CASTELLÓ. La negociación de una salida para que Vinaròs siga contando con un gobierno tripartito se hallan en un callejón sin salida a nivel local. Los ánimos, lejos de calmarse, se van caldenado cada día que pasa y ahora mismo la negociación está en manos de las direcciones regionales después del terremoto político que ha supuesto el capítulo del amigo invisible gore.
La grave crisis desatada que amenaza la gobernabilidad -y la ruptura total del diálogo entre las partes-ha hecho que la negociación la hayan asumido las direcciones regionales de los partidos implicados -que conforman el Botànic- para buscar una salida. Sin embargo, el órdago de Podemos es alto: exigen la dimisión del edil que hizo el regalo, o rompen el pacto.
De ahí que PSPV y Podemos intenten llegar a una solución intermedia, que pueda contentar a las partes, y acoplarlo a un relato nuevo sin que tenga que rodar la cabeza del concejal del PSPV señalado por Tots Som Vinaròs.
Sin embargo, la realidad es que Anna Fibla, la edil que recibió el regalo, cuenta con el apoyo público del partido a nivel local (la decisión la tomó avalada por la asamblea local) y asegura que "no se trata de un ataque personal, sino a mi partido y a los votantes". De hecho, en la rueda de prensa contó con el apoyo de Marisa Saavedra, diputada nacional por Castellón por Podemos.
En la capital del Baix Maestrat gobierna una coalición de PSPV -siete concejales-, Tots Som Vinaròs, marca local de Podemos, -tres concejales- y Compromís con una concejala. Frente a ello están en la oposición el Partido Popular, PVI, partido independiente que ha tenido representación históricamente en la localidad (y que ha llegado a gobernar en coalición), Ciudadanos y un edil no adscrito.
Pero, según se ha hecho público estos días, la relación del equipo de gobierno es mala. Tensa. De ahí que se optara por celebrar el amigo invisible para rebajar tensión pero, todo lo contrario. El concejal de Urbanismo José Chaler, regalaba a la portavoz de Podemos, Anna Fibla, una caja con casquería, hortalizas pochas y la cabeza de un cordero.
El concejal socialista puso ayer su cargo a disposición del PSPV pero tanto su secretario general local como su alcalde, Guillem Alsina, le apoyaron tanto con su presencia como con sus palabras. De hecho, el PSPV considera una traición lo que ha hecho Podemos y no creen que deba dimitir. Sin embargo, desde la dirección regional el debate está abierto.
Sin Podemos en el equipo de gobierno, el PSPV perdería todas las votaciones. De hecho, el Partido Popular ya ha hecho números y su portavoz, Juan Amat, ha solicitado un pleno extraordinario que deberá convocarse en los próximos días y que tratará un único punto del día: la reprobación del alcalde Guillem Alsina.