VALÈNCIA. La doble dimisión en un mes de dos directores económicos (Francisco Potenciano e Inmaculada Pla)  y las críticas del comité de empresa al Patronato y la Conselleria revelan un conflicto larvado en el seno del Palau de les Arts. El nuevo director artístico, Jesús Iglesias Noriega, inicia este enero su andadura en un coliseo inestable.

Todo en el Palau de les Arts se enrosca en sí mismo, se complica y, como una ópera, reserva siempre una sorpresa final que epata al espectador. El coliseo valenciano debía afrontar 2019 como el año de la renovación. Su nuevo director artístico debía iniciar este enero su labor como nuevo responsable, en sustitución del dimitido Davide Livermore. Lo que no estaba previsto es que lo fuera a hacer con un cambio sustancial en su organigrama y una bronca entre el comité de empresa, la orquesta y el Patronato, con la Conselleria haciendo las veces de Don Tancredo. 

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Si bien oficialmente Iglesias no empezaba en su puesto de trabajo hasta el arranque del nuevo año, se le ha podido ver en València en varias ocasiones durante el final de 2018. La última fue en la semana previa a Navidad. El 20 y el 21 de diciembre mantuvo diferentes reuniones, «largas, de varias horas», en las que analizó diferentes cuestiones del día a día. Además, asistió a los ensayos del concierto con Plácido Domingo, al concierto y a la posterior cena. Iglesias llega a València desde Amsterdam de la mano del tenor. Desde sus inicios el Palau de les Arts ha estado bajo la égida del cantante y director español, considerado por buena parte de la crítica mundial como el mejor cantante de todos los tiempos. 

* Lea el artículo completo en el número de enero de la revista Plaza