CASTELLÓ. Acciona ya tiene los últimos permisos administrativos de la Generalitat Valenciana para construir dos plantas solares en Morella (Llacua y Llivis), que contemplan una inversión conjunta de 50 millones, la instalación de 172.963 módulos y la ocupación de 1.626 hectáreas. El Ayuntamiento de Morella presentará un recurso de alzada ante la Conselleria de Innovación e Industria para defender los derechos de los propietarios de los terrenos frente a los intereses de la empresa.
La resolución del Consell recoge las diferentes autorizaciones y las declaraciones de utilidad pública que avalan el inicio de las obras de las dos plantas tras superar la fase de exposición al público. El acuerdo no es definitivo y se puede presentar contra el mismo un recurso de alzada por la vía administrativa ante la secretaría autonómica de Industria, Comercio y Consumo en el plazo de un mes, trámite que el consistorio de Morella confirma que realizará, según ha avanzado el alcalde de la localidad, Bernabé Sangüesa.
Así, la decisión final dependerá del Consell aunque es complicado que cambie de opinión cuando la declaración de impacto ambiental, que introdujo unas correcciones, fue favorable. Si se rechaza el recurso de alzada, el gobierno morellano estudiará si llevar las dos plantas al juzgado de lo contencioso.
Los proyectos fotovoltaicos son impulsados por la sociedad Kirov ITG, perteneciente a Acciona, e iniciaron su proceso administrativo en 2020. Por separado, Llacua tiene una capacidad de 40 megavatios de potencia instalada, y Llivis, de 43.
Llacua, con un coste de 31 millones de euros, abarcará 841 hectáreas y 87.294 placas solares, mientras Llivis, con un presupuesto de 22,9 millones, se extenderá por 855 hectáreas y habilitará 85.669 nódulos solares.
Las plantas afectan a 110 parcelas del término municipal de Morella, 84 en Llacua y 26 en Llivis. El primer edil de Morella recurrirá en alzada la aprobación de la declaración de utilidad pública a un proyecto de una empresa privada "en detrimento de los derechos de los vecinos", algunos de los cuales residen en masías situadas en zonas afectadas. "Incluso el proyecto prevé colocar torres en sus terrenos sin suministrarles luz", reitera el concejal.
El periodo de información pública de ambas solicitudes ha contado con alegaciones del Ayuntamiento, en las que se adhirieron 140 particulares contra el proyecto de Llacua y 138 en el de Llivis, más otra veintena de propietarios.
El Ayuntamiento de Morella afirmó que era "improcedente" la declaración de utilidad por no contar con el consentimiento unánime de los propietarios y advertía de afecciones en actividades agropecuarias. Otros vecinos alertaron de riesgos a los valores ambientales y territoriales del término. Ahora, el ejecutivo local espera que el Gobierno valenciano atienda su última vía.