VALÈNCIA. Inversiones Mebru, filial del grupo Compañía Levantina de Edificación y Obras Públicas (Cleop) y con la que participa en la promotora Urbem, quiere evitar su liquidación. De este modo, la mayoría de acreedores aprobaban este martes un convenio que recoge una quita del 50% de la deuda, que asciende a 6,3 millones, en un plazo de cinco años.
La Junta de Acreedores, celebrada este martes, ha contado con una asistencia del 95,58 % del crédito ordinario que en su totalidad ha votado a favor de la propuesta presentada por la sociedad que preside Carlos Turró, según ha podido saber Valencia Plaza.
Fue en 2016, cuando el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia declaraba el concurso de acreedores de Inversiones Mebru tras instarlo el patriarca de la familia Pastor, José Pastor, por una deuda contingente de 30.000 euros que estaba depositada en un juzgado y que finalmente fue cuantificada en 1.000 euros. Una solicitud enmarcada en la particular guerra que las familias Pastor y Turró libran desde hace 13 años por el control accionarial de la promotora valenciana Urbem.
La batalla accionarial comenzó el 4 de abril de 2006 cuando Cleop y compró el 50% de Inversiones Mebru, que tenía una opción de compra sobre el 35,9% de Urbem que poseía la familia March Andreu y que ejecutó. Meses antes, José Pastor había rechazado la entrada de Cleop en su capital, por lo que calificó esta maniobra como "hostil". El otro 50% de Inversiones Mebru pertenecía al Grupo García Ojeda, aunque posteriormente Cleop se hizo con la mayoría.
Pastor conservó la mayoría de Urbem y ambas partes convivieron peor que mejor en la promotora, con impugnaciones y recursos judiciales de los minoritarios hacia las decisiones del accionista mayoritario. En 2011, iniciada la crisis inmobiliaria y ante las dificultades de Inversiones Mebru para pagar parte lo comprometido a los March, Cleop planteó la venta de su 35,9% a Pastor y se iniciaron negociaciones, pero entonces el Tribunal Supremo dio la razón a Inversiones Mebru sobre una ampliación de capital aprobada en 2006. Según esa sentencia, la filial de Cleop tenía derecho a suscribir su parte de aquella ampliación de capital, lo que significaba que si desembolsaba antes de 15 días 26 millones de euros, alcanzaría el 55%.
A partir de ese momento, el conflicto ha derivado en numerosos pleitos mercantiles y algunas querellas cruzadas, así como la intervención policial en una junta de accionistas celebrada en 2018. Tras una de las querellas, José Pastor fue condenado en 2016 a siete meses de cárcel por administración desleal. El último capítulo se produjo el pasado diez de septiembre en la sede de Urbem, cuando el patriarca de los Turró se personó en las instalaciones para intentar copiar los discos duros de los ordenadores de los directivos y hacerse con documentos sobre la compañía. La visita acabó en un fuerte forcejeo con los Pastor y tuvo que intervenir la Policía.