Lleva más de una década en la firma de la conocida familia valenciana Noguera y asegura que se siente libre a la hora de tomar decisiones mientras mira al futuro para adelantarse
VALENCIA. Hablar de Libertas 7 es hacerlo de la conocida familia valenciana Noguera, cuyo grupo financiero lleva en marcha desde los años 40. Al frente del Área de Inversiones, una de las dos unidades de negocio del grupo, está desde octubre de 2010 Jorge Pérez (Valencia, 1974), licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universitat de València y la Middlesex University Business School de Londres, de donde se trajo también bajo el brazo el prestigioso Máster en Finanzas y Mercados Financieros.
Su dilatada experiencia como analista de inversiones y consultoría financiera la viene aplicando en la histórica cotizada local del Mercado de Corros de la Bolsa de Valencia; de momento, «no es una prioridad dar el salto y cotizar en el Mercado Continuo porque ahora tenemos otros proyectos en marcha pero no es una opción descartable», apunta Pérez.
Lo que es un hecho es la profesionalización acometida por Libertas 7 a lo largo de los últimos años, así como la descentralización de la toma de decisiones bajo parámetros de transparencia y disciplina en las cuentas, algo poco frecuente entre las empresas familiares. «Nuestro funcionamiento interno dista mucho de ser la clásica compañía familiar con métodos arcaicos y obsoletos. Somos un grupo familiar que gracias a la política prudente de la gestión de la compañía nos ha permitido salir adelante durante la crisis».
Llevar el ‘cuño Noguera’ en Valencia curte y como bien apunta Pérez «es un elemento de motivación extra», mientras reconoce que, a lo largo de los once años y medio que lleva en el grupo (cinco y medio como director del área de Inversiones), «siempre he tenido libertad a la hora de tomar las decisiones de inversión que he considerado más adecuadas para el grupo». Inversiones bien en empresas cotizadas o no cotizadas donde la clave pasa por la diversificación y de hecho actualmente la cartera de Libertas 7 está compuesta por sesenta compañías.
Pérez venía de trabajar en una empresa internacional de consultoría antes de entrar en la cotizada valenciana y lo primero que le llamó la atención del grupo presidido por Álvaro Noguera primero y Agnès Borel después fue que «siendo una empresa cotizada familiar tenían la misma estructura de una gran empresa cotizada en bolsa pero a menor escala con sistemas de gestión profesionalizados que no se suelen encontrar en empresas familiares». Pérez no tardó mucho en poner en práctica sus ideas bajo «una predisposición siempre positiva y abierta de los Noguera para hacer otras cosas».
Este valenciano invierte buscando un equilibrio en el estilo de gestión, primando la diversificación de los negocios, la valoración y la calidad de los fundamentales, pero sin seguir radicalmente una filosofía value; asimismo tiene claro que hay que hacer las cosas con cabeza y no dejarse llevar por los momentos de euforia y de pánico innatos en los mercados financieros y siempre creer en lo que se está haciendo. No en vano la cartera de inversiones representa actualmente la mitad del negocio de la compañía.
El modelo de inversión que aplica en Libertas 7 se basa en tres pilares: visión largoplacista, diversificación y conocimiento en profundidad de las compañías y sus negocios. «Buscamos obtener retornos a medio y largo plazo en no menos de dos o tres años y para ello tenemos medios técnicos y el mejor equipo de analistas de la plaza valenciana, que lleva mucho tiempo con nosotros y hace un seguimiento pormenorizado». Y el tiempo les ha dado la razón por cuanto a lo largo de los últimos diez años han logrado duplicar la rentabilidad del Ibex 35 superando a otros índices de relevancia como el Euro Stoxx50, Euro Stoxx600, Cac 40 francés o el Dax alemán.
El grupo de la familia Noguera no fue ajeno a los daños colaterales provocados por el estallido de la burbuja del ladrillo, puesto que la otra parte del negocio está enfocada al sector inmobiliario con promociones y arrendamientos. «Está claro que nos ha afectado pero no nos hemos quedado en el camino como un montón de competidores y operadores inmobiliarios, en parte debido a esa diversificación de nuestras actividades antes mencionada, que nos ha proporcionado liquidez y solvencia».
Pérez se muestra confiado sobre los signos del sector donde percibe «una mejoría importante en los arrendamientos turísticos por la reactivación del turismo nacional. Nos está yendo bien y eso compensa la menor actividad del sector de la promoción inmobiliaria».
Ni que decir tiene que el Brexit también va a frenar la actividad del ladrillo en la Comunitat por aquello de los grandes intereses que tienen no pocos británicos. «Todavía es pronto para saber el impacto y es muy complejo, pero creo que lo que harán será tratar de quedarse con lo bueno y evitar las desventajas que tiene salir de la Unión Europea». Otro de los elementos de inestabilidad de los mercados españoles actualmente es la falta de Gobierno donde, a su juicio, «pesan más los intereses personales que la predisposición para solucionar los generales». De ahí que no descarte unas terceras elecciones.
(Este artículo se publicó originalmente en el número de agosto de la revista Plaza)