CASTELLÓ. La Unió Llauradora ha remitido una carta al ministro de Agricultura, Luis Planas, donde le pide que "se plante" como Francia frente a las producciones agrícolas importadas de países terceros, como es el caso de los cítricos que usan materias activas no autorizadas en Europa, y que prohíba su entrada durante un año.
Esta entidad justifica su petición por varios motivos. El primero, es "ser coherente" con la política de la UE de desautorización del uso de ciertas sustancias activas sobre el argumento evitar riesgos para la salud para los consumidores europeos. "Es incomprensible que se retiren del uso ciertos fitosanitarios en la producción europea y que luego nos los podamos encontrar en los productos que importamos. Eso es engañar a los ciudadanos de la UE", advierte el secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris.
Además, alerta de que la entrada de estos productos genera "una clara competencia desleal" para los agricultores de la UE que no tienen los mismos mecanismos de lucha contra las plagas y que ven cómo aumentan también sus costes de producción, "con pérdidas evidentes en un porcentaje de fruta que no es útil para salir a los mercados o mayores gastos al tener que implementar la lucha biológica y disponer de tratamientos menos efectivos".
"Nosotros producimos cítricos durante muchos meses y no somos deficitarios. Por ello abogamos por una reciprocidad en materia de fitosanitarios respecto a las producciones de países terceros. La eliminación de esas materias activas nos ha provocado en resumen más dificultades de control de las plagas y mayores costes productivos", defiende el representante de la entidad agraria.
Y subraya Peris: "No queremos ni pensar en las consecuencias para las exportaciones españolas y valencianas si uno de estos productos importados tratados con productos prohibidos acaba siendo reexportado y se detectan trazas en su salida. Puede ser un desastre".
Pone como ejemplo de la situación denunciada lo que está sucediendo con las alertas de residuos de Clorpirifos o Metil clorpirifos, sustancias que ya no están autorizadas en la UE desde 2020, detectados en frutas y hortalizas importadas y, sobre todo, de cítricos. Según sus cifras, en 2022 se produjeron un total de 193 de estas alertas en la UE en frutas y hortalizas importadas, siendo dichas sustancias activas las que provocan mayor número de ellas.
En el caso concreto de los cítricos, durante el pasado año fueron 146 con esas materias activas del total de 193. En las naranjas importadas que han provocado alertas sanitarias con presencia de estas materias activas fue de 25 del total de 31 alertas en este producto, el 80,65% de las alertas, de acuerdo a los datos de la Unió.
Respecto a las mandarinas, se han detectado 19 alertas con estas sustancias del total de 24 alertas sanitarias en este cítrico, el 79,17. En el caso de los limones se han producido 43 alertas sanitarias del total de 68 que se han detectado en este producto, el 63,24%. Finalmente, en pomelos, las alertas sanitarias fueron de 59 con presencia de ambos productos de un total de 59, lo que significa que el 100% de alertas sanitarias en pomelo se debieron a la detección de una de estas dos materias activas.
Además de Clorpirifos y Metil clorpirifos, las sustancias con que se luchaba contra el cotonet de Sudáfrica hasta su prohibición, hay otras materias activas prohibidas en la UE que sí que se usan en países terceros y de los que aparecen residuos en otros productos importados. Por estos motivos, la Unió pide al ministro Planas que imite a su homólogo francés, que ha prohibido durante un año la entrada de cerezas de países terceros donde el insecticida fosmet está permitido.
La organización reclama que se realice un análisis de riesgo sobre las importaciones de productos procedentes de lugares en los que se usen sustancias no autorizadas en la UE y, en base a los resultados, que se adopten las restricciones que se estimen necesarias para salvaguardar la salud de los consumidores y evitar la competencia desleal que distorsiona los mercados de las producciones autóctonas.