VALÈNCIA. (EFECOM) Los mensajes cortos a móviles entre particulares, los llamados SMS por sus siglas en inglés, han perdido protagonismo en las cuentas de las telecos en España, que ingresan en la actualidad 18 veces menos por ellos que hace 10 años, una situación que no se ha revertido ni con la pandemia.
Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) relativos al tercer trimestre de 2021, los operadores ingresaron por los SMS entre abonados 10,21 millones, frente a los 187,08 millones del mismo periodo de 2011.
Entre julio y septiembre de 2021 los operadores de telecomunicaciones facturaron 8,86 millones por los SMS nacionales y 1,34 millones por los internacionales, frente a los 169,44 millones y 17,64 millones que ingresaron en estos ámbitos, respectivamente, hace una década.
Si se compara con hace 15 años, la cifra de negocios de los operadores por SMS es 26 veces menor, ya que su facturación ascendía a 267,61 millones en 2006.
Fue justo hace ahora una década cuando los ingresos por SMS cayeron de forma más pronunciada, al pasar de 143,45 millones en el primer trimestre de 2012 a 52,46 millones dos años después. En este ámbito, el punto máximo de facturación se alcanzó en el cuarto trimestre de 2007 (286,62 millones).
Además, los ingresos por SMS entre particulares suponen ahora el 1,04 % de su facturación en telefonía móvil, que alcanzó los 978,98 millones en el tercer trimestre de 2021, mientras que en el mismo periodo de hace una década suponían el 6,45 % del total y hace 15 años su importancia ascendía al 7,94 %.
Los operadores de telecomunicaciones han experimentado un descenso del 20,9 % en sus ingresos por los SMS entre abonados en el último año, desde los 12,91 millones del tercer trimestre de 2020 a los 10,21 millones del mismo periodo de 2021.
Desde que comenzó la pandemia del coronavirus, en marzo de 2020, los ingresos de los operadores de telecomunicaciones han descendido un 25,1 %.
Las compañías facturaron por los SMS entre usuarios durante el primer trimestre de 2020 un 13,5 % menos que en el mismo periodo de 2019, mientras que si se compara con el periodo comprendido entre abril y junio de 2020, el descenso fue del 15,6 %.
Durante la pandemia, los mayores ingresos se dieron durante el tercer trimestre de 2020, cuando se alcanzaron los 12,91 millones de euros. No obstante, esta cifra es menor a las registradas durante los años anteriores y muy parecida a la del primer trimestre de 2021 (12,78 millones).
En la actualidad, se intercambian 11 veces menos de mensajes entre particulares que hace una década, al pasar de los 1.875 millones en 2011 a los 170,9 millones en 2021, mientras que si se compara con hace 15 años, es 12 veces inferior.
En el último año, el intercambio de mensajes entre particulares ha descendido un 20,4 %.
Según fuentes de Orange, este descenso es consecuencia de un evidente cambio en los hábitos de los consumidores, en especial, en los más jóvenes, "con un trasvase hacia aplicaciones y servicios apoyados en los datos" gracias a la mejora de las redes de telecomunicaciones.
Desde la operadora apuntan a que el volumen de SMS salientes de clientes residenciales de Orange ha caído alrededor de un 39 % desde 2018. Ni Telefónica, ni Vodafone han dado sus datos tras ser preguntados por EFE.
Unos descensos que contrastan con las crecidas que están registrando los ingresos por SMS profesionales, los denominados A2P, que son los que utilizan las empresas y la Administración Pública para enviar a sus clientes y usuarios.
Desde el primer trimestre de 2017, cuando la CNMC comenzó a contabilizar este tipo de mensajes, los ingresos de los operadores en este ámbito se han duplicado, hasta alcanzar los 31,3 millones en el tercer trimestre de 2021.
A este respecto, desde Orange apuntan a que este tipo de mensajes han subido un 40 %, lo que demuestra, según la empresa de telecomunicaciones, "que este sigue siendo un mercado en crecimiento y relevante".
Algo en lo que también inciden desde la patronal tecnológica DigitalES, que ha asegurado a EFE que los SMS "son canales complementarios" y que continúan siendo útiles, en especial, en aquellos lugares en los que existe brecha de acceso o de uso digital.