Les Arts propone pensar a Don Giovanni más allá de su imagen de verdugo

VALÈNCIA. Don Giovanni es un verdugo, un homicida y un machista. Faltaría más. Pero las guerras culturales ahora también lo elevan a ser “políticamente incorrecto”. En realidad, es la manera de salvar al personaje de las garras del tiempo, pero una ópera no suele necesitar salvarse de nada. “Quedarse únicamente con que es un machista es juzgar al personaje sin más”, “hemos hecho la obra sin querer juzgar a los personajes”, explicaban ayer en rueda de prensa algunos de los responsables de Don Giovanni, la nueva ópera que estrena Les Arts.

Pero fuera preocupaciones. El público seguramente entenderá, con la propuesta escénica de Damiano Michieletto y bajo la dirección musical de Riccardo Minasi, que el Don Giovanni de Mozart rodeado de personajes autodestructivos de más de tres horas es más que un simple machista y verdugo. Ayudará a entenderlo precisamente la propuesta escénica de Michieletto, que ha proyectado una escenografía con elementos del siglo XVIII pero con un tono envejecido y algo decadente, como si sí que hubieran pasado los años para esta obra, aunque su belleza siga vigente (cómo decir lo contrario de Mozart, por otra parte). 

También ayudará a entenderlo la propia arquitectura de la escenografía de habitaciones que van girando y que, de alguna manera, encierran a los personajes. Porque cada uno de ellos, desde Il Comendatore hasta Zerlina, están, a su vez, atrapados por el carisma fatal de Don Giovanni y por ellos mismos. Un cocktail para el drama operístico perfecto, que hacen de esta obra una de las más populares a nivel mundial.

Don Giovanni, a pesar de ser un blockbuster seguro, “está superando las expectativas de ventas de entradas”, según confirmó ayer Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts. Marzo será el mes de Mozart en la ópera valenciana, que a través del programa Maratón, llevará su música a las mañanas, al streaming o a la prisión de Picassent, entre otros lugares, para extender su ámbito de proyección más allá de València.

El montaje de Damiano Michieletto es una de las joyas del Teatro La Fenice de Venecia, que produce esta versión. Estrenada en 2010 y reposicionada casi cada temporada desde entonces, nunca antes había salido de la ciudad italiana. Les Arts lo ha conseguido y ha configurado un elenco all-star de cantantes que, en su mayoría, ya han pasado por València y han dejado un buen poso, como Elsa Dreisig, Ruth Iniesta, Ricardo Fassi o Gianlucca Buratto.

Y encabezando el montaje, Davide Luciano, que ya ha interpretado el papel de Don Giovanni con éxito (aunque debuta en este montaje) y que se está convirtiendo en una de las referencias internacionales en su tonalidad.

Bucear en la “fragilidad” de Don Giovanni

Para huir de lo “políticamente correcto”, Minasi, Luciano y la directora de la reposición, Eleonora Gravagnola, desplegaron toda la complejidad que hay detrás de Don Giovanni, que en el caso de Les Arts, cierra la trilogía Da Ponte (en 2019 se inició con La nozze di Figaro i en 2020 siguió con Cosí fan tutte). En resumen, los tres concluyeron ayer, en una conversación duarnte la rueda de prensa, que Don Giovanni expone, con “su honor y su coherencia, la hipocresía de la sociedad”: “claro que él es el verdugo y el resto son sus víctimas, pero unos no se entienden sin los otros”.

Michieletto propone escenográficamente una aproximación rigurosa al libreto, pero con una profundización en el carácter psicológico de los personajes. Ahondar en ellos es el principal obejtivo de esta rueda que será el escenario.

Con Don Giovanni, Les Arts continua la que posiblemente una temporada que han aupado apuestas arriesgadas como Jenufa y títulos tremendamente populares como La Bohéme.