VALÈNCIA. La litiasis renal es una patología conocida desde tiempos milenarios, pues se han hallado numerosos cálculos urinarios en momias y tumbas de todas las civilizaciones.
La presencia de cálculos en el riñón o en cualquier nivel del tracto urinario (también pueden aparecer en el uréter, la vejiga o la uretra) suele tener origen multifactorial, asociado tanto con anomalías genéticas como a infecciones que favorecen el desarrollo de piedras cuando las sales minerales que normalmente se disuelven en la orina se precipitan y cristalizan.
“La litiasis renal es una enfermedad caracterizada por la aparición de cálculos en el interior de la vía urinaria. Está ligada a algunas anomalías genéticas y a otras condiciones urinarias que alteran la composición de la orina, favoreciendo el inicio de etapas litogénicas (nucleación, agregación, crecimiento y fijación de cristales)”, explica la Dra. Pilar Bahilo, uróloga del hospital Quirónsalud Valencia.
La nucleación es el proceso inicial para la formación de los cristales que luego formarán el cálculo urinario definitivo. Este proceso puede ser inducido por una variedad de sustancias o situaciones, entre ellas el aumento de los solutos de la orina, la modificación del pH urinario o la disminución de los inhibidores de la cristalización.
“Una vez que se ha formado el cristal, queda retenido en el aparato urinario y se produce su crecimiento mediante la agregación de nuevos cristales", concluye.
La uróloga de Quirónsalud Valencia asegura que las manifestaciones clínicas de la litiasis urinaria son muy variables, ya que van desde cuadros prácticamente asintomáticos hasta otros que pueden suponer un serio peligro para la vida del paciente.
Los síntomas de la litiasis renal son hallazgos analíticos (microhematuria y leucocituria, es decir, presencia de sangre y leucocitos en la orina), dolor lumbar, cólico nefrítico, síndrome miccional irritativo, infección urinaria, pionefrosis, sepsis de origen urinario e insuficiencia renal crónica.
El más común es el cólico nefrítico, que constituye un motivo frecuente de asistencia urgente en centros de referencia en el tratamiento de piedras en el riñón como QuirónSalud Valencia.
"El cólico nefrítico es un cuadro predominantemente doloroso, que se origina en el ángulo costovertebral del lado afecto y que se irradia hacia delante, afectando a fosa ilíaca, surco inguinal y genitales externos. Es un dolor intenso y fluctuante, que no se alivia en ninguna postura", explica la Dra. Bahilo.
La especialista en urología añade que, frecuentemente, el cólico nefrítico " también se asocia a un gran componente gastrointestinal y vegetativo, con náuseas, vómitos, distensión abdominal, íleo paralítico, sudoración profusa e incluso hipotensión de origen vagal. En estos casos, su origen suele estar en la obstrucción del tracto urinario superior provocada por un cálculo en su camino desde el riñón a la vejiga para ser eliminado al exterior".
Otras veces, la manifestación clínica de la urolitiasis es una infección de orina, "que puede incluir desde la bacteriuria asintomática hasta la urosepsis".
Los diferentes tipos de piedras en el riñón se clasifican según su ubicación y su composición química. En el segundo caso, pueden ser de calcio, ácido úrico, cistina o estruvita (creados por bacterias que colonizan el tracto urinario).
Para localizar y clasificar los cálculos renales se utilizan tres técnicas de imagen:
Radiografía de las vías urinarias, para identificar cálculos urinarios que contienen calcio en su composición.
Ecografía, para identificar cálculos localizados en cálices, pelvis y unión vésico-ureteral, así como la existencia o no de dilatación del tracto urinario superior.
Tomografía computarizada (TC). Actualmente, es el estándar para diagnosticar el dolor agudo en el costado y ha reemplazado a la urografía intravenosa. Cuando es sin contraste, la TC puede determinar con sensibilidad y especificidad dónde está el cálculo, así como su diámetro y su densidad.
Una vez tengamos estos datos relativos a su localización y tamaño, los especialistas establecen el tratamiento para las piedras en el riñón más efectivo.
"La mayoría de los cálculos pequeños se expulsan por sí solos. Por este motivo, al paciente que presenta litiasis de pequeño tamaño se le pautan fármacos que favorecen su eliminación", explica la Dra. Pilar Bahílo.
"La litotricia extracorpórea por ondas de choque, conocida antigua y coloquialmente como "la bañera", es actualmente un avanzado dispositivo llamado litotriptor, constituido por una mesa de tratamiento, el generador de ondas de choque que se apoya en el dorso del paciente y un sistema integrado de fluoroscopia que permite la detección y seguimiento de la litiasis".
Según la Dra. Bahílo, esta técnica poco invasiva está indicada para el tratamiento de la mayoría de litiasis no complejas, localizadas tanto a nivel renal como ureteral.
"El objetivo es la fragmentación de la litiasis para su posterior expulsión a través de la propia vía urinaria. Se realiza bajo un régimen ambulatorio (es decir, sin ingreso) y con analgesia-sedación. Hoy en día representa una modalidad de tratamiento mínimamente invasiva, eficaz y con una baja tasa de complicaciones hasta el punto de haber desplazado a la cirugía abierta como tratamiento para las piedras en el riñón".
Por otra parte, el desarrollo y los avances tecnológicos alcanzados en el área de imagen video-endoscópica y en el campo del instrumental endoscópico y de las fuentes de fragmentación láser, ha cambiado el manejo de la litiasis renal gracias a las técnicas endourológicas de ureteroscopia (URS), cirugía intrarrenal retrógrada (CRIR) o nefrolitotomía percutánea (NLP).
"Estas técnicas están cobrando mayor importancia entre la práctica clínica urológica, ya que resultan altamente eficaces, con una elevada tasa libre de litiasis en un solo acto quirúrgico".
Al igual que ocurre en la laparoscopia, se emplea un instrumento acoplado a una cámara y otros instrumentos endourológicos.
"Tras la inserción de los endoscopios a través de los conductos y cavidades naturales o mediante incisiones mínimas en fosa lumbar (NLP), se accede al interior de la vía urinaria. Una vez el cálculo se ha localizado, el cirujano puede asistirlo con pequeñas pinzas y extraerlo, o fragmentarlo usando un litotriptor endoscópico o láser".
Ambas técnicas son, según la especialista de Quirónsalud Valencia, "mínimamente invasivas", permiten al paciente ser dado de alta hospitalaria "en un plazo de 24 horas" y "reducen considerablemente la presencia de cálculos residuales tras la intervención".
La presencia de piedras en el riñón es recurrente. De hecho, en algunos casos representa una enfermedad renal crónica cuyo tratamiento no se fundamenta únicamente en la extracción puntual: algunos estudios indican que el 60% de los pacientes que han tenido un cálculo tendrán otro antes de 10 años, el 35% antes de 5 años y el 15% antes de 1 año del primer episodio.
La mayor parte de estos pacientes tienen algún trastorno en la absorción, metabolismo o excreción de los componentes de los cálculos, de las sustancias inhibidoras de la formación de los mismos o del pH de la orina. Por ello, se precisará de "un seguimiento estrecho para establecer medidas de prevención y disminución de su recurrencia".
Algunos de los factores que favorecen el desarrollo de litiasis renal y que juegan un papel fundamental en su prevención son:
Sexo. Los hombres son de 2 a 3 veces más propensos que las mujeres a desarrollar este problema.
Edad. La mayoría de los cálculos ocurren entre los 40 y los 60 años.
Estilo de vida. La litiasis renal es más habitual en países ricos e industrializados, así como en profesiones y actividades sedentarias. Se cree que el ejercicio usual puede prevenir la agregación cristalina y, por tanto, su aparición.
Clima. En zonas geográficas con temperaturas medias elevadas existe un mayor riesgo de deshidratación con la consiguiente oliguria relativa, que conlleva sobresaturación urinaria.
Dieta. Las dietas ricas en grasas saturadas, insaturadas, azúcares y proteínas animales son más ricas en sal. De hecho, la litiasis cálcica se asocia a ingestas elevadas de sodio. En esta misma línea, algunos estudios confirman que los enfermos con litiasis, en general, ingieren menos volumen de líquidos que los que no presentan esta enfermedad.
Solicita más información acerca de la litiasis renal en el Hospital Quirónsalud Valencia