mujeres emprendedoras

Las tecnólogas se organizan para ganar visibilidad

2/05/2016 - 

MADRID. “Hace poco han publicado un artículo donde se recogen los nombres de las 75 mujeres emprendedoras de referencia en España. Si el ranking hubiese llegado hasta 100, hubiésemos estado todas” dice Inés Muñoz, CEO de Tu Carrito Musical, el primer e-commerce surgido en España para contratar músicos y DJ’s para eventos. En la misma línea declaraba recientemente Margarita Alonso, del Instituto de Empresa, en una ponencia sobre liderazgo que “a las mujeres no nos dejan ser líderes ni a los hombres les dejan ser padres”. 

En los dos casos citados acusan la desigualdad de roles por género a un problema arraigado en la cultura pero, cuando hablamos de tecnología y del entorno digital, donde las mujeres apenas representan el 20%, la diferencia se acentúa. “Si en clase de ingeniería informática éramos un grupo de entre 30 o 40 alumnos, las chicas éramos 3” recuerda Laura Paredes, CEO fundadora de We are people, CTO de Hulajob y responsable del desarrollo del tinder femenino Muapp.

Laura empezó a programar a los 12 años “que es cuando trajeron el primer ordenador a casa. Como era muy introvertida y bastante tímida me lo tomé como una fuente de diversión sin tener que relacionarme con nadie. Para mí programar siempre ha sido un hobby y he aprendido a hacerlo de manera autodidacta, como casi todo, por eso pienso que mi inclinación es natural. No creo que el pensamiento analítico sea cosa de género pero es cierto que en los encuentros de CTO’s somos muy pocas y parece que les cuesta convencerse de que lo haces, si no mejor, al menos igual de bien que ellos. Es como un machismo interiorizado que aflora tanto en hombres como en mujeres”.

El cambio de paradigma

El peso de la costumbre en el entorno social y el sistema educativo tendrían, en opinión de todas las consultadas, buena parte de culpa de esta desigualdad. “Es que las mujeres entraron en la Universidad de Yale en el año 69” recordaba Margarita Alonso, tardanza que justificaría la lenta incorporación femenina a determinados ámbitos. Pero son muchas también quienes consideran que ya va siendo hora de cambiar el paradigma y de presentar otras role models, mujeres que inspiren más allá de la constante confusión entre su vida personal y profesional. “Yo tengo dos hijos y nunca me he planteado renunciar a mi ambición maternal ni profesional. Es más, creo que las combino mejor siendo yo mi propia jefa”, dice Inés Muñoz.

En esa lucha por el cambio de modelo se halla también Cristina Aranda, cofundadora de Mujeres Tech y directora de Marketing y Comunicación en Intelygenz. Laura Paredes, Sara Alvarellos, fundadora de Makespace Pablo Rodríguez, coordinador de Betabeers son los otros integrantes del equipo de Mujeres Tech que, en menos de un año de trayectoria, han conseguido impactar a 600 mujeres y 200 niñas.

Se trata de una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo primordial es hacer ver “que la tecnología no es masculina o femenina, que es sólo divertida y que ningún talento es cuestión de género”, dice Cristina Aranda. 

También en Valencia

Para incentivar la presencia femenina en el sector digital y tecnológico, en Mujeres Tech desarrollan talleres y programas de formación para niñas (de 9 a 12 años), jóvenes y mujeres. Para las más pequeñas ofrecen campamentos de 3 meses de duración donde se imparten clases de robótica, programación, Internet de las cosas o emprendimiento. El 1 de septiembre dará comienzo el segundo campamento en Madrid y el primero en Valencia que se llevará a cabo en el American Space, dado que la iniciativa cuenta con ayuda de la embajada americana.

 “Queremos que las niñas dejen de soñar con ser princesas consumidoras y aspiren a ser reinas productoras y generadoras de riqueza”, explica Cristina Aranda. El mensaje parece haber calado en alguna de ellas, como Lucía Sánchez que con 14 años desarrolló el juego Crazy Block para android con miles de descargas. “Me apasiona la tecnología”, afirma Lucía.

También con el propósito de “dar visibilidad a las mujeres que trabajan en tecnología” han surgido iniciativas como Tech and Ladies, que cuenta con el apoyo de Google, o la denominada Comunidad MET (Mujer, Empresa, Trabajo), más enfocada esta última a la diversidad laboral.

Movimiento womenomics

 “No sólo es que los demás no te vean, es que muchas veces nosotras mismas no nos estamos dejando ver lo suficiente, y eso es talento que la sociedad está perdiendo”, opina Rocío Suanzes, CEO de Invisible Talent, una consultora de recursos humanos que pone en contacto empresas interesadas en impulsar la diversidad para mejorar sus resultados con mujeres que quieren avanzar y crecer en sus carreras profesionales.   En la misma línea parece también moverse una tendencia global de la que ya se habló en el blog de la red profesional para mujeres Womenalia y es la denominada “womenomics”, término que resulta de la suma de mujeres (women) y economía (omics). Se trataría de una nueva corriente de pensamiento que quiere aprovechar las oportunidades que las mujeres pueden brindar a la economía, a las empresas y al mercado laboral.

La tecnología favorece la equidad

Y si Cristina Aranda se declara ferviente defensora de la tecnología es también porque reconoce en ella una importante aliada y una oportunidad para la integración de la mujer en los nuevos procesos laborales que se mueven en clave de internet. “Hay muchos puestos todavía vacantes en el sector digital donde la única barrera es la falta de conocimiento, no el género. Basta con saber reconducir nuestro aprendizaje inicial y reinventarnos”, dice. Valga ella misma, doctora en Lingüística reconvertida, como ejemplo.También Mireia Badía, CEO de Grow.ly, startup de fintech especializada en crowdlending, anima a las mujeres a deshacerse de determinados prejuicios educacionales y miedos tecnológicos. “Muchas veces somos nosotras mismas quienes nos ponemos las barreras. La inteligencia está ahí, el talento también y las que tenemos que dar el paso somos nosotras”.