Libros y cómic

ESCRITA POR ANDREA GALAXINA

Una genealogía incompleta del fanzine hecho por chicas

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VALÈNCIA. Un fanzine puede albergar un mundo entero entre sus páginas. Estas publicaciones artesanales e independientes llevan desde el siglo XIX testeando la imaginación de sus creadores y creadoras y llevándolas a límites insospechados. Su carácter independiente hace que recopilar su historia sea un reto aún mayor, pues al tratarse de una publicación casera su clasificación es inabarcable. Hay creadoras como Elena Climent que han intentado seguir el rastro del género en femenino y en ciudades como València, a través de estudios como Genealogía feminista del fanzine en País Valencià, en el que analiza la historia del medio desde entre el 1970 y el 2022.

Andrea Galaxina intenta ahora englobar la historia del fanzine en femenino en España en ¡Puedo decir lo que quiera! ¡Puedo hacer lo que quiera! (Libros Walden), una publicación en la que cuenta la historia del fanzine hecho por chicas a través de “una genealogía incompleta”. Lo hace con un libro en el que homenajea al fanzine como “medio para crear otra realidad” y en el que se centra en la creación fanzinera de las mujeres para reivindicar su papel en estas creaciones, siempre con la intención de “construir su genealogía”, aunque no tenga un final marcado, pues el fanzine es una publicación en constante crecimiento.

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“En este libro se propone un recorrido que pasa por los movimientos de la cultura subterránea que han influido en la producción de fanzines hechos por chicas en el Estado español, los momentos más destacados de esta historia alternativa fanzinera y los títulos y autoras cuyo trabajo han puesto las bases de esta fascinante genealogía”, reza Libros Walden. Con las bases claras y el intento de englobar la historia del fanzine en un interesante y novedoso formato, Galaxina recorta la historia del fanzine hecho por chicas y la presenta en tres partes clave.

En primer lugar, se plantea un contexto general del fanzine, más tarde se hace un repaso por el papel que las mujeres jóvenes han tenido en la subcultura y se analiza de qué manera este aspecto asienta las bases para “la producción de fanzines hechos por chicas”; y en tercer lugar se trata el fanzine hecho por mujeres señalando algunos de sus hitos más importantes. Galaxina explica que esta investigación surge como una idea para un trabajo de máster y que por eso responde a esta estructura; pero conforme avanza en el texto, se da cuenta de que hay mucho hilo del que tirar.

  • Andrea Galaxina

“Me interesa contemplar la historia de este formato desde cierta transversalidad. Busco la manera de hacer una genealogía -que ya parte como incompleta- para explicar que la historia del fanzine no aparece de la nada y que todo tiene una razón y que está conectado con cosas que han pasado antes. En el caso del fanzine, estamos analizando un tipo de artefacto concreto con unos artesanos y contextos que lo elaboran, pero a su vez el fanzine no deja de ser el eco de lo que ha pasado a lo largo del tiempo”, explica la creadora de esta genealogía.

“En ¡Puedo decir lo que quiera! ¡Puedo hacer lo que quiera! se plantean muchas preguntas que se quedan abiertas para hablar de una cultura que está en constante cambio y movimiento”. Es por ello que entre sus tres puntos clave el libro consigue plantear varias preguntas al lector que se abordan desde la teoría básica de la creación de los fanzines, y Galaxina consigue también explicar a los lectores los puntos clave que llevan a que surjan nuevos géneros dentro del fanzine creado por chicas. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a los grrrl zines -dentro de los que comprende los fanzines de las riot grrrls- se centra en sus características clave que luego se repiten en “muchos de los fanzines hechos por mujeres”.

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Estos son la exploración de la feminidad, la apropiación y subversión del lenguaje y por último el orgullo femenino. “Para mí el gran descubrimiento de este libro es darle una metodología a lo que pasa en el mundo del fanzine hecho por chicas. Como fan de estas publicaciones me interesa indagar en el mundo del fanzine y hablar del movimiento desde su marco teórico, que es tal vez más desconocido”, explica Galaxina. En esa parte, la teórica, observa como mucho de lo que se aprende en España llega de intercambios de otras partes del mundo, como sucede con el fanzine murciano Miau! -al que le dedica un capítulo entero- que encuentra su inspiración gracias a penpals [amigas por carta] estadounidenses.

Galaxina agradece también hacer esta relectura del fanzine desde el presente y viajar a los finales de los noventa para hablar del fanzine como una herramienta feminista. “El feminismo nace de muchas maneras y una de ellas es a través del fanzine, de los dibujos y de los cómics. Es muy interesante ver como tenemos ese discurso más naturalizado y comprender la importancia que tenía que las mujeres crearan fanzines”. Respecto al reto de englobar la historia del fanzine hecho por mujeres en España, Galaxina explica que el libro se sirve de los ejemplos que ayudan a construir una historia que va enlazada desde el pasado hasta el presente, aunque forme una “genealogía incompleta”.

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“Hay cientos de ejemplos que se han quedado fuera, pero empleo los fanzines con los que sé que quiero contar mi historia y que me ayudan a transmitir lo que necesito. A lo largo del libro descubro que muchas autoras se influencian entre ellas y que la estética también forma parte del relato. Poniendo en el subtítulo del libro, que es una genealogía incompleta aclaro que esto es una forma de sintetizar una investigación que podría ser infinita, pero que toma cierta forma en este libro”.

Llegando hasta el siglo XXI contempla también que ahora hay muchísimas ventajas para las creadoras y creadores de fanzines. Por ejemplo, señala que internet y las redes sociales sirven como un punto en el que “conectar” y encontrar nuevas escenas y que a día de hoy hay puntos de encuentro clave como los festivales de fanzine. “Las redes sociales y los festivales han conseguido articular una escena que alimenta algo más grande que está sucediendo. Ayuda a que muchas personas puedan entrar en contacto con el medio y puede servir hasta para que la gente se anime a hacer sus nuevos fanzines. Es un formato que cada vez tiene más fuerza”, y que, por mucho que autoras como ella intenten clasificarlo, seguirá con una configuración libre, y esa también es gran parte de su magia.

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