Lorca y Raffaella Carrà se dan la mano a través de ‘Doña Rosita’

VALÈNCIA. “Si Lorca hubiera coincidido con Raffaella Carrà le hubieran encantado sus canciones”, apunta el director de teatro Rafa Cruz, quien en su nuevo reto teatral se ha propuesto enlazar a ambos creadores. Lo hace con una obra que va entre la comedia y el drama en tono musical, bajo esta arriesgada premisa La Máquina estrena el próximo 9 de enero -en su sala de teatro en la calle Padre Jofré nº7- la obra Doña Rosita la soltera con algún verso de la Carrà.

Una pieza que podrá verse hasta el próximo 2 de febrero que se acerca al clásico de Lorca, 90 años después de su creación, y que adapta sus palabras gracias a la cantante italiana. “Maridando” las letras de ambos desde La Máquina estrenan una obra teatral en la que nada es lo que parece y donde la música toma un papel protagonista clave para comprender al poeta. Cruz se apoya en que cuando Lorca escribió Doña Rosita solía decir que la había concebido como una comedia musical, pero que por su propia personalidad “acabó amarga” y le salieron las lágrimas mientras la terminaba. 

Haciendo justicia con la crítica social de la “mojigatería española” y gracias a la música de Raffaella Carrà, busca cerrar la trilogía en la que trabaja junto a Gretel Stuyck en la que generan espectáculos de corte contemporáneo en los que exploran la conexión entre España e Italia y que ya cuenta con las piezas Vittoria y Les nits de Salustiana. “Tengo ese delirio musical de pensar que las canciones de la Carrà con la historia de Doña Rosita hacen un match perfecto y que pueden casar en el mismo universo. Hablamos de un relato que expande lo mediterráneo y en la que se puede comprender a Lorca desde un prisma contemporáneo”

En una pieza en la que “lo divino y lo profano” se dan la mano -siempre desde el respeto- las versiones de la Carrà son interpretadas en vivo por Candela Mora, Nuria Bartolomé y Ana Zomeño quienes dan vida a Las Manolas. Encarnan a unos personajes que nacen de la fusión de Las Ayoras y Las Solteronas del texto original y que para Cruz dan vida al subconsciente de Rosita. Unos personajes que, tal y como los define Mora, suponen un reto actoral único en el que, mientras se basan en la poesía de Lorca, juegan a conocer a la protagonista. “Las Manolas ayudan a conocer la situación personal y romántica de Rosita, nosotras retroalimentamos esas voces con el cante y las palabras y acompañamos a Gretel Stuyck mientras da vida a las tres versiones del personaje. No necesitamos actualizar las palabras de Lorca porque él ya era un avanzado a su tiempo y es la propia mirada del espectador la que actualiza su relato”.

Otra de las peculiaridades de la pieza es que, a pesar de haber solo cuatro actrices sobre el escenario, se puede leer a Doña Rosita a través de siete personajes que habitan en su obra, consiguiendo así generar una pieza única que cuenta con una relectura original para hablar del “matrimonio, la falta de libertad” y ante todo de la belleza. Jugando con el “teatro elevado” que hacía el poeta, Cruz trabaja con un texto en el que se trae a Lorca a un presente que ya habitaba en su época. 

Un presente que para Mora hace justicia con sus palabras que en aquel entonces estaban incomprendidas: “No hay que actualizar sus palabras porque todo lo que escribe era perfecto”. Traer sus palabras al presente nos hace comprender que Lorca estaba a años luz de su generación y que hablaba de temas que ahora nos atraviesan, en ningún momento hay que rehacer o deconstruir a Lorca sobre el escenario”. 

Algo que para la actriz, que da vida a una de Las Manolas, ayuda a hacer justicia con un autor maltratado en su tiempo: “Es mucho más amable la mirada que tenemos ahora de Lorca que la que tenían en su época”. Con una Doña Rosita que se desdobla en tres momentos vitales gracias a Stuyck, las cantantes que acompañan su historia y la figura de la Carrà. De fondo, Cruz genera una pieza en la que, a pesar de la fuerza y alegría musical, se habla de la soledad, el paso del tiempo y la toma de decisiones, una pieza que habla sobre la historia de las mujeres y que se centra en la nostalgia de su obra.