiles que trabajan en cooperación sean profesionales. Eso no significa demonizar al voluntariado.
Ambos perfiles pueden convivir perfectamente y crear alianzas siempre y cuando se definan bien las competencias de cada parte y sean siempre profesionales en el trabajo que se realiza. Desde la CVONGD en la encuesta realizada no ven mucha diferencia entre ambas figuras pues el cooperante puede ser voluntario o remunerado ( profesional) y el voluntariado puede ser cooperante o no serlo.
Según los datos recopilados en la encuesta realizada en la Comunitat Valenciana, tanto el personal contratado como el voluntariado, junto a centenares de organizaciones locales sacan adelante 299 proyectos en 42 países en los que se invirtieron en 2020 20,4 millones de euros. El país en el que más presencia hay de ONGD con sede central o delegación en la Comunitat Valenciana es Guatemala, seguido de Nicaragua, Colombia y Bolivia en América Latina; y República Democrática del Congo y Mozambique, en África. En Asia, el trabajo se centra en la India.
Un total de 6,29 millones de personas participan y se benefician de los proyectos de cooperación que llevan a cabo las ONGD encuestadas, de las que 4,68 millones son mujeres y niñas (74% del total). Por continentes, África concentra el mayo número de personas que forman parte de los proyectos con 3,75 millones de personas. Le siguen América latina con 1,01 millones de personas, Oriente Próximo con 843.000 personas, Asia con 681.000 personas y Europa con 5.000 personas.
Por ámbitos de actuación, destacan los de acción humanitaria, emergencia y postemergencia en 16 países, seguido de los relacionados con los derechos de las mujeres (28 proyectos en 19 países), la salud (24 en 17 países), con la agricultura (22 proyectos en 16 países), la educación (19 proyectos en 14 países), y actividades económicas, financieras y de comercio justo (18 proyectos en 14 países).
“Estos datos demuestran que la cooperación está cambiando la vida de millones de personas que pueden empezar a disfrutar y defender derechos humanos tan básicos como recibir una educación, tener salud, condiciones de trabajo dignas y participar en la toma de decisiones que les afectan. Siempre decimos que la cooperación es cuestión de justicia, y que es un viaje de ida y vuelta en el que aprendemos y del que nos beneficiamos todas y todos. Por eso tenemos que seguir invirtiendo en ella”, tal y como añade Cristina Ramón.
Una vez más estas encuestas ponen en valor la figura de una de las profesiones que genera a veces críticas por falta de conocimiento y por confusión. Las personas cooperantes son vitales para realizar un buen trabajo en la cooperación internacional.
La semana que viene… más!