Foto: EFEVALÈNCIA. Este miércoles fue el tercer día con la calle Colón cortada al tráfico por decenas de taxis en apoyo a la huelga del sector, desconvocada el mismo día por la noche. Y tercer día que los aparcamientos veían mermados sus ingresos por el corte de una de las principales vías del centro de la capital. Ante la situación, el empresariado que dirige los aparcamientos de la zona empezó a movilizarse y elevó sus quejas a las instituciones.
La Asociación de Empresarios de Garajes, Aparcamientos, Servicios de lavado y engrase y Autoestaciones, AVAPARK, remitió el miércoles un escrito tanto al alcalde de València, Joan Ribó, como al delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, para pedir soluciones a la situación que viven.
En la carta, el presidente de la Asociación, Antonio Aspas, trasladaba el malestar de algunos empresarios por "la ilegal ocupación de la vía pública por la huelga de taxis" que impedía "que se respeten todos los derechos de los ciudadanos y de las empresas".
Los datos apuntan a una merma del 90% de los ingresos
Según la misiva, el corte de la calle estaba ocasinando "un grave perjuicio económico" para sus aparcamientos cercanos porque impedía, antes de finalizar el paro, el acceso de cualquier vehículo y estaba provocando la "pérdida del negocio que dificulta enormemente la sostenibilidad", algo que el sector temía sobremanera. Los datos del sector apuntan a una merma de los ingresos durante estos tres días de hasta el 90% respecto a las mismas fechas del año pasado. "Prácticamente cero", traslada Aspas a Valencia Plaza.
Aunque no hay datos exactos, la tendencia registrada ha sido el hundimiento "en picado" de la afluencia en los aparcamientos de la calle Colón y adyacentes. De ahí, que los afectados hubieran empezado a poner el grito en el cielo y pedido a las instituciones "facilitar la movilidad del tráfico rodado". Es decir, que el Ayuntamiento actuara de la misma forma que lo haría si un vehículo estaciona en medio de la calle. "¿Qué haría el Ayuntamiento si paro el coche? Denunciarme y llevárselo la grúa", asevera Aspas, quien recalcaba su comprensión hacia la huelga, pero "que no molesten a los demás" y "que respeten los derechos de los demás".
La intención del sector, tal y como había querido poner en valor días atrás el representante de la Confederación de Taxistas Autónomos y portavoz en la Asociación Nacional del Taxi, Fernando del Molino, no era "fastidiar" la movilidad de la capital y, según él, se estaban facilitando y garantizando los servicios de urgencias y de hospitales, así como el transporte público de autobús. Hay que recordar que este ha tenido vía libre para circular durante el paro.
Tras días en con los vehículos apoltronados en la céntrica vía valenciana, finalmente la huelga fue desconvocada ayer, por lo que previsiblemente, la calle quedará abierta al tráfico rodado este jueves.
Hoy la presión iba a continuar aumentando en la ciudad, pues el Partido Popular de la capital, con el concejal Eusebio Monzón a la cabeza, había convocado una rueda de prensa para tratar "la pasividad e inhibición del alcalde de Valencia, Joan Ribó, ante la afección negativa a la actividad comercial y la situación de caos circulatorio generado en la ciudad por la huelga de taxistas", algo que, tras la desconvocatoria, se descuelga un poco de la actualidad.
Las reclamaciones de los aparcamientos se sumaban a las que ya habían hecho a lo largo de estos días los comercios de la zona, que habían manifestado su descontento y hartazgo por la merma de ingresos que estaban ocasionando los cortes al tráfico. La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València estimó la caída de ventas entre un 25 y un 40%, por lo que tildó la postura de los taxistas de "insolidarias y muy egoístas".
"Estas fechas son claves para los negocios de muchos sectores que salvan el año, porque van dirigidos al turismo", aseguraron los comerciantes, que señalaron las "actitudes de este estilo" porque "destrozan el trabajo y el esfuerzo que se hace para mejorar la economía de la ciudad".
