VALÈNCIA. (VP/EP). La actriz Lola Herrera recorrerá durante este mes de enero diversos escenarios de la Comunitat Valenciana con Cinco horas con Mario. La obra, basada en la novela homónima de Miguel Delibes y dirigida por Josefina Molina, llegará al Teatre Auditori de la localidad valenciana de Catarroja el 19 de enero, al Auditori la Vall d'Uixó (Castellón) el 20 de enero y al Teatre Olympia de València del 23 de enero al 3 de febrero.
Tras llenar en casi todas las funciones de la temporada el Teatro Bellas Artes de Madrid, Lola Herrera continúa con la exitosa gira del texto de Miguel Delibes, destaca la productora del montaje.
Cinco horas con Mario, obra teatral basada en una de las novelas más importantes de la narrativa contemporánea, fue llevada a la escena por primera vez el 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid. Lola Herrera dio vida entonces a Carmen Sotillo y ahora, casi 40 años después, vuelve para interpretarla.
La puesta en escena es de Josefina Molina y la producción de Sabre Producciones y Pentación Espectáculos, con José Sámano y Jesús Cimarro al frente, respectivamente.
La obra está ambientada en marzo de 1966, cuando Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo-diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.
Con una forma entrecortada, detallista al mínimo, reiterativa y llena de tópicos, Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite juicios, que hoy nos pueden parecer del todo increíbles. Pero damos fe de que ese lenguaje existía, de que esos juicios se emitían, de que esas "cosas" de Carmen estaban entonces en la vida de todos los días.
Cinco horas con Mario es, entre otras muchas cosas, un documento vivo de esos años sesenta. De las preocupaciones económicas, religiosas, políticas, sexuales y morales entonces imperantes que Delibes, a través del lenguaje de su protagonista, dejó retratadas con nitidez, de forma que la vida española de entonces llega a palpitar viva en sus palabras.
Pero, por encima de todo esto, la pieza habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida. Como siempre en Delibes partiendo de un localismo concreto encarna en sus personajes y en sus conflictos las realidades más profundas y complejas que condicionan nuestra vida.