Las quejas por la limpieza en València se duplican en 2018 pese al esfuerzo del Ayuntamiento

VALÈNCIA. Es bien conocido, y los datos así lo corroboran, que la limpieza en el vecindario de València es una de las principales preocupaciones. Junto con la movilidad, es quizá el área que más afecta al día a día de los valencianos. Un servicio que el Govern de la Nau entendió a su llegada como una prioridad, tras años en los que el presupuesto dedicado era cada vez menor. Sin embargo, todo indica que los esfuerzos invertidos por el consistorio y, en especial, por el área de Limpieza dirigida por Pilar Soriano, no acaban de verse traducidos en la percepción de los ciudadanos.

Los datos más recientes son de la Comisión de Quejas y Sugerencias celebrada este lunes en el consistorio. Allí se presentó un informe de actuación del último mes, con datos que, más lejos de invitar al festejo, ponen el foco sobre un servicio que no está satisfaciendo al vecino de la capital del Túria. En el último mes se registraron 192 reclamaciones y sugerencias en relación al servicio de limpieza, más del doble de las que se registraban en enero y un 17% mayor que las que se produjeron en julio del año pasado.

Se trata de una progresión en las quejas vecinales que ha ido in crescendo mes a mes durante este 2018 hasta alcanzar la actual situación. A principios de año el conteo mensual de quejas era de 81, en febrero y marzo alcazó las 111 mensuales, en mayo se registraron 135, y en abril, 164.

En total, en lo que llevamos de año, son 925 reclamaciones y sugerencias las que registró el consistorio sobre este asunto. Una cifra notablemente mayor a la de otros motivos como podrían ser las "deficiencias en la vía pública", que acumula 645 quejas, aunque en este caso la progresión ha sido decreciente. Servicios como jardinería (516 quejas), contaminación acústica (316) y motivos como "discrepancias con decisiones municipales" (289), se encuentran por detrás.

Como curiosidad, los subapartados acerca de la limpieza que más quejas han recibido han sido de forma mayoritaria la "deficiente limpieza en la vía pública", y a continuación la solicitud de cambio de localización de los contenedores, la deficiente recogida de enseres en la calle y los excrementos de animales domésticos.

Un sondeo realizado por Valencia Plaza en febrero de este año puso de manifiesto que casi un tercio de los encuestados (32,7%) consideraban la limpieza y la contaminación como uno de los problemas más acuciantes de la ciudad. También el barómetro elaborado desde el Ayuntamiento y presentado en mayo reflejó esta área como el segundo problema del Cap i Casal, habiendo empeorado en el último año según la opinión del 26,9% de las personas preguntadas frente al 24%, que creyeron que había mejorado.

Con un presupuesto cada vez mayor

Este descontento no concuerda para nada con la actitud del consistorio para con los programas de limpieza y tratamiento de residuos. Al menos en lo referente a las partidas presupuestarias, que en estos apartados se han incrementado notablemente. Si en 2015, a la llegada del ejecutivo local, se gastaban 31,5 millones de euros anuales en limpieza viaria y 26,3 millones de euros en gestión de residuos, en 2018 ambos montantes han experimentado un aumento del 17% y del 16% respectivamente.

Actualmente se dedican 37 millones de euros a limpieza de las calles y 30,7 millones a la gestión y tratamiento de residuos. En ese sentido, resulta contradictorio que, pese a a la supuesta mejora económica que ha vivido el servicio, los vecinos no perciban una mejora práctica en su día a día.