VALÈNCIA. La localidad de Catarroja sigue retirando lodo de sus bajos tres semanas después de la Dana, en concreto de garajes, sótanos y recintos subterráneos privados que parecen haber sido olvidados. Según el Ayuntamiento de Catarroja, la falta de un procedimiento claro, rápido y único al respecto está provocando una demora en la retirada de los lodos acumulados que, insisten, "forman parte de la emergencia".
Los primeros días tras la tragedia la prioridad era buscar a los desaparecidos y centrar todos los recursos disponibles en atender las necesidades más urgentes. Una vez retirados los enseres y vehículos de las vías públicas y haber vuelto transitables las calles de Catarroja, la siguiente actuación, según la alcaldesa Lorena Silvent, debería haber sido la intervención rápida en los garajes anegados de lodos, que tras unas semanas podrían presentar las estructuras dañadas.
"Después de tres semanas no avanzamos, no hay directrices claras", cuenta la alcaldesa Silvent a Valencia Plaza, indignada por la situación de "descuido" que vive la localidad. Catarroja cuenta con 185 garajes y la mayoría de ellos siguen anegados de lodo, con problemas estructurales detectados, bajantes rotas y ventilación dañada, pero los propietarios y voluntarios no pueden hacer nada por solucionarlo: “La incertidumbre está desesperando a los vecinos, se les dijo que no actuaran por la toxicidad del lodo, pero pasan los días y allí no entra nadie”.
Además de no disponer de órdenes claras, según la alcaldesa los trabajos urgentes "no son para los voluntarios" por el estado del lodo y la presencia de aguas fecales, para los cuales se necesita maquinaria que mida las concentraciones de monóxido y que valore el estado del suelo antes de empezar con los trabajos de limpieza y reconstrucción de las infraestructuras. Silvent no se conforma con los medios que ha puesto el gobierno y asegura tratarse de trabajos de limpieza "que deberían haber sido abordados en la primera fase de actuación".
"Hoy nos han dicho que quieren dimensionar el problema para que lo haga una empresa. ¿Ahora también hay que hacer negocio de los lodos?", se pregunta Silvent, indignada. En Catarroja, las personas quieren reprender sus vidas, volver a utilizar los garajes y vaciar sus trasteros, pero para ello parece que queda aún un tiempo. Cuando esto ocurra, los enseres serán depositados en las calles magnificando un problema de gestión de residuos que, según la alcaldesa, existe en la localidad.
"Hay solares que hemos habilitado pensando que en dos o tres semanas los vaciarían, pero cada vez están más llenos", cuenta Silvent, "de manera ordenada no se han llevado nada". Entre los residuos que se van acumulando, según la alcaldesa hay coches, lodos y enseres "de casas enteras". En cualquier rincón del casco urbano se pueden encontrar escombros y lodos, porque tampoco hay contenedores que funcionen correctamente, explica la alcaldesa.
En medio de la urgencia, tampoco les han llegado las ‘bañeras’ de obra para retirar el lodo sobrante. "Estamos buscándonos la vida", explica Silvent, "desde el primer día deberían de haber medido los equipos de emergencia y habernos preguntado por las necesidades de maquinaria", razona. "¿Me vas a decir que en veinte días son incapaces de traer cien bañeras por pueblo?".
La alcaldesa dice estar preocupada por la situación de Catarroja, una localidad que no es segura por sus niveles de toxicidad provocada por la concentración del polvo y las aguas sucias en las calles. Una situación de salubridad pública que, en poco tiempo, podría derivar en una epidemia según Silvent: "Parece mentira que no se lo estén tomando de manera seria, los voluntarios vienen a ayudar pero estar aquí es peligroso".
Tras emitir un comunicado en el que exigen una directriz clara y medios inmediatos para la retirada de los lodos acumulados en garajes, la alcaldesa ha invitado a las instituciones a visitar la localidad y observar la situación en la que se encuentran: "La teoría la sabemos todos, pero en estos momentos hay que actuar con rapidez".