VALÈNCIA. La ciudad recupera su oportunidad con la danza contemporánea a través del único festival público: Dansa València. Un hecho que se hace notar en la programación, con flashes de una realidad escénica casi inabarcable pero que en tan solo cuatro días contendrá propuestas de altura, y también en su accesibilidad, con obras de entrada libre y precios populares. El festival vuelve así al circuito de los certámenes de artes vivas con una marca tan potente durante años que no ha terminado de languidecer, desde una gestión horizontal realizada con la dirección adjunta de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura (IVC) y el apoyo de la concejalía de Acció Cultural.
El coordinador general del festival, Leonardo Santos, ejerce de cara visible de la citada estructura horizontal. A diferencia de Sagunt a Escena o Cinema Jove, el IVC ha apostado por esta fórmula que se deja notar en una programación amplia en un sentido artístico. Él mismo explicó en la presentación del programa que el actual Dansa València "es fruto de una evolución. Ha pasado diferentes etapas y ni es lo que fue en 1988 ni se enfoca al mismo contexto. Entonces sirvió para mirar a la danza nacional del momento, desde la ilusión y ese punto de partida. Luego creció incorporando espectáculos internacionales y más fechas, para, finalmente, sufrir una serie de dificultades económicas que se hicieron notar en todos los aspectos".
Santos se propone junto a su equipo "redefinir Dansa València. Que sea ilusionante para la ciudad y para el sector. Queremos que sea mayor en el futuro, pero ahora tratamos de retomar esa marca y retomar su espíritu y sus valores para reflexionar colectivamente a través de la danza". Aunque en el programa o la comunicación siempre tenga una presencia relativa, los encuentros profesionales marcan buena parte de la entidad de esta edición de 2017.
Los días 6, 7, 8 y 9 de abril en espacios como el Teatre Principal, el Teatre el Musical, La Nau de la Universitat, el Teatre Rialto o la Plaça del Patriarca, el festival atenderá a su claim para presentar el "panorama de la danza contemporánea española". Con nombres tan próximos a las tendencias más demandadas como Sharon Fridman (con compañía en Madrid desde hace una década), o los valencianos más internacionales Marcos Morau, Maduixa o Titoyaya Dansa, entre otros, el festival incluye el estreno de cuatro obras: Still Life de Taiat Dansa, Naufragio Universal de Marco Vargas y Cloé Brûlé, De traca de A tempo dansa y Siempre en algún lugar de Paula Quintana. Contará con los dos espacios propios del Institut Valencià de Cultura: el teatro Principal y el teatro Rialto, además del TEM El Musical, la sala Matilde Salvador de la Universitat-La Nau y la plaza del Patriarca, donde se realizarán los espectáculos de calle.
Esta es la programación completa de Dansa València.
En la presentación final del programa de espectáculos y actividades, Leonardo Santos, coordinador general del festival, destacó que "el público podrá ver todas las obras" ya que se ha evitado el solapamiento. Él mismo justificó la dificultad de "hacer una foto fija de todo lo que sucede en la danza contemporánea española", por lo que la selección es una muestra de lo más amplia. Esas distintas tendencias también tienen cabida ya que no hay una dirección artística del festival, que Santos ha valorado en positivo por la forma de trabajar desde el IVC, pero que será esta entidad la que deba resolver esa situación a futuro.
Este año, la programación se este jueves con la obra destacada All Ways de Sharon Fridman, representada en una sola ocasión en Madrid. El israelí asentado en España, desarrollará en el Teatre Principal a partir de las 22 horas esta propuesta que se asoma a la progresión personal a través de cinco estados: pérdida, búsqueda, sueño, enamoramiento y construcción. La danza representa esos cinco ambientes con ecos metafísicos en una jornada con una actuación gratuita del Ballet de la Generalitat (El cant del cos, Plaça del Patriarca - 13h) y la actuación de Titoyaya Dansa con Lluita (Sala Matilde Salvador de La Nau, 19:30h).
Fridman, durante la presentación del programa, destacó que All Ways es una propuesta "en la que arriesgo mucho" y en la que destaca su carácter expeditivo: "la situación de llegar a un lugar y sentir lo que late [pérdida], iniciar una búsqueda para encontrar, soñar que te encuentras, enamorarte de lo que allí te encuentras y, a partir de ahí, empezar a construir". Siete bailarines y un cantautor (que además interpreta en hebreo) activan esta obra que, como novedad dentro de la dilatada carrera del autor, incluye las proyecciones de un artista belga.
El viernes llegará el primer estreno absoluto que, además, será en el espació público: Marco Vargas y Cloe Brûlé presentan Naugrafio Universal (Plaça del Patriarca, 13h), una obra que aborda "la idea de al individualidad y la solidaridad, las fronteras y la libertad". Vargas y Brûlé fueron puestos en valor por el mismo santos, reclamados en Europa "por propuestas de calle muy originales, además de una integración muy personal también del flamenco". Además de Naufragio Universal, el programa incluye tres estrenos más: Still Life de Taiat Dansa, De traca de A tempo dansa y Siempre en algún lugar de Paula Quintana.
En total son 13 compañías -seis de ellas de la Comunitat- las que formarán parte del programa en el que destacan clases magistrales con los coreógrafos Asun Noales, Gustavo Ramírez y Marcos Morau, conferencias como la de Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España, en colaboración con la Academia de las Artes Escénicas, diálogos con Antonio Ruz y Morau, la presentación de la editorial de danza Mahali y la proyección de una película 'Sota Terra' sobre La Veronal, nombre de la compañía del mismo Morau.
Morau es sin duda uno de los ejes protagonistas en estos días de festival. Más allá del ámbito para profesionales, tanto el viernes como el sábado representará Voronia en el Teatre el Musical. La pieza es interpretada por ocho bailarines de La Veronal, cinco figurantes valencianos y un niño de la escuela en la que estudió Morau, que ha mencionado su vínculo a Ontinyent, su ciudad natal. Esta obra sobre la maldad, madurada en escenarios internacionales durante los últimos años, alcanza València "el lugar donde crecí y me formé", apuntaba el mismo autor en la presentación. Si él mismo interpreta que cada representación es casi como un estreno ("algo que resulta incluso problemático para los que trabajan conmigo"), en el caso de València la representación es todavía más especial: "aquí siempre te enfrentas a un público más cercano, que te conoce y que ve tu trabajo con otra lente".
El Teatro Rialto acoge por su parte uno de las aportaciones diferenciales del nuevo Dansa València, más próximo al concepto ferial en el ámbito profesional: la plataforma de internacionalización de la danza valenciana, Misión Inversa, organizada por la Asociación Valenciana de Empresas de Danza (AVED) con la colaboración de CulturArts, el IVACE y la SGAE, con la que se busca el impulso internacional de las compañías valencianas.