VALÈNCIA. La reproducción asistida es uno de los campos de la medicina que más ha avanzado en las últimas décadas. De hecho, las diferentes tecnologías utilizadas actualmente en los tratamientos de reproducción asistida ofrecen a los pacientes con patologías limitantes de su fertilidad o que no consiguen un embarazo muchas oportunidades para ser padres.
Una de las tecnologías más avanzadas en este campo es Geri, un novedoso y moderno incubador que incorpora tecnología time-lapse y que permite monitorizar los embriones, en cualquier fase de su desarrollo, sin necesidad de sacarlos del equipo.
El sistema Geri permite a los especialistas realizar una mejor selección embrionaria antes de hacer la transferencia al útero de la mujer, lo que incrementa notablemente las posibilidades de implantación y, con ello, las tasas de éxito de embarazo.
La fecundación de los óvulos en los tratamientos de reproducción asistida puede llevarse a cabo con una Fecundación In Vitro (también llamada FIV y que es la unión de un óvulo con un espermatozoide en el laboratorio) o mediante una técnica algo más avanzada conocida como inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) y que consiste, básicamente, en fecundar el óvulo inyectando en él, utilizando una microaguja, un espermatozoide previamente seleccionado.
Normalmente, en cada tratamiento de reproducción asistida se fecundan varios óvulos para conseguir varios embriones. De todos ellos, el de mayor calidad es transferido al útero de la mujer.
En este sentido, la selección embrionaria es una fase decisiva dentro de los tratamientos de reproducción asistida, ya que de ella depende en gran parte el éxito de la implantación. Es decir, cuanto mejor sea el embrión elegido para transferir, más posibilidades de embarazo existen.
Por eso, los laboratorios de los centros de fertilidad intentan optimizar cada vez más el proceso de selección de embriones.
Sin embargo, además de los patrones puramente morfológicos (el número y el aspecto de las células que componen el embrión), para seleccionar el mejor embrión es necesario tener en cuenta aspectos cinéticos (ritmo de división celular) y genéticos (composición cromosómica del embrión) que no pueden verse a simple vista.
Gracias a la tecnología time-lapse, los embriólogos pueden seleccionar los embriones de manera más segura: mientras que con la monitorización tradicional para observar los embriones al microscopio se debía alterar la continuidad de su cultivo (había que sacarlos de su incubadora), gracias al sistema Geri se puede visualizar su evolución sin sacarlos el incubador y sin alterar sus condiciones de pH o temperatura.
La aparición de los sistemas time-lapse también permite a los profesionales estandarizar las decisiones, modificar las expectativas de los tratamientos y establecer protocolos más efectivos en sus métodos de trabajo.
Los primeros incubadores para cultivo embrionario eran de gran tamaño y los embriones de todos los pacientes se almacenaban en el mismo espacio.
Los incubadores Geri, además de ser más manejables, permiten que cada embrión tenga su propio módulo de cultivo, lo que garantiza un ambiente de incubación individualizado e inalterable.
Por otra parte, el incubador de embriones Geri incorpora cámaras de alta resolución que permiten una observación constante de los embriones en el laboratorio y la captura continuada de imágenes, de forma que los médicos tienen información detallada de cada embrión.
Gracias a esta gran cantidad de imágenes obtenidas, los embriólogos pueden analizar cada caso y comparar la información según unos parámetros concretos a través de EEVA, una tecnología que analiza aspectos como el número de células en el tercer día, la primera y la segunda división mitótica –el paso de dos células a tres, y el de tres células a cuatro– o la edad de la paciente, entre otros factores.
¿Por qué es tan importante esta información? Porque los embriones en día cinco tienen más posibilidades de implantarse que en día tres porque están más desarrollados, de forma que, si transferimos el embrión en día cinco, existen mayores probabilidades de embarazo.
Comparando toda esta información, los embriólogos pueden decidir qué embrión tiene más posibilidades de desarrollarse con éxito. De hecho, EEVA cruza datos estadísticos con centros médicos de todo el mundo, ofreciendo información contrastada al equipo médico y una enorme cantidad de información que permite que el desarrollo del embrión sea lo mejor posible.
Quirónsalud Valencia incorporó por primera vez el incubador Geri Plus en el año 2017 con el objetivo de garantizar una tasa más alta de embarazo, que en la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Valencia se encuentran en un 70% en el primer ciclo, y evitar embarazos múltiples no deseados.
A grandes rasgos, el sistema Geri ofrece a los embriones condiciones más estables y permite un mayor control sobre su desarrollo.
Otros beneficios del uso de los incubadores time-lapse como Geri en clínicas de reproducción asistida son:
Aumenta la tasa de embarazo por transferencia embrionaria en tratamientos FIV o ICSI.
Facilita una mejor selección embrionaria, reduciendo la tasa de embarazo múltiple.
Mantiene unas condiciones de cultivo más estables que, a su vez, favorece que los embriones alcancen el estadio de blastocisto y pueden implantarse con mayor facilidad.
Monitoriza de forma individual y continua a los embriones, ofreciendo un control personalizado de cada uno de ellos.
Gracias al uso de la tecnología EEVA, es posible seleccionar aquellos embriones que tienen una mayor capacidad de implantación.
A diferencia de otros métodos de observación bajo el microscopio, , y podemos obtener toda la información sobre los embriones sin necesidad de sacarlos del incubador y sin interrumpir sus condiciones de cultivo.
Solicita tu primera consulta gratuita en la Unidad de Reproducción Asistida de Quironsalud Valencia