VALENCIA (EP). DEl sector tecnológico está preparado para dar respuestas con las que abordar los retos derivados del cambio climático para diferentes sectores productivos como: logística, industria, alimentación, construcción, energía, trabajo y negocios, salud y aprendizaje entre otros. Según el informe Smarter2030: Soluciones TIC para los retos del siglo XXI, elaborado por la iniciativa Global e- Sustainability, las TIC pueden ayudar a reducir un 20% las emisiones globales de CO2 en 2030 y cifran en 13 billones de euros los beneficios económicos anuales para ese año que sería el equivalente al PIB de China en 2015.
“En la actualidad no existe ninguna tecnología o infrastructura que pueda igualar el potencial que las tecnologías de la información y la comunicación tienen para presentar soluciones que permitan enfrentar el cambio climático”, aseguró José Mª Díaz Batanero, Coordinador de Estrategias y Póliticas de la Unión International de Telecomunicaciones (UIT), y punto focal de la organización en materia de cambio climático.
“Las TICs están transformando de manera profunda prácticamente todos los sectores productivos, permitiendo un mejor uso de los recursos naturales y una reducción importante del consumo energético, que es una de las principales causas del cambio climático. A través del uso de las TICs es posible cambiar para siempre la relación entre crecimento económico y aumento de emisiones de gases de efecto invernadero”, complementó Diaz Batanero.
En relación al sector agrícola, responsable del 11 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de España y uno de los más perjudicados por los efectos del cambio climático, el informe advierte que el uso de las TIC puede hacer que la producción agrícola sea más rentable y sostenible, así como mejorar las cosechas y su producción, pudiendo alcanzar un aumento de rendimiento de los cultivos agrícolas en un 30%.
El monitoreo y supervisión de las condiciones medioambientales y de suelo; una mejor gestión del agua utilizando las TIC puede dar lugar a importantes ahorros y un uso más sostenible de los recursos hídricos (el informe Smarter2030 señala pueden alcanzar los más de 300 billones de litros de agua); o la implementación del Big Data para que los agricultores prevean mejor las cosechas y su producción son algunas de las aplicaciones TIC que pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio climático, así como mejorar la productividad del sector.
Las instalaciones industriales y energéticas representan alrededor del 45% de las emisiones de CO2 en España. La aplicación de tecnologías como la sensorización, la optimización de sistemas complejos, pasando por la gestión de «big data», la monitorización o la aplicación extensiva de tecnologías digitales irrupción de tecnologías basadas en sistemas cognitivos impulsarán en los próximos años la eficiencia energética y la optimización industrial.
Además a través del desarrollo de los productos y servicios de energía inteligente o smart energy y el impulso de la eficiencia energética en los diversos sectores productivos se conseguirá reducir las emisiones de CO2 y tendrán significativos efectos socioeconómicos indirectos a través de la creación de nuevas actividades económicas, empleo, y la generación de riqueza. Por ejemplo, las redes inteligentes o smart grids mejorarían la competitividad, aportando entre 0,2 y 0,35 puntos porcentuales de crecimiento al PIB. Además, generarían un valor de entre 19.000 y 36.000 millones de euros en los próximos diez años, lo que supondría una capacidad de creación de entre 40.000 y 50.000 empleos en actividades de alto valor añadido.
El uso de sistemas de medida inteligentes o smart meters podría suponer un ahorro potencial anual en Europa de 9.000 millones de euros, derivados de la reducción de picos. Se estima que un mayor control del consumo puede llegar a suponer un ahorro de un 20 % de su factura eléctrica.
Otro de los sectores que más emisiones de CO2 generan y que más se puede ver afectado por el cambio climático es el turismo. Según la Declaración de Davos este sector genera el 5% de las emisiones. El uso de las TIC pueden ayudar a reducir su elevada factura energética y mejorar su sostenibilidad. En el caso de los destinos turísticos se están impulsando tecnologías para lograr un uso racional del agua, el ahorro energético o las políticas de compensación de las huellas de CO2, entre otras.
